Los
móndrigos
Por JESÚS
SOSA CASTRO
Poquito después del 2 de octubre del sesenta y ocho, el gobierno
de Gustavo Díaz Ordaz, hizo circulas dos libelos en el edificio de Bolívar y
Allende sede de los diputados federales. Lo que buscaba, era crear un ambiente
de linchamiento político en contra de los “conspiradores y terroristas del
movimiento estudiantil, de Othón Salazar, Jesús Sosa Castro y Teófilo Soriano
Rivera, dirigentes en ese entonces, del Movimiento Revolucionario del
Magisterio”. La actitud gubernamental estaba orientada a acabar con las
acciones masivas de los maestros, con los jóvenes que se organizaban en el
movimiento guerrillero que asaltó al cuartel militar en Ciudad Madera,
Chihuahua, el 23 de septiembre de 1965, y con el gran movimiento estudiantil
popular que había resurgido a partir del dos de octubre de 1968. Las políticas
represivas del régimen, intentaban acabar con “los asalariados del odio” No
soportaba que los movimientos de masas cuestionaran al gobierno, que las
protestas brotaran por todas partes y que sus políticas estuvieran perdiendo el
consenso social en todo el país
Tanto el Móndrigo como Qué poca ma…dera de José Santos
Valdez, fueron escritos y distribuidos por los servicios de inteligencia de la
Dirección Federal de Seguridad que comandaba el torturador profesional Fernando
Gutiérrez Barrios. Pensó el gobierno que inventando mentiras iba a inhibir al
movimiento social que se extendía por todo el territorio nacional. Era la época
de la guerra sucia. Cualquier luchador social era acusado por los servicios de
inteligencia policiaco-militar, como grupos desestabilizadores a los cuales
había que exterminar. Por eso masacraron a los jóvenes maestros y campesinos
que intentaron tomar el cuartel de Ciudad Madera en la fecha indicada, de ahí
venían también las acusaciones contra Othón, Teófilo y contra mí, por esa razón
se reprimió al movimiento estudiantil popular del 2 de octubre del sesenta y
ocho
Los cálculos del gobierno fallaron. Los móndrigos que reprimieron
a los grupos armados, al movimiento de masas, al magisterio y al estudiantil
popular no pudieron parar el curso de la historia. En las páginas del Móndrigo y
en el pasquín Qué poca ma…dera de José Santos Valdez, se intentaba justificar
la actitud represiva con información falsa que habían generado los cuerpos de
seguridad. “Si las cosas marchan viento en popa como van -estaba escrito-
formaré parte del gobierno socialista de México. En un plazo breve,
instauraremos la República Popular que será el anticipo de la República
Socialista Mexicana” Estas palabras se las atribuían a un prominente líder del
movimiento estudiantil que nadie conocía. En cambio, todo mundo sabía que el
gobierno tenía a muchos “móndrigos” infiltrados en todos los movimientos de masas,
cuyo trabajo era desacreditar a los grupos anti sistémicos. En Qué poca ma….
dera de José Santos Valdez hicieron aparecer nuestros nombres en reuniones con
los guerrilleros de Cd. Madera. Ninguno de los tres estuvimos nunca en esa
ciudad
A poco más de cincuenta años de distancia esos “Móndrigos” que
gobernaban y ejercían la represión contra los luchadores sociales, se han
convertido, ahora, en los opositores al régimen democrático que encabeza López
Obrador, repiten que su gobierno es neocomunista, que está acabando con las
libertades. Su conducta golpista, sus declaraciones y marchas son balandronadas
fascistas. Su actuación refleja que no tienen ideales ni programa de gobierno.
Su existencia y sus vociferaciones son el espejo en el que rebotan los
intereses y privilegios de los móndrigos que nos torturaron y asesinaron en las
últimas cinco décadas. Sus boas, frenas y grupos, hablan del propósito de
quitarle al gobierno de la 4T la mayoría del Congreso en el 2021 para
“restaurar la democracia y sacar el autoritarismo del poder” Los que organizan
sus marchas en carros último modelo, son los hijos putativos de los móndrigos
que torturaron y asesinaron a los mejores hijos del pueblo que por décadas
habían venido luchando por su libertad. Son los mismos personajes que llevaron al
pueblo a la pobreza, los que burlaron sus derechos, los que robaron sus riquezas
y denigraron a sus pueblos originarios
Esos “móndrigos” son quienes ahora chillan como plañideras y se
jactan de ser “puros” y “demócratas” cuando la mayoría del pueblo sabe que
ellos son los que empujaron, siempre, las provocaciones en contra de todo tipo
de transformación democrática. En los regímenes neoliberales ellos nunca fueron
los muertos ni los encarcelados. En los movimientos de masas estuvimos los seguidores
de los que ellos reprimieron, torturaron, desaparecieron o asesinaron. Ahora
gobernamos el país y ellos se han convertido en un ato de vivales llorones que
quieren recuperar sus privilegios perdidos. ¿Además de reprimirnos, qué hicieron
durante este tiempo los que hoy nos quieren “rescatar” del centralismo y del
autoritarismo del presidente López Obrador? ¡No mamen, móndrigos!
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