Milagros no hay, pero quien pueda, que construya su propia catedral
domingo, 14 de diciembre de 2025
martes, 9 de diciembre de 2025
La última
y nos vamos
Por JESÚS
SOSA CASTRO
Como en ningún otro año, el 2025 estuvo lleno de
acontecimientos importantes. El proyecto de la cuarta transformación dejó sin
calzones a una oposición vanidosa, ignorante y estúpida. Les llovió feo, por
más que trataron de defenderse como fuerza política lo real es que terminaron nadando
en su propio fango. Sus esfuerzos por carcomerle el corazón a Morena y a su
gobierno terminaron siendo un Frankenstein atolondrado. No pudieron ni podrán con
un proyecto de gobierno que el pueblo ha hecho suyo para siempre. Lo abraza y
lo protege porque ha nacido de sus entrañas y porque por sus venas corre la
sangre de los que, por años, fueron masacrados económica y políticamente por un
atajo de hambrientos de poder y privilegios
Pero hay una cosa, entre muchas, que no quieren ver ni
entender los fachos silvestres. Tenemos mucho pueblo y mucho gobierno. Basta
que se convoque a la gente a defender su proyecto de transformación y
civilizadamente llena calles y plazas del país. El entusiasmo que expresa no es
artificial, brota espontáneamente porque es, en justicia, lo que ella esforzadamente
ha construido en todos los rincones de la patria. Y esto, estimados lectores y
amigos me llenan de contento. Porque mi persona, mi ánimo y mi apoyo a las
causas del pueblo han acompañado a los mexicanos que del brazo de AMLO y de
Claudia, están limpiando al país de las alimañas que por décadas hambrearon al pueblo,
sembraron odio y quitándole el derecho de vivir en libertad y democracia
Estas largas jornadas de lucha han ventilado el ambiente
político y nuevos aires circulan en el ánimo de la gente. Y es que, no es para
menos lo que hemos hecho como pueblo. Hemos defendido nuestros derechos,
encuerado a los conservadores y los hemos echado en el bote de la basura política
donde, seguramente, seguirán llorando y rezándole a los gringos para que vengan
a salvarlos de los “comunistas” Yo, como muchísimos mexicanos, sé que los años
que vienen van a ser muy difíciles, nuestros adversarios están heridos de
muerte y pueden escalar actos llenos de rencor y de estupidez. Para estar en
condiciones de enfrentarlos y derrotarlos otra y otra vez, es necesario agruparnos
y agrandar nuestra fuerza. Tomar nuevos aires y volver en enero llenos de ánimo
y de ideales para seguir avanzando en nuestro proyecto que mucho esfuerzo le
hemos puesto en su construcción
Yo por lo pronto me voy un mes de vacaciones a partir de la
publicación de esta última nota. Quiero poner en movimiento mis huesos caminando
por las veredas que me vieron nacer. Voy a ver los montes y los barrancos que
en mi niñez me llenaban de oxígeno y de sueños y que abandoné por venirme a la
ciudad. Hoy repasaré esos caminos, y si logro poner mi cuerpo y mi cerebro en
condiciones de seguir escribiendo y haciendo algo más por mi país, nos
volveremos a encontrar después del 15 de enero del 2026. Mientras tanto, disfruten
lo votado, abracen a su gente y siempre valoren los avances políticos y
sociales que todos estamos construyendo. Los abrazo por siempre
sábado, 6 de diciembre de 2025
Fue muy
difícil llegar al zócalo
Por JESÚS
SOSA CASTRO
Desde las 7.30 de la mañana dispuse mis pasos para llegar al
zócalo con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. No iba a conocer resultados
de sus políticas públicas o de los problemas que enfrenta su gobierno con una
oposición violenta, rabiosa, rupestre y provocadora. No era esto lo que me interesaba.
Quería estar en un acto trascendente para el pueblo y para la nación. Eran otros
los sentimientos y las causas que me llevaron al lugar donde el pueblo
desbordaba contento y emoción. Quería oír los cantos y las expresiones de
respeto que la gente le tiene a su gobierno por sus obras y sus políticas públicas.
