miércoles, 25 de septiembre de 2019


Los principales adversarios de Morena están en Morena

Por JESÚS SOSA CASTRO

A casi seis años de haberse fundado el partido Movimiento Regeneración Nacional, es saludable hacer una primera evaluación de su trabajo. En este período ha caminado una ruta que va de la insurgencia ciudadana a la desmovilización. Desde su inicio y hasta el 1º de julio del 18, tuvo la capacidad de atraer a sus filas a lo mejor del pueblo y de la inteligencia nacional. Miles y miles de mujeres y hombres dimos trabajo, tiempo y muchos, la vida, para construir un partido que recogiera las experiencias, el programa y las luchas del pueblo. La sensibilidad y la visión de quienes impulsamos su surgimiento, fueron determinantes para lograr que en cinco años treinta millones de ciudadanos lo ungieran como la organización política con más ascendencia en la opinión pública nacional. En este tramo de su vida ganó la mayoría del Congreso y la presidencia de la república. La honra, el respeto y el orgullo que aportó nuestro pueblo se convirtieron en un ejemplo digno de ser recordado
Muchos organismos de base que fueron construidos en centros de trabajo, colonias, barrios, ejidos, municipios, Estados y a nivel nacional, dieron vida política al nuevo partido. Fueron la expresión democrática de una militancia que cautivó a millones de ciudadanos para que apoyaran su organización e impulsaran el cambio de régimen en el que estamos participando. Sin embargo, después del 1º de julio del 18 el poder de convocatoria y el entusiasmo empezaron a caerse por falta de capacidad política y nula organización. Un partido defensor de las luchas sociales devino en un instrumento básicamente electoral, se olvidó de darle estructura a sus bases, cedió espacio a los oportunistas y convirtió a Morena en un partido mediatizado, sin dirección y sin rumbo político 
La mayoría de los militantes no estamos de acuerdo con lo que está pasando en nuestras filas. Estamos en contra de que nuestra actividad se convierta en disputa de candidatos sin historia y sin principios. El oportunismo de algunos está rompiendo el ánimo y pervirtiendo el sentido de la política. Los que ya andan en campaña ponen por delante sus intereses en lugar de volver la mirada hacia la urgencia de atender la crisis orgánica y política que vive el partido. Si la militancia no hace sentir su capacidad decisoria para hacer de Morena un instrumento de lucha, si no lleva a sus cuadros a los puestos de dirección y los convierte en fuerza que apoye la 4T, cualquier otra cosa que se haga será mera simulación
Los que estamos preocupados por la pasividad, la desorganización y el alejamiento del partido respecto de las luchas sociales, estamos haciendo lo posible por cambiar esta situación. La indolencia y la falta de talento de los dirigentes no pueden ser lo que persista en el futuro de Morena. La discusión plural, crítica y en interés de la gente no se ha hecho y ya es necesario que se empiece a hacer. Basta ya de que el partido lo estemos perdiendo porque sus dirigentes no han entendido el significado de la rebelión social que está viviendo el país
La evaluación positiva que hace la mayoría del pueblo respecto de las políticas del presidente no se empata con la de Morena. Por doquier hay la opinión de que en los entresijos de éste, hay un cáncer que está afectando el funcionamiento normal de sus órganos. No hay una dirección sensible y atenta a lo que pasa en el país, ha abandonado sus funciones, la formación de sus cuadros, no hay organización de la militancia y no se apoya al presidente en su confrontación con el conservadurismo reaccionario y antinacional. ¿En qué se ocupa, entonces, la dirección?
Los adversarios del presidente los tenemos a la vista. No van a rectificar en sus posiciones porque su naturaleza de clase no se los permite. Pero lo que se explica en la oposición, no se justifica en la actitud de algunos militantes y dirigentes de Morena. En este caso no sólo hay omisiones y ausencias en la defensa de un proyecto político. La rebatinga y las confrontaciones en busca del poder y control del partido son una señal ominosa de que los que quieren dirigirlo no les importa ni la unidad ni la democracia interna, el fortalecimiento partidista que ayude a sacar adelante el Nuevo Proyecto de Nación. Lo que les importa es seguir viviendo del trabajo de otros y apropiándose de los recursos públicos. Winston Churchill decía que en todo cambio social profundo siempre aparecen tres tipos de enemigos: Los enemigos políticos, los enemigos a muerte y los compañeros de partido. Muchos sabemos quiénes son los nuestros
 

domingo, 22 de septiembre de 2019


Al Comité Ejecutivo Nacional de Morena
A los militantes en GAM
A los integrantes del Foro Nacional

