Los saldos de una discusión
Por JESÚS SOSA CASTRO
El sábado 15 de julio participé en una reunión de suma
importancia. Discutimos qué es y en qué supuestos se funda nuestro trabajo
entre las masas. Dijimos que este trabajo tiene un carácter convencional que
cada grupo o partido, conviene en su comprensión y en su aplicación. No hay una
definición universal. Pero para quienes participamos de las ideas y de los
posicionamientos elaborados y discutidos por los clásicos del marxismo, este trabajo debe derivarse de nuestra
participación en la lucha revolucionaria. Históricamente, lo asentamos, varía
según las circunstancias de la lucha social y de clases. Cambia según el
comportamiento de las fuerzas antagónicas fundamentales y de los requerimientos
objetivos de las acciones populares (*)
En esta discusión hablamos, también, sobre las enseñanzas que
ya han dejado estas luchas. Cómo se han definido y cómo se han impulsado.
Coincidimos en que estos logros de alguna manera expresan la sistematización
colectiva que desarrollan los revolucionarios a partir, siempre, de las
condiciones y las circunstancias imperantes. Avanzamos en el cómo hacer llegar
nuestras opiniones a los distintos frentes de lucha y al pueblo trabajador.
Dijimos que una parte importante de este trabajo, tiene que ver con la labor de
agitación, de propaganda y de organización
Consideramos que los que trabajamos en el movimiento de
masas, tenemos que hacer esfuerzos importantes para proponer organicidad y
dirección a la rebeldía de los sectores en lucha. Que hay que trabajar para elaborar
y difundir las caracterizaciones de los
conflictos fundamentales entre el pueblo y el poder, las políticas de éste y
las experiencias nacionales y mundiales de la lucha de los pueblos. Se habló de
ayudar a construir las condiciones subjetivas indispensables para que los
activistas y/o los líderes de pueblo se conviertan en revolucionarios
orientados por estos principios
Señalamos que la irritación y el encabronamiento populares en
contra del gobierno, necesitan de un receptáculo que les dé dirección política,
conducción revolucionaria y una organización real que potencie toda su
combatividad. Hasta ahora, este receptáculo no se percibe por ninguna parte. Los
sentimientos del pueblo se agotan en el trabajo electoral sin que se les
proponga ninguna perspectiva de
organización sustentable. Acordamos trabajar concientizando a la gente para que
se convenza de que sólo una derrota de la burguesía gobernante y el ascenso de
un gobierno proletario-popular, podrá resolver los graves problemas sociales,
económicos y culturales que vive la nación. El enojo social no puede perderse en
la nada. Los miembros de los sindicatos, organizaciones sociales, culturales y pueblos
que luchan en contra de los proyecto de muerte, tenemos la gran oportunidad de
desplegar nuestra rebeldía revolucionaria para hacerla desembocar en un triunfo
a favor de una vida auténticamente humana
Los que abrazamos la esperanza de un cambio revolucionario en
nuestra sociedad, tenemos claro que hay otros grupos y resistencias que andan
persiguiendo el mismo objetivo. Valoramos su esfuerzo y los llamamos a discutir
un proyecto de articulación que elimine la institucionalidad burguesa y se
construya, paso a paso, la fuerza que sirva de receptáculo de toda la
inconformidad y la irritación que hasta ahora y en forma desorganizada, se
expresa al través de la lucha electoral. En Rumbo Proletario no aceptamos que
exista una clase o una fuerza social que esté destinada a desempeñarse como la
vanguardia del proceso liberador o que asuma de por sí la misión histórica del
proletariado. La fuerza revolucionaria no nace, se construye. Nadie, si no es en
conjunto, se desempeñará como la vanguardia política y arrastrará consigo al
resto de las fuerzas populares, resultado de la labor de los revolucionarios y
de las circunstancias históricas específicas
Por último, reiteramos que hoy en día
nadie puede negar que existe un alto grado de irritación y de encabronamiento en
la mayoría del pueblo mexicano. La constante que aparece en estos movimientos
populares es la quita de derechos y libertades políticas y sociales por parte
de la burguesía gobernante. Sin embargo, su debilidad fundamental está en la
falta de una organización de clase que dé contenido y dirección revolucionaria
a sus luchas. La participación de amplios sectores en la contienda electoral, expresa
el hartazgo de la gente, pero no se está construyendo la fuerza que subvierta y
derroque la institucionalidad de la burguesía. La perspectiva que vemos, está
en la construcción de una organización de clase, asentada en el pueblo
trabajador, en el proletariado, pero con una dirección revolucionaria. ¡Sin
esto, no se dará el cambio posible!
(*) Apuntes personales y materiales
de discusión editados por compañeros de Rumbo Proletario
No hay comentarios.:
Publicar un comentario