miércoles, 30 de enero de 2019


El papel del partido, algunas ideas

Por JESUS SOSA CASTRO

El martes 18 de enero, en un acto en Tulancingo, Hidalgo, el presidente López Obrador planteó que hay que unirse para que juntos, pueblo y gobierno, “acabemos con la corrupción y con las prácticas que se hacen al margen de la ley” respetamos, dijo, el papel de los partidos políticos, pero hoy lo que corresponde es  tener uno solo, “el partido del pueblo de México” Se infiere que este planteamiento lo hizo en su calidad de presidente de la República, no  como líder de la organización política que ahora está en el gobierno. Está en su papel hacerlo, pero creo que no debe entenderse que el partido en su sentido clásico debe desaparecer, por el contrario, hoy la presencia de este se hace más urgente y necesaria, sobre todo si se quiere acabar con el régimen político y con todas las consecuencias que se derivan de él. Como nunca se necesita un instrumento que le dé sustentabilidad política, ideológica, organizativa y programática al proyecto que se impulsa  
Está claro que Morena y sus aliados deben trabajar en esa dirección para cumplir con las promesas de campaña de AMLO, acabar con las desigualdades sociales y proporcionar ciertