Resistir Escribiendo

Con la venia de Ñoño Nuño

Por JESÚS SOSA CASTRO

El domingo 15 de mayo fui víctima de las políticas “anticontaminantes” de Miguel Ángel Mancera. Tuve que moverme a pie porque este señor se maneja con puras estupideces y ocurrencias. Tiene esta ciudad con aire irrespirable, sus guaruras se dedican a cazar a los que supuestamente infringen el reglamento de tránsito o bien no se enteran de las medidas que implementa a cada rato porque ninguna le sale bien. Las calles las tiene llenas de baches, de hoyos y de topes. Millones de automovilistas andamos verdaderamente encabronados con este gobernante de mierda. Bueno, pues en estas condiciones tuve que moverme y asistir a una reunión con mis camaradas rumberos de la zona metropolitana. Se trataba de organizar nuestro trabajo para seguir bregando en el intento de cambiar este país

Supongo que por mi trabajo de campesino y resultado de la pobreza de mi familia, hasta los 12 o 15 años anduve descalzo. De cuando en cuando o en  días de guardar, mi padre nos compraba guaraches hechos con  llantas de desecho. Eso hizo que creciera con el pie plano que ahora me dificulta mucho caminar. Paso a paso me fui desde Buena Vista, hasta Rivera de San Cosme y luego hacia lo que fue la Normal Superior. No sólo fue el cansancio lo que me llevaba emputecido, era la indignación de ver el operativo policíaco militar que Peña Nieto y Miguel Ángel Mancera tendieron en estas calles para intentar disuadir a los maestros de irse a la huelga indefinida en protesta por la Reforma Educativa que resultó un aborto a la altura de sus progenitores

Llegué a la reunión convocada y desde allí se oían las consignas de los Maestros que han vuelto a la calle para defender sus derechos. Mi sentido profesional como maestro jubilado me volvieron a los años del 58-67, cuando al lado de Othón Salazar, Manuel Ontiveros, Lino Medina y miles de maestros del entonces Distrito Federal, nos fuimos a una lucha similar a la que hoy encabezan los maestros a nivel nacional. El Movimiento Revolucionario del Magisterio, MRM, cimbró las estructuras caducas y reaccionarias del sindicalismo charro y de la Secretaría de Educación Pública que desde entonces han estado en manos de puros inútiles y ladrones

Hoy después de dos días de catarro y de un resfriado que pesqué el día domingo con el aguacero de la tarde, me puse a escribir estas líneas en apoyo a la lucha valiente, esforzada y legítima que encabeza la mayoría del magisterio nacional. Sin duda alguna lo que hacen hoy los profesores recoge la historia por la que han cruzado las luchas magisteriales desde la época del cardenismo y años subsiguientes. Los maestros de la Sección IX primero y después otras, estuvieron a la altura de aquellas luchas que encabezaron los maestros rurales

El ejemplo de estos maestros me volvió a las enseñanzas que recibí del Maestro Moisés Flores Guevara, que en una escuela unitaria, ubicada en la MIXTECA POBLANA, me enseñó a leer y a escribir. Las lecturas del libro “Corazón diario de un Niño, de Edmundo de Amisis y su amplia cultura de este profesor, fueron las fuentes inspiradoras de una formación que compartíamos maestros y alumnos como una floración que traíamos prendida en el alma. Esos tiempos remotos fueron de aprendizajes mutuos que contribuyeron grandemente para pensar en un México diferente

Las utopías de maestros como José Vasconcelos, José Santos Valdés, Arturo Gámiz, y Othón Salazar Ramírez, fueron y son los referentes más esclarecidos de mi formación política y cultural. A ellos y a los maestros heroicos de las secciones de Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán, Veracruz y de otras entidades del país, este viejo maestro con pies planos, postrado por el resfriado que trae entre pecho y espalda, se une a las acciones del magisterio nacional. Hoy miércoles 18 de junio tenemos una reunión de nuestro Colectivo “Francisco Hernández Reyes” en la cual acordaremos las formas concretas de solidarizarnos con su heroica lucha. Estamos seguros que andando los días estaremos en las calles de México celebrando el legítimo triunfo que se merecen. La Reforma Educativa de Peña Nieto y de su gobierno, no pasará. ¡El ñoño Nuño será derrotado!

¡Vivan los maestros en lucha!