Quería ver la fuerza y la grandeza de un pueblo que ha roto paradigmas para
salir de la sumisión y el silencio que carcomían sus ansias de justicia y libertad
Al emprender camino rumbo al acto de masas, me pregunté ¿por
qué a mis años sigo persiguiendo la felicidad y la justicia en las calles y
plazas donde el pueblo se reúne para recuperar su dignidad y su historia? Y es
que cuando llegué a esta gran ciudad no estaba huyendo del campo, de mi origen,
de mi cultura y del respeto a mis padres campesinos. Venía en busca de algo
inasible, de eso que da sentido a la vida y fortalece los sentimientos, la
hermandad y el respeto por los demás. Quería sacar de mi alma lo que traía escondido
en las fibras de mi corazón, para explicarme las causas que envolvían las
bondades y la nobleza, de quienes fuimos paridos en las montañas, allá donde
dormían los dueños del tequio, la hermandad y la cultura de los pueblos
originarios
Toda esta suma de hechos y sentimientos me ponen al borde de algo
que no acabado de entender. Podría decir que después de mi fracaso de participar
en un acto de masas en mi pueblo y en mi infancia con la presencia del Gral.
Lázaro Cárdenas del Río, fue en esta ciudad donde fueron abriéndose paso mis
ideas en defensa de las luchas obreras, estudiantiles, magisteriales,
ferrocarrileras. Lo más humano que llegó a mis sentimientos y a mi formación en
épocas idas, fue haber ingresado al Partido Comunista Mexicano donde encontré a
hombres llenos de ideales, historia y dignidad. Juntos hicimos trabajo con el
pueblo y no pocos le dieron su trabajo, su vida y su libertad
Todos ellos, sembraron en mí la semilla de la lucha por las
causas justas. Cada uno se metió en mi corazón al grado de que en mi largo
batallar por la justicia y por mi gente, siguen siendo mis guías que impiden
que se apague el sublime y difícil encanto de seguir en las filas de la
izquierda revolucionaria. Por eso no me pierdo una concentración o una marcha porque
es en ellas donde se expresan los anhelos de mi gente. Hoy lo hice con mucho
esfuerzo. Dos km a la redonda el espacio fue cerrado al tránsito. Mis huesos protestaban
a medio camino, pero opté por formar parte de los arroyos de jóvenes, niños y
adultos que felices y cantando se dirigían al corazón de México donde nuestra presidenta
hablaría de la grandeza y la sabiduría de nuestro pueblo y de paso, mostraría
la pequeñez de quienes sin pena ni gloria se han convertido en los hijos
putativos del imperio
domingo, 30 de noviembre de 2025
AMLO, un
volcán que puede hacer erupción
Por JESÚS
SOSA CASTRO
A la mayoría del pueblo y de los militantes de Morena nos da mucho
gusto la aparición del genio de la política. Desde su trinchera se ha dedicado
a desentrañar la historia y las raíces de los pueblos originarios para
explicarnos las razones de nuestras causas y de nuestro humanismo. Lo hizo justo
en los momentos en que la derecha nacional e internacional andan zopiloteando
en busca de carroña. Su sensibilidad nos hizo ver que está pendiente de la
marcha del país, de sus avances, de sus problemas y del comportamiento del
pueblo y de la militancia. Y aunque no lo dijo en los términos en que los
señalo, percibe que hay tres peligros que se ciernen sobre nuestro país y contra
de nuestro gobierno
Volvería a la calle a luchar al lado del pueblo -dice- si se
viera amenazada la democracia, si no se respeta al gobierno constitucional, a
la presidenta y al pueblo. Si la derecha continua en su afán de crear las
condiciones para un golpe de Estado apoyándose en los ex dueños del poder
político y de fuerzas militares intervencionistas yo estaría de vuelta en la
lucha con mi pueblo defendiendo la independencia, la soberanía y la libertad de
los mexicanos. De todo esto está pendiente el pueblo porque “nosotros, los de
