¿Hacia dónde nos llevan los agravios?
Por JESÚS SOSA CASTRO
En mi artículo anterior
señalaba que en esta coyuntura estaba en juego la dirección político estatal de
la sociedad mexicana, que las condiciones objetivas y subjetivas favorecen la
lucha de importantes sectores del pueblo, que las ideas y el trabajo de los
revolucionarios para construir la fuerza proletario popular, tienen hoy posibilidades
inmejorables para desarrollarse y convertirse en el potencial que se requiere
para lograr que este río de gente termine
por sacar al PRIAN del gobierno
Hay que decir que en
este despliegue popular se contienen hechos y posiciones de clase que explican
el comportamiento político de amplios sectores populares que ahora están
participando en la coyuntura político- electoral. El arribo a Morena de
personas y grupos otrora adversarios abiertos de las políticas de las fuerzas
democráticas y de izquierda, hay que estudiarlo y disponerse a entender lo que
está pasando en su interior y en la
actitud de estas personas y sectores. Algo trascendente ocurre en su conciencia
que sin más, se están desprendiendo de sus organizaciones políticas y sociales
para apoyar el Proyecto de Nación, que no ingresar a Morena, que encabeza López
Obrador
Quien los califique solo
como trepadores u oportunistas que llegan en busca de privilegios o con el
interés de conservar sus espacios de poder, se equivocan de manera rotunda.
Desde luego que hay quienes llegan pensando en eso, pero el paso que da la
mayoría de ellos para apoyar un proyecto político que hasta hace algunos meses
les era ajeno por completo, conlleva algo más que buscar un puesto de
representación popular o infiltrarse en la Dirección de Morena. Creo, en
cambio, que esa mayoría llegó a la conclusión de que resultado de su ineptitud,
de su entreguismo y de haberse convertido en el instrumento del imperio
norteamericano, el control y mando que por centurias ha mantenido la burguesía dominante
han sufrido un serio desgaste y por lo
tanto, el pueblo está decidiendo salirse de su sus filas
En el actual
comportamiento político, los sectores que están participando en esta justa
político electoral viven el montón de agravios, las condiciones de vida que han
sufrido en todos los tiempos, una conducción social y política ineficaz y el
correspondiente debilitamiento de las políticas neoliberales de la burguesía
dominante que le impide mantener a flote su credibilidad y sus políticas
públicas. Por eso para intentar quedarse en el poder, ha desatado el más
miserable golpeteo mediático, una enorme campaña de mentiras, de engaños y de
odio, todo porque le asusta el creciente apoyo popular a la candidatura de AMLO.
Tal es su miedo que para intentar frenar su derrota, Peña Nieto ha logrado que
el Congreso apruebe la Ley de Seguridad Interior que no es otra cosa que el intento
de contener por la fuerza el encabronamiento de la mayoría del pueblo mexicano
¿Nos explicamos ahora
por qué sectores y personas más allá de las fuerzas democráticas y
revolucionarias están disponiéndose a luchar al lado de una opción que le ha
roto el espinazo a las políticas de la burguesía gobernante? Es verdad que la
Dirección de Morena no está haciendo bien las cosas al interior del partido. Que
no admite el debate ni la crítica a propósito de las imposiciones de candidaturas
ajenas al perfil que se marca en los documentos básicos, que en varios Estados los enlaces, en
contubernio con la CNHyJ amenazan con la expulsión a los que critican las
imposiciones de oportunistas de dentro y de fuera de la organización. Pero vuelvo a preguntar: ¿sólo los puros de Morena, los
impolutos, están en condiciones de cambiar este régimen político? ¿El llamado a
los mexicanos para unirnos en un solo torrente para derrotar al prianismo tiene
que ver con la idea de que los que vienen a Morena arriban con el insano propósito de producir una
implosión, cuando Morena logre el casi seguro triunfo electoral?
Yo creo que todos los revolucionarios
y demócratas, estamos obligados a observar cuidadosamente lo que está ocurriendo
en esta coyuntura político electoral. Un traspié en el manejo de la táctica y
de la estrategia a las que obliga el momento nos llevaría a una seria derrota y
a un largo impase en las luchas del pueblo. Tenemos la ventaja de que los
sectores políticamente activos han despertado y que ya no se les puede
manipular fácilmente ni por la izquierda ni por la derecha. La gente ha
entendido que Gramsci tenía razón cuando afirmaba que “el problema de toda
organización política, no está en sus diferencias internas sino en comprender
cómo puede el pueblo y su partido, hasta ahora dominados, volverse clase
dirigente y ejercitar el poder político, económico y social” ¡Esto es lo que
hay que tomar en cuenta y no andar gastando la pólvora en infiernitos!
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