Los
nuevos sentimientos que mueven al país
Por JESÚS
SOSA CASTRO
En anteriores celebraciones el zócalo era el receptáculo de
la frivolidad, del desencanto. Se acudía para poner en juego una mirada insulsa
sobre la historia, superficial en todos los sentidos. Oír un grito presidencial
vacío, alejado de todo sentimiento nacionalista, banal, incoloro e insaboro, no
movía ninguna fibra del corazón. Se asistía por costumbre, el acto en sí no
generaba pasión, ni entusiasmo. Los que en esta ocasión celebramos los festejos
de las fiestas patrias, llevamos en el ser un distintivo que nos diferencia de
manera profunda con los actos anteriores. Hoy sentimos entusiasmo y orgullo
nacional
Nueve meses de gobierno transformaron las cosas. En distintas
formas empezó a forjarse un sentimiento patriótico abrazado por las tradiciones
y la cultura de pueblos otrora excluidos por los distintos gobiernos. En esas
celebraciones, su presencia obedecía a prácticas grotescas de acarreo, de entrega
de dádivas. El objetivo era dar la impresión de que el presidente lo arropaban
libre y merecidamente los ciudadanos. Hoy lo que hacen y dicen millones de
mexicanos, está compuesto por un sentimiento patriótico y solidario que marca
el deseo de alcanzar una vida llena de identidad y de esperanza
Lo que se ve, se dice y se oye en todas partes, tiene una
explicación. La gente apoya al presidente de la República porque se identifica
con su gobierno. Porque éste no escatima esfuerzos y recursos para cambiar la
vida de los millones de mexicanos que fueron excluidos, olvidados y maltratados
por regímenes que pusieron por encima sus intereses a los intereses del pueblo.
Un sistema que sólo representaba a los explotadores, a los que se enriquecieron
de manera miserable con el plus del trabajo de los obreros, de los trabajadores.
El presidente llegó al corazón de los humildes, de los pobres, de los excluidos,
con un proyecto de gobierno en el que sus demandas están presentes y atendidas.
Esto es lo que expresa el apoyo y el regocijo popular
Es verdad que los avances democráticos que hoy están en el escenario
son también producto de las luchas centenarias que impulsaron mujeres y hombres
que hoy llevamos en nuestros pensamientos. Sus ideas y propuestas florecieron,
no sin problemas, el 1o de julio del 2018. A todos estos héroes que el sistema
mantuvo olvidados, vilipendiados, encarcelados o asesinados, hoy están
presentes en la memoria y en el corazón de la gente. A ellos, les reconocemos su
patriotismo y la entrega de su esfuerzo y de su vida, sus utopías empiezan a
cumplirse. Hay otros, sin embargo, cuya mezquindad los lleva a afirmar que nada
ha cambiado, que todo sigue igual, que han empeorado los problemas del país.
Que el constructor de la rebelión popular que dio a luz, con un enorme trabajo,
al Nuevo Proyecto de Nación, no ha cumplido con las propuestas prometidas
Además de estos malandrines que a todo se oponen, por ahí
anda un “líder moral” cuya pequeñez y mediocridad lo han llevado a despreciar la
participación del pueblo en su propia emancipación. Vive su vergüenza
criticando al mejor líder que ha parido la matria en poco más de dos siglos. Su
envidia y su frustración les quieren quitar méritos no a los héroes y
luchadores de décadas atrás, sino al que ha tenido las agallas, la inteligencia
y la habilidad para entender y luchar por las demandas del pueblo. Este hombre construyó
un nuevo camino para sacarlo del abandono, de la miseria y de la orfandad política. La crítica
que le hacen la derecha cristera y la izquierda extraviada, no le ha impedido compartir
el trabajo y la esperanza con quienes quieren recuperar su dignidad y sus libertades
Nadie con dos dedos de frente puede afirmar que estamos
viviendo lo mismo que por centurias nos impusieron el sistema y sus gobernantes
de papel. Los que realmente dirigían el país se enriquecieron porque entre
otras cosas se movieron en la impunidad y en la corrupción. Esa era su
naturaleza. Le robaban a México y a los trabajadores sus riquezas y el fruto de
su trabajo. Hoy están siendo obligados por la ley para que cumplan, por lo
menos, con sus obligaciones fiscales. Lo que falta por hacer, se hará, sin duda
alguna
Pero lo que no se puede negar, es que hoy, hay otras causas
que mueven los sentimientos de la gente. El cambio que está empezando es no
solo la esperanza sino el activo principal que hoy mueve a la mayoría de la población.
El grito de ¡Viva México y vivan los
héroes que nos dieron patria y libertad! es un grito que retumba en todos los
rincones de la patria. La conducción presidencial y la participación del pueblo
en la forja de su destino, son lo que hoy llena de orgullo a la gente y a la nación
No hay comentarios.:
Publicar un comentario