abajo, los esclavos, somos los dueños del bastón, de las lanzas, los llamados a
vencer, los que organizan la vida comunitaria, los que rompieron todas las
fustas y todas las espadas” (*)
Como Espartaco y sus camaradas, la mayoría de los mexicanos salimos
a votar en julio del 2018 para romper todas las fustas y las lanzas que
obstruían nuestros derechos y libertades. Desde entonces, estamos mirando a
nuestro alrededor y observamos que todo lo andado y construido lo hemos hecho
nosotros, el pueblo y su gobierno. En esta lucha, dijimos, no tenemos nada que
perder que no sea el sometimiento, la exclusión y el silencio. Convertimos
nuestra voluntad en poder y el poder en libertad para hacer justicia
Por eso hoy, con la audacia, el genio político y la
sensibilidad de nuestros líderes, millones estamos dispuestos a profundizar los
cambios y los programas que están presentes en la 4ª transformación. Por eso
hoy es urgente y necesario que el partido sea el puntal que lleve adelante la
rebelión popular de hace siete años y medio. Que lo expresado por el presidente
AMLO nos saque de la pasividad, de las disputas internas y convertir al pueblo
en la fuerza que haga posible la conquista de su futuro y acabar con el
conservadurismo demencial. El pueblo y su partido deben tomar conciencia de su
función y generar sus propios mecanismos para enfrentar a sus adversarios. Con las
palabras de AMLO y con su ejemplo desafiamos a la imaginación. Porque cuando se
comprende el significado de la lucha social, cuando se impide la soberbia y la
estupidez, se alinean nuestros pensamientos y nuestras acciones a favor de la
justicia, la democracia y la libertad
(*) Espartaco, Howard Fast, Editorial Quinteto
sábado, 29 de noviembre de 2025
Hoy, un
homenaje a un héroe irrepetible
Por JESÚS
SOSA CASTRO
Hoy 28 de noviembre
del 2025, el pueblo mexicano recuerda el ciento catorce aniversarios del “Plan
de Ayala” promulgado por el General Emiliano Zapata. Hace años, acompañado de
dirigentes campesinos y mi camarada Armando Martínez Verdugo, nos dimos cita en
las montañas de Ayoxuxtla, Puebla, para hacerle un homenaje a quien ha sido uno
de los héroes campesinos, más grandes que ha tenido la historia nacional. Como
todos sabemos el Plan de Ayala reivindicaba la restitución de las tierras a los
hombres del campo, las cuales habían sido arrebatadas por caciques, hacendados
y terratenientes.
El Gral. Emiliano Zapata y sus lugartenientes, conocían a
fondo los sentimientos y las causas que engendraban la inconformidad de los
pueblos del Sur. Los engaños y las traiciones de caciques y políticos, los
llevaron a plantearse la necesidad de plasmar en un documento las causas que
explicaran lo que sí podían concebir como su propia revolución. Anhelaban justicia
y acabar con casi cuatro siglos de explotación, oprobio y marginación. La
inequidad, acentuada durante el régimen porfirista, hizo que la proclama
reivindicativa firmada por los zapatistas en las montañas del sur privilegiara
la justicia sobre cualquier otro principio. La exigencia zapatista pasó a ser
la más importante demanda de la Revolución Mexicana
De entonces a la fecha han pasado ciento catorce años, y a
pesar de ello, la proclama zapatista, sigue encarnando hoy la máxima aspiración
de los pueblos. Saben que en ese paisaje de murmullos de la naturaleza, donde
el espacio silente se conjuga con una diáfana sonoridad, donde las palabras que
se pronuncian adquieren una enorme dimensión, donde se conjugan el amor a la
tierra, al trabajo de miles de mujeres y hombres, donde los latidos del corazón
se oyen al subir y bajar las montañas del sur, donde el orgullo de los
zapatistas sigue presente; Zapata encontró el remanso que necesitaba para darle
a la lucha el contenido histórico que exigía ¡Tierra y Libertad!
