miércoles, 24 de agosto de 2016

Lucha magisterial y sustentabilidad revolucionaria

Por JESÚS SOSA CASTRO

Como es mi costumbre, hoy martes por la mañana me levanté para enterarme de lo que pasa en el país. Dos noticias me sacudieron. Los maestros continúan la huelga indefinida hasta lograr la abrogación de la Reforma Educativa y la denuncia de Carmen Aristegui sobre el plagio de Enrique Peña Nieto. La trascendente decisión de los maestros no sólo es un monumento a la dignidad y al decoro político en este momento de indefiniciones y represiones gubernamentales. Su desafío de continuar con la huelga nacional hasta que se abrogue la llamada Reforma Educativa, es el paso más importante que han dado los maestros en los últimos tres meses. ¡La administración del conflicto por parte del gobierno hartó al magisterio y a los padres de familia!
 ¡Después de estos días de movilizaciones continuas, se cayeron las máscaras! El gobierno ha confirmado su talante manipulador y amenazante, mientras el magisterio y una parte importante del pueblo, han decidido dar la batalla por sus derechos ancestralmente pisoteados. Las élites que durante casi ochenta años han producido y tergiversado leyes y reglamentos para fortalecer sus intereses de clase, hoy se están encontrando con una fortaleza en cuyos muros está adherida la valentía y la dignidad de miles de maestros y porciones importantes de pueblo. Todos están dispuestos a ganar esta batalla. A pesar de que aún no llegan al nivel que muchos quisiéramos, estos luchadores están conquistando un espacio de “sustentabilidad revolucionaria con un amplio sentido libertario” que atraviesa los conformismos y la mediatización que en otros momentos se expresaba en las luchas populares
El momento que vive el país testifica que hay una porción de revolucionarios que cuestionan al sistema y libran la batalla por la conciencia y el corazón de las grandes multitudes que hoy se manifiestan en las calles. Los cantos y las acciones que suben y bajan por las montañas del Centro y del Sur de nuestro territorio, son la señal de que algo grandioso empieza a nacer en este país tan agraviado por la burguesía y tan abandonado por los partidos políticos
La resistencia magisterial-popular nos está enseñando que “si la lucha se limita a las demandas reivindicativo-sectoriales, la lucha se estrecha a un estado defensivo y de derrota”(1) Con su propia voz y sus estrategias aprobadas en grandes colectividades, el alzamiento magisterial-popular, así como la lucha por la aparición de los 43 de Ayotzinapa, son hoy la catapulta que está haciendo duradero, consciente y firme uno de los alzamientos más perdurables y de mayor profundidad que se ha dado en los últimos tiempos. La fuerza de estas decisiones está entrando por la puerta grande en amplios sectores de la opinión pública nacional. El gobierno no podrá desentenderse de la fuerza de estas luchas y está obligado a resolver estas demandas, so pena de sufrir una derrota política de incalculables consecuencias
En el centro de estos grandes alzamientos, está la “lucha por una nueva institucionalidad, especialmente por un nuevo tipo de Estado, una nueva normatividad para la convivencia de los mexicanos, que abra las compuertas a nuevas políticas públicas y a nuevas relaciones de producción y reproducción de la vida de los mexicanos” Estas son las razones por las cuales las acciones de los maestros y de los sectores populares, han calado tan profundamente en amplios sectores de la opinión pública de México. Ver las cosas con la simplicidad y ligereza con que lo hacen algunos políticos y grupos de poder, es no entender que el hartazgo ha colmado la paciencia de la mayoría de la población y que las acciones de hoy, son apenas el inicio de las luchas que vienen
La insatisfacción social que se expresa al margen de las instituciones, se debe a “que los partidos políticos se alejan cada vez más de la sociedad, se acercan más entre sí y al gobierno” convirtiéndose en soportes y comparsas de sus políticas. Una insatisfacción social que se mueve en estos parámetros suele conducir a la falta de articulación de los alzamientos y a la falta de permanencia en la escena pública. “Qué bueno que haya movimientos sociales, que malo que no estén articulados ni tengan dirección política, porque eso los hace efímeros” (2)
¿Los partidos políticos dónde andan? Salvo Morena, que ha expresado públicamente su apoyo al alzamiento de los maestros y a su digna actitud frente a la arbitraria y represiva posición del gobierno de Peña Nieto sobre la Reforma Educativa, todos los demás están en el negocio de la corrupción. Haciendo leyes para quitarle derechos a la gente y facilitar la entrega de nuestras riquezas naturales a las empresas transnacionales. A estos y a su gobierno, no les importa la salud de la gente, la falta de empleo, la violencia, las desapariciones forzadas, los crímenes de lesa humanidad. Están trabajando coordinadamente para imponer una candidata pelele de color azul para el 2018 ante el desprestigio del partido tricolor y haciendo rentables sus negocios. Mientras tanto Peña Nieto sigue entrampado en sus propias amenazas. Ser un presidente plagiador, corrupto e inútil no le dan derecho a querer evaluar a los maestros. ¡Es mejor que se vaya a jondear gatos de la cola!  


(1).- Frases y comentarios entrecomillados, son créditos del libro Notas políticas de Armando Martínez Verdugo, Ediciones Autodeterminación

(2).- Democracia, participación y partidos, de Octavio Rodríguez Araujo, Editorial Orfila

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