La CONVOCATORIA emitida por el CEN de Morena para el cambio de dirigentes en los 300 distritos electorales y a nivel Nacional, ha dejado en las bases una serie de confusas interpretaciones.  El texto que hemos conocido se ha cambiado recurrentemente con propuestas que violentan el contenido de los Estatutos. En lugar de cuidar el ejercicio puntual de las normas internas y aplicar correctamente criterios éticos, morales, legales y democráticos, la dirección nacional es quien está generando estas confusiones. La legitimidad y la certeza que exige una elección de interés nacional está en entredicho
Preocupados por esta manipulada información y en nuestra calidad de militantes de Morena, queremos expresar que estos hechos no ayudan al proceso de cambio de dirigentes. La falta de seriedad y las constantes modificaciones escritas y verbales de la presidente en funciones están propiciando que los que quieren dirigir al partido, estén haciendo campañas que sólo lo están dividiendo. El uso desmedido de recursos y sus actividades proselitistas, no solo están jugando fuera de tiempo, están haciendo que los grupos corporativos presionen a las bases para que se pronuncien en forma adelantada por alguno de los aspirantes. Debido a estas irregularidades un importante sector de militantes de la alcaldía de GAM consideramos pertinente hacer públicas las siguientes posiciones
1a.- Demandamos que el Comité Ejecutivo Nacional se apegue estrictamente a los marcos estatutarios y garantice que la elección interna habrá de desarrollarse con absoluta certeza, transparencia, legalidad y legitimidad
2a.- Necesitamos saber cuál padrón de afiliados regirá en la elección para exigir que éste sea auditado por una instancia acreditada y profesional para que haya certeza y credibilidad tanto en la militancia como en los electores que votaron por las propuestas de gobierno el 1º de julio del 2018
3a.- Que el CEN actúe con la máxima responsabilidad en todo el proceso electoral, tome en cuenta la opinión de las bases y genere las condiciones para darle continuidad al Nuevo Proyecto de Nación
4a.- Que la falta de claridad en el manejo del cambio de dirigentes sea subsanada al través de una campaña nacional de medios, que permita a los miembros del partido saber cuáles son las reglas y decisiones que orientarán el proceso y se impidan el corporativismo y la coacción o compra del voto a favor de alguno de los presuntos candidatos
5ª.- Rechazamos las formas antidemocráticas, manipuladas y corporativas que están desplegando los aspirantes a presidir al Comité Ejecutivo Nacional. Violar las normas internas y menospreciar la decisión de las bases no puede asumirse como una práctica legal. El Artículo 8 señala que “Los órganos de dirección ejecutiva de MORENA no deberán incluir autoridades, funcionarios o integrantes de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial de los municipios, estados y la federación” Abundando en estas cuestiones, el Art. 43 fracción b señala: “No participarán servidores y funcionarios públicos de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial de los tres órdenes de gobierno, a menos que se separen de sus encargos con la anticipación que señala la ley”