Zapata, dicen algunos de sus historiadores, no solo era un
gran luchador social. Sabía que la proclama contenida en el Plan de Ayala no la
podía hacer en los pueblos de Morelos, siempre asediados por sus enemigos.
Tenía que encontrar el lugar idóneo en otra región, que estratégicamente le
proporcionara la seguridad requerida por lo que decidió trasladarse a los
pueblos del Sur de Puebla, donde los hombres y las mujeres de la Baja Mixteca,
se declararon listos para salvaguardar su vida y hacer posible la promulgación
de su proyecto político. Por eso se fue con su ejército al pueblo de Ayoxuxtla.
Allí vio y sintió la aglutinación de su pueblo y las bondades de su proyecto.
Quedaba en la conciencia, el valor y la decisión de la gente, construir la
nueva patria que se quería. En esa tierra que evoca a la eternidad, se dio un
salto mayúsculo en la historia de México. Desde entonces la rebelión de los
pueblos del sur se transformó fehacientemente en una revolución. Por eso,
Zapata sigue siendo un héroe irrepetible
viernes, 28 de noviembre de 2025
La noche del alacrán Por JESÚS SOSA CASTRO Ahora que los jóvenes, la presidenta y muchos de los que venimos del populacho estamos convocando a la MARCHA-CONCENTRACIÓN en el zócalo para el 6 DE DICIEMBRE, se me vino a la memoria un pasaje de mi vida infantil, que brevemente, contaré. Cuando era un chamaco quise conocer al Gral. Lázaro Cárdenas del Río. Me entusiasmaba su paso por mi pueblo sien aún un chamaco. El gozo me salía por todos los poros, pues en la escuela rural donde estudiaba, el maestro nos hablaba de las políticas de su gobierno y de su cercanía con la gente. Un general que había sido presidente y que ahora, sin serlo, seguía caminando por las mixtecas, era importante conocerlo sobre todo ahora que se dirigía al Río Balsas. Para tal efecto teníamos que trasladarnos de la región montañosa llamada Cañada Chica donde estaba asentado nuestro cantón. De otra manera no lo veríamos Para lograr este propósito teníamos que venirnos de la casa de la montaña donde sembrábamos, al otro pueblo que se llamaba San José Cañada Grande. Era un poblado chico, pero lleno de la algarabía y de las tradiciones que imponían los tiempos del Señor. La religiosidad de la gente explicaba por qué en esa población y en lugares aledaños vivíamos con el Cristo en la boca, pues un fanático religioso traía a la población harto espantada. El cristero Olegario Cortés que era el mero chipocludo de la región, pasó de defensor de la doctrina religiosa, a un asaltante, asesino y violador. El pueblo, en cambio, concentraba su espiritualidad en hacerle el bien a la gente, especialmente a los “señores grandes” y a quienes se partían el alma trabajando Un día de esas lejanas épocas corrió el rumor de que el Gral. haría una parada en mi pueblo, San José. Mi padre y yo queríamos conocerlo, su prestigio como presidente se había incrustado en las venas de nuestro corazón. En las ancas del burro y abrazado de mi padre recorrimos más de ocho km. por la noche para que al siguiente día pudiéramos saludar al que había sido presidente. Llegamos tarde a la casa de San José, abandonada, llena de polvo y de basura. Sin más mi padre tendió un petate de palma y nos acostamos para al día siguiente esperar a tata Lázaro. Estando dormido, fui picado por un alacrán. Me vi muy mal, sentía que me ahogaba, no podía respirar, el habla la perdí, estaba entumecido. En esas condiciones no pude ver al Gral. ni abrazarlo, me perdí el acto de masas. Mi padre que, si estuvo en el mitin, le platicó mi situación al Gral. y con el médico que lo acompañaba, fueron a verme cuando aún estaba recostado en mi petate Como infante me perdí el 1er. evento de masas que iba a haber en mi pueblo. Después llegué a México, aquí, conocí a decenas de luchadores que le dieron contenido a lo que me había impedido el alacrán. Mis primeros actos de masas los hice siendo estudiante, maestro, comunista y luchador social. Ahora a décadas de distancia rindo un homenaje al Gral. que no pude abrazar y a todos los que a pesar de los zopilotes nos vamos a encontrar EL 6 DE DICIEMBRE, AL LADO DE MI PUEBLO Y DE MI PRESDENTA. Después, lo que venga
