Otra
vez en la Plaza de las tres culturas
Por JESÚS SOSA CASTRO
Hace cuatro años con motivo de sus ochenta
años, Elena Poniatowska escribió que México es un país al que todo le duele: “está enfermo
de corrupción, infectado de violencia” y sin embargo, si uno se acerca a su
corazón, escucha un latido tan enérgico que lo pone a uno a temblar, porque es
el corazón de su juventud” “Los jóvenes
son mi fuerza, mi inspiración y mi orgullo” “Creo en ellos como en el Santo
Niño de Atocha, en el que confiaba Jesusa Palancares. Sin ellos no tendría
sentido teclear un día sí y otro también desde el año de 1953 hasta la fecha”
Esa
juventud de la que hablaba Elena Poniatowska es la que estamos volviendo a ver
hoy en el escenario de la vida pública de México. Es la que salió del zócalo el
diecinueve de mayo del dos mil doce y recorrió Reforma hasta el Ángel de la
Independencia para protestar contra Televisa, es la que se congregó en lugares
emblemáticos de muchos países del mundo para expresar su adhesión al Proyecto
político de Andrés Manuel, es esa juventud que llenó el zócalo sin la presencia
de su líder porque éste se reunía con los ciudadanos de Tecamachalco, es la que
cimbró la plaza de las Tres Culturas en un acto de convicción multitudinaria y
de grandeza colectiva para gritar públicamente que los jóvenes se incorporaban desde
ese momento a la lucha por la democracia
Es esa juventud
que al unísono levantaba la mano izquierda, abierta y hacia el infinito, para
decirle al entonces candidato a la Presidencia de México que iban por cinco
votantes más por persona, para alcanzar el cambio verdadero. Es esa juventud
que con sus brazos al aire, felicitaba a la mujer que en ese entonces AMLO
hablaba de que de ganar, sería la Secretaria de Cultura de su Gobierno. A esa Juventud le habló Elenita en la UNAM y
fue a esa juventud a la que AMLO llamó el relevo generacional que gobernaría durante la IV República
Dos años
después, el 26- 27 de septiembre del 2014, la fuerza de esa juventud fue masacrada
y desaparecida por el Estado en Iguala, Gro. De entonces a la fecha han sido
los jóvenes de Ayotzinapa, de la UNAM, de la UAM, del IPN, de Chapingo, de la
Ibero y de otras escuelas; cientos de miles de mujeres y hombres, jóvenes y
viejos, los que han vuelto a estremecer las viejas estructuras del sistema
exigiendo la renuncia de Peña Nieto y de todo su mal gobierno. A estos grandes
movimientos que pusieron en entre dicho la autoridad moral de este gorila asesino
y entreguista, ahora se han sumado los maestros que en Chiapas, Oaxaca, Michoacán,
Guerrero y de otras entidades de la República, están levantando la misma
consigna porque el horror de la violencia y el desgobierno, es el pan de cada
día que vivimos los mexicanos
A la
vista, esos sectores que en el 2012 apostaban por la libertad, la democracia y
la justicia, se han agregado obreros, campesinos y amplios sectores del pueblo,
para volver a tomar las calles levantando las mismas demandas que ahora, están quitándole
el sueño a los apátridas y corruptos que gobiernan el país. Si en el 2012 el mayor
acontecimiento político de adhesión a su campaña, lo tuvo Andrés Manuel con los
jóvenes de más de ciento veinte Universidades, Institutos y Normales, públicos
y privados, de toda la República, hoy cientos de miles de ciudadanos a lo largo
y ancho del país están adhiriéndose a las demandas de los jóvenes, de los
maestros y al proyecto político de Morena. Será el 28 de mayo a las 4 de la
tarde cuando en la plaza de las tres culturas, otra vez seremos testigos del
despertar ciudadano contra esa pesadilla que ha dañado a los mexicanos llamada corrupción,
mal gobierno y entreguismo de nuestras riquezas y nuestros derechos
Al acto grandioso del 2012 sumaremos otro acto
multitudinario en la plaza de Las tres culturas en el que se entrelazarán la
enjundia de las luchas populares con el Proyecto de Nación que están pariendo
estos combativos sectores de la República. Nadie de los que allí estaremos
podrá escapar de la magia y la empatía que ha nacido entre los estudiantes, los
maestros y el pueblo organizado, en torno a un proyecto de cambio verdadero. La
multitud encontrará la razón de su lucha, mientras el futuro por el que trabajamos
logrará la grandeza llena de dignidad y de esperanza por la que luchamos
millones de mexicanos
Si AMLO y
Elena rindieron tributo a los estudiantes del 68, los jóvenes del 2012, del
2014 y del 2016 estarán listos para darle a su país su esfuerzo y su apoyo en
sus luchas consuetudinarias y abrirán el camino para convertir a la Nación en
un nuevo proyecto político que cambie la vida de sus hijos. Gracias a los
muchachos de ayer, de hoy y de siempre, escribió Elenita Poniatowska en el
2012, hoy somos más “fuertes, más
resistentes y le hemos quitado algo de su impunidad al poder. Aprendimos a
denunciar y a resistir” Otra vez como en el sesenta y ocho, los estudiantes,
los maestros y el pueblo en general, seguimos gritando con el puño en alto que no
somos ni acarreados ni pagados. Que los agitadores son la ignorancia, el hambre,
la miseria y la violencia” ¡Nos veremos en la Plaza de las tres culturas el 28
de mayo a las 4 de la tarde, el nuevo país nos espera!
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