Morena es un partido que está en los ojos de millones de ciudadanos que le dieron su voto y su confianza el 1º de julio del año pasado. El Nuevo Proyecto de Nación no puede ser víctima de viejas prácticas de personas o grupos de poder. Ha llegado el momento de convertir a Morena en el espejo en el que se puedan mirar con orgullo los que le dieron vida a esta organización política con la idea de que ésta serviría al pueblo, a la democracia, a la legalidad y a la transparencia.
En esta virtud, militantes de Morena de los distritos uno, dos y siete de la Alcaldía de Gustavo A Madero, hacemos del conocimiento del CEN y de las instancias comprometidas con este proceso que, en tanto no se aclaren las cosas, mientras no se respete la convocatoria emitida, mientras se sigan violando nuestras normas internas, mientras los que quieren dirigir el partido sigan sin respetar los Estatutos y no renuncien a las instancias partidistas o gubernamentales en las que se desempeñan; nosotros, los firmantes de este documento, hemos tomado los siguientes acuerdos
1º.- No aceptamos ninguna violación a los Estatutos ni por los precandidatos ni por alguna instancia de la estructura partidista
2º.- Rechazamos por anti estatutaria la propuesta asumida por la presidenta en funciones, de resolver la elección del CEN y de los Comités Estatales por medio de encuestas. Los estatutos señalan que éstas pueden ser una opción solo si se trata de elecciones constitucionales. La manipulación que se ha hecho en tres entidades del país ha desprestigiado a Morena y por lo tanto estas encuestas no debieran repetirse
3º.- En consecuencia, mientras no se cubran los requisitos a que están obligados los precandidatos, la militancia tiene el derecho a no sentirse representada por ninguno de los aspirantes a dirigir el partido. Lo que están haciendo hasta ahora, contraviene abiertamente nuestras normas internas y nosotros, no vamos a acompañar a nadie que opere con las viejas prácticas políticas que queremos desterrar
4º.- Exigimos que la dirección Nacional y las instancias coadyuvantes, se apeguen de manera estricta a las reglas oficiales con el objeto de que el proceso electoral sea un ejemplo de democracia, legalidad, legitimidad y transparencia
Alcaldía de Gustavo A Madero a 22 de septiembre del 2019
Nota.- Texto aprobado por unanimidad en la asamblea de militantes de los distritos 1, 2 y 7 de GAM el día 22 de septiembre en el Parque María Luisa
Por los colectivos presentes
Jesús Sosa Castro, Jaquelina Martínez Figueroa, Germán Martínez Montoya, Dalia Edith Castañeda Díaz, Arturo Huerta Pérez, Alejandra Villar Marín, Antonio Andrés León Zárate, Juan Romero Tenorio, María Isabel Malpica Pons, Lucía Pozos C, Magdalena Ortiz Villafaña, Claudia Jiménez S, Aurelia Lozano Nuevo, Gonzalo Arenas González, Urbano Carrera Solís, Hugo Fco. Gutiérrez Gil, Ángel Serrano Avilés, Jorge Rico Carrasco, Alejandro Carlos Torres, Serafín Ibarra López, César González Montes, Leopoldo Sánchez G, Daniel Hernández L, Eudomar González de Anda, Roberto Trejo García, José Javier Montoya García, Isaura Edith Ortega Rojas, Hilda Islas Guerrero, César González Morales, Esperanza García Díaz





miércoles, 18 de septiembre de 2019


Los nuevos sentimientos que mueven al país

Por JESÚS SOSA CASTRO

En anteriores celebraciones el zócalo era el receptáculo de la frivolidad, del desencanto. Se acudía para poner en juego una mirada insulsa sobre la historia, superficial en todos los sentidos. Oír un grito presidencial vacío, alejado de todo sentimiento nacionalista, banal, incoloro e insaboro, no movía ninguna fibra del corazón. Se asistía por costumbre, el acto en sí no generaba pasión, ni entusiasmo. Los que en esta ocasión celebramos los festejos de las fiestas patrias, llevamos en el ser un distintivo que nos diferencia de manera profunda con los actos anteriores. Hoy sentimos entusiasmo y orgullo nacional
Nueve meses de gobierno transformaron las cosas. En distintas formas empezó a forjarse un sentimiento patriótico abrazado por las tradiciones y la cultura de pueblos otrora excluidos por los distintos gobiernos. En esas celebraciones, su presencia obedecía a prácticas grotescas de acarreo, de entrega de dádivas. El objetivo era dar la impresión de que el presidente lo arropaban libre y merecidamente los ciudadanos. Hoy lo que hacen y dicen millones de mexicanos, está compuesto por un sentimiento patriótico y solidario que marca el deseo de alcanzar una vida llena de identidad y de esperanza
Lo que se ve, se dice y se oye en todas partes, tiene una explicación. La gente apoya al presidente de la República porque se identifica con su gobierno. Porque éste no escatima esfuerzos y recursos para cambiar la vida de los millones de mexicanos que fueron excluidos, olvidados y maltratados por regímenes que pusieron por encima sus intereses a los intereses del pueblo. Un sistema que sólo representaba a los explotadores, a los que se enriquecieron de manera miserable con el plus del trabajo de los obreros, de los trabajadores. El presidente llegó al corazón de los humildes, de los pobres, de los excluidos, con un proyecto de gobierno en el que sus demandas están presentes y atendidas. Esto es lo que expresa el apoyo y el regocijo popular
Es verdad que los avances democráticos que hoy están en el escenario son también producto de las luchas centenarias que impulsaron mujeres y hombres que hoy llevamos en nuestros pensamientos. Sus ideas y propuestas florecieron, no sin problemas, el 1o de julio del 2018. A todos estos héroes que el sistema mantuvo olvidados, vilipendiados, encarcelados o asesinados, hoy están presentes en la memoria y en el corazón de la gente. A ellos, les reconocemos su patriotismo y la entrega de su esfuerzo y de su vida, sus utopías empiezan a cumplirse. Hay otros, sin embargo, cuya mezquindad los lleva a afirmar que nada ha cambiado, que todo sigue igual, que han empeorado los problemas del país. Que el constructor de la rebelión popular que dio a luz, con un enorme trabajo, al Nuevo Proyecto de Nación, no ha cumplido con las propuestas prometidas
Además de estos malandrines que a todo se oponen, por ahí anda un “líder moral” cuya pequeñez y mediocridad lo han llevado a despreciar la participación del pueblo en su propia emancipación. Vive su vergüenza criticando al mejor líder que ha parido la matria en poco más de dos siglos. Su envidia y su frustración les quieren quitar méritos no a los héroes y luchadores de décadas atrás, sino al que ha tenido las agallas, la inteligencia y la habilidad para entender y luchar por las demandas del pueblo. Este hombre construyó un nuevo camino para sacarlo del abandono, de la   miseria y de la orfandad política. La crítica que le hacen la derecha cristera y la izquierda extraviada, no le ha impedido compartir el trabajo y la esperanza con quienes quieren recuperar su dignidad y sus libertades
Nadie con dos dedos de frente puede afirmar que estamos viviendo lo mismo que por centurias nos impusieron el sistema y sus gobernantes de papel. Los que realmente dirigían el país se enriquecieron porque entre otras cosas se movieron en la impunidad y en la corrupción. Esa era su naturaleza. Le robaban a México y a los trabajadores sus riquezas y el fruto de su trabajo. Hoy están siendo obligados por la ley para que cumplan, por lo menos, con sus obligaciones fiscales. Lo que falta por hacer, se hará, sin duda alguna
Pero lo que no se puede negar, es que hoy, hay otras causas que mueven los sentimientos de la gente. El cambio que está empezando es no solo la esperanza sino el activo principal que hoy mueve a la mayoría de la población. El grito de ¡Viva México y vivan  los héroes que nos dieron patria y libertad! es un grito que retumba en todos los rincones de la patria. La conducción presidencial y la participación del pueblo en la forja de su destino, son lo que hoy llena de orgullo a la gente y a la nación   



miércoles, 11 de septiembre de 2019


¿Cómo cambiar un país sin cambiar a sus políticos?