sábado, 22 de noviembre de 2025
La
carroña, el rencor y la violencia, retrato de los fachos
Por JESÚS
SOSA CASTRO
Estamos viviendo tiempos de buitres. Los adversarios del
cambio se retuercen de frustración y de rencor. Es importante saber saber
cuáles son las razones de fondo que hacen que los enemigos de la 4T estén en la
histeria, en el lagrimeo, en el colapso. Su ardor no sólo proviene de las derrotas
electorales que sufrieron en el 18, en el 24, y en las marchas del 15 y el 20
de noviembre del 25. Lo que les duele y no han superado, es que se les hizo
cochambre la soberbia, se les cayó el pedigrí, el falso linaje que creyeron
poseer. El trabajo de los obreros, campesinos y pueblo en general, los hicieron
creer que la explotación que ejercían sobre ellos les daba el derecho de pasear
la idea de que eran intocables, que los dominaban, los controlaban y los mandaban.
Disfrutaron de la impunidad por muchas décadas, eran los señores de horca y
cuchillo, detentaron el poder económico y político, subestimaron la
inteligencia de la gente, se burlaron de su cultura, de sus tradiciones, de su
organización y de su capacidad de resistencia
Esos que ya no mandan y que han enloquecido porque no tienen
ni rumbo ni proyecto, están desplegando una campaña que muestra su odio, su
frustración, su nula formación cultural y su falta de ética. Por mucho tiempo
sostuvieron que bastaba con ir a misa o traer la biblia bajo el brazo para que
creyeran merecer el aprecio de los que calificaban como el populacho. Usaron su
poder económico como un distintivo para que la pelusa los respetara, votara por
ellos o justificaran traer a ejércitos extranjeros para gobernarnos. ¡Se
equivocaron! AMLO y CLAUDIA le abrieron los ojos al pueblo y pusieron a
trabajar lo que el filósofo prusiano Ernesto Cassirer llamó “el lenguaje
conceptual que llega al corazón de la gente, al sentimiento, a la organización,
y a la lucha” (1) Ambos gobernantes unieron estos conceptos con las ideas de Guillermo
Bonfil Batalla quien calificó a “los políticos de la oposición, como unos zafios,
elementales y sobre todo, ajenos a la cultura, a los ideales y a las
necesidades del pueblo” (2) México profundo , Edit. Grijalbo
Esto es lo que estamos viendo hoy. Los que están atrás del
bloque negro, de los provocadores, de los que no tienen ni cerebro, ni proyecto;
son los que históricamente han despreciado las condiciones económicas, las tradiciones,
la cultura y la filosofía de nuestros pueblos. Por eso la gente los repudia, los
colma de insultos y no vota por ellos. Sólo a AMLO, a CLAUDIA y al Gral. Lázaro
Cárdenas del Río, el pueblo les dio su admiración y su respeto. A los que
ladran contra el gobierno y contra el pueblo, sólo viven el desprecio, la
crítica y el repudio de los explotados del país. Su ruido y sus provocaciones se
deben a que están huérfanos de madre, de ideas y de ética. Su corazón es el
bloque negro y sus venas, los buitres y los hijos de puta que no pagan sus impuestos.
El pueblo defenderá con amor lo que ha conquistado con su lucha. Qué ellos
sigan consumiendo carroña, expresando su odio y su rencor, el populacho los
seguirá poniendo en su lugar
(1). - Filosofía de las formas simbólicas y el pensamiento
mítico. Ernesto Cassirer, FC