Por JESÚS SOSA CASTRO

Sigue haciendo falta explicarnos qué es lo que está sucediendo en Morena. En el marco de muchas preocupaciones compartidas por militantes y por ciudadanos que vieron en este partido la posibilidad de que, en nuestra historia, no se repitieran los errores y las políticas que han llevado a otras organizaciones a una debacle, dos hechos aparecen como relevantes. El deficiente desempeño de la dirección frente al proceso de cambio que votaron 30 millones de ciudadanos y una vieja práctica excluyente que estorba la construcción de un partido capaz de entender y actuar según lo exigen las circunstancias
En el escenario que estamos viviendo hay muestras evidentes de que la mayoría de los que integran los órganos de dirección de Morena no está calificada para dirigir una organización que lleva en sus entrañas la enorme responsabilidad de sacar adelante un proyecto de gobierno distinto del que habíamos vivido por siglos. La cultura priista del sometimiento a las jerarquías por muchos años dominante, convirtieron al pueblo en un ente que le costó tiempo entender la necesidad y la urgencia de enterrar esas prácticas que hicieron de sí mismo un instrumento, dependiente y reacio a poner en juego su sabiduría y su orgullo cultural, paradigmas que lo han acompañado en toda su historia
Ha sido el trabajo de un hombre que entendió que, solo hablando directamente con el pueblo, recorriendo metro a metro los 2 457 municipios se pudrían sacar a flote sus convicciones libertarias, adormecidas por décadas, por la cultura enajenante e inmoral de un sistema depredador y corrupto. Fue el 1º de julio del 2018 cuando una revolución social lo puso en entredicho y sembró las bases para un cambio que hoy estamos construyendo
Este fenómeno aun indescifrable por una parte de la clase política y por amplios sectores del pueblo, requiere de una puntual y urgente explicación. Más cuando el impulsor principal de darle dirección y contenido a este hecho histórico ha mostrado una enorme incapacidad para defenderlo de sus detractores. No ha sabido aprovechar la participación masiva de un pueblo que quiere participar en la transformación, pero no hay quien lo organice y lo alimente políticamente. El compromiso que como partido inoculó en la conciencia de la gente para acabar con la crisis económica y social, no solo no lo está cumpliendo, sino que no lo ha entendido. La ceguera y la atrofia política de los dirigentes están poniendo en duda la viabilidad orgánica y política de un instrumento que evite la regresión del proyecto
Ha sido la coyuntura que implica el cambio de dirección y la ausencia política de los líderes para dirigir y explicar el contenido de la 4T lo que ha puesto al descubierto lo que pasa en el alma y en el cuerpo de Morena. Tales son estas evidencias que en la mayoría de los Estados del país se observa una rebelión de la militancia exigiendo democracia, participación en la elección de sus órganos de dirección, actuar al lado de las luchas del pueblo, formar política e ideológicamente a sus cuadros, explicar el significado del Nuevo Proyecto de Nación, salirle al paso a la crítica ponzoñosa de la derecha ñoña y construir un partido fuerte y democrático capaz de defender su proyecto más allá del 2024
Todo esto junto, se ha convertido en el principal detonador de la creciente participación de la militancia a nivel nacional. A casi seis años de que se fundó el partido, el creciente despertar de la gente es algo verdaderamente inusitado. Quienes hemos estado recogiendo los sentimientos y la irritación de la militancia, observamos que a los vividores de la política les va a resultar difícil quedarse con el partido. Como sucede con las aguas del subsuelo, la fuerza acumulada de la militancia está brotando a borbollones por todas partes. Lo que vibra en las asambleas que están nutriendo la actividad política en las filas de Morena, está lleno de pasión partidista y de una exigencia por demás democrática
La decisión de organizarse de manera libre, independiente de los órganos de dirección, no contiene ninguna actitud fraccional. No. Se trata de recuperar el derecho a opinar, de participar, de organizarse, de estudiar y de luchar al lado de quienes nos reconocemos los impulsores de este cambio virtuoso que estamos construyendo. Quien no entienda esto y exija a la gente que se pliegue a los grupos de poder, a los comandantes del corporativismo y el acarreo, temo que la base los va a rebasar. Sólo vamos a construir el partido que hoy estamos perdiendo por la falta de talento de sus dirigentes. ¡Nada más, pero nada menos!

       


miércoles, 4 de septiembre de 2019


Entre chupamirtos y zopilotes

Por JESÚS SOSA CASTRO

En la región de la mixteca poblana hay un hermoso pájaro (no es albur) que el pueblo  llama chupamirto. Se trata de un ave picuda que anda de flor en flor extrayéndoles la miel y el polen. Con estas materias naturales endulzan la vida miles de personas en el mundo y se polinizan las plantas. Si así trabajaran muchos de los políticos “picudos” de morena, el encabronamiento de la militancia no existiría. Pero resulta que estos buenos para nada desde que fueron llevados al poder se divorciaron de sus electores, de sus bases, de su partido. Durante su ejercicio no dijeron o hicieron algo importante que los reivindicara con  la gente. Los ganó el chambismo, la corrupción. Perdieron el piso y mostraron incapacidad. Con esto, perdió el partido y perdió la política
 El mundo animal está de luto, se siente agraviado por un comportamiento mendaz, interesado y perverso de los pájaros de cuenta que hoy, vuelan y vuelan buscando otra vez la fuente de sus voraces apetitos. El poder y el dinero son su objetivo. Son unos verdaderos zopilotes. La comparación pareciera fuera de lugar pero resulta que estos políticos de pacotilla no les han hecho ningún servicio importante a los ciudadanos, al pueblo y menos a la nación. ¡Lo que sí han hecho es desprestigiar este noble ejercicio social!
 Los chupamirtos morenos que le tiran más a aves carroñeras, perdieron la oportunidad de ser comparados con el ave diligente y hermosa que si trabaja de verdad llamada chupamirto o picaflor. Pero en tiempos de elecciones y de recambios en algunas esferas del poder éstos se la pasan zopiloteando alrededor de él, muestran su oportuismo, la corrupción. Son políticos que no hablan con la gente, que no han vuelto a ver a sus electores, que no conocen las demandas del pueblo, son, eso sí, unos levanta dedos y buenos para nada.  Los invade la arrogancia y el deseo de vivir como fifís pero sin trabajar. Les gusta salir en todas las fotos al lado de los “jefes” hacen relaciones políticas con los de la nomenclatura con el claro propósito de seguir pegados a la ubre
Es verdad que este fenómeno no es nuevo, la cultura priista ha sido siempre el sello que ha configurado a los mediocres. Los tiempos que corren hacían suponer que los promovidos por el partido a distintos encargos iban a ser diferentes, que sabrían cumplirle a la gente, que harían un digno papel en defensa de las causas del pueblo. Pero no fue así, resultaron tan ineficientes y vanos que muchos de ellos dan pena ajena. A tal grado han cultivado estas prácticas que ahora que se están cambiando comisiones en el parlamento y se está por elegir nuevos dirigentes en el partido, los chapulines se están saltando todas las reglas con el objeto de seguir buscando el poder político y el dinero
¿Hacia dónde nos están conduciendo este tipo de cosas? Es obvio que los más desencantados son los que trabajaron para construir un partido en el que estuvieran presentes la democracia, la participación de la militancia, la formación política, el esfuerzo popular para  lograr un país con equidad y justicia. Millones de mexicanos abrazaron este proyecto que, sin el partido,  sigue impulsando en solitario el presidente López Obrador. Morrena y la mayoría de sus cuadros, ni entienden ni mucho menos apoyan la 4T. No hay compromiso de nada ni capacidad para confrontar a una oposición ñoña pero ruidosa, que por todos los flancos ataca las decisiones políticas del gobierno federal, mientras sus intelectuales y sus dirigentes se la pasan peleando por el control y la promoción de su gente con miras al Congreso Nacional y a las elecciones del año 2021
Tan mal andan las cosas que el presidente ha dicho que si el partido se “descompone” renunciaría a él y pediría que el nombre de Morena fuera retirado de las manos afiebradas de los oportunistas y buscadores de puestos. ¡Ojalá nada de esto suceda! Pero si las cosas no cambian y el presidente cumple su palabra, la militancia se va a ir con él,  dejaría de estar en los residuos de esa organización. Los que se queden con el cascarón tendrían que pensar si lo que más les conviene es irse a la basura con el PRD o con su hijastro bautizado con el nombre de Futuro 21. Si se corrigen las cosas, Morena tendría que aplicar los Artículos 8 y la fracción b del 43 de los Estatutos, que señalan que ningún funcionario público puede participar en campañas y puestos del partido a menos que renuncien a ese servicio con 90 días de anticipación. Por lo pronto Ramón Jiménez López y sus operadores, todos o la mayoría funcionarios y trabajadores en RTP, no tienen nada que hacer en seguir organizando a sus tribus en GAM. Es mejor que se retiren a sus funciones y dejen que la militancia resuelva libremente sus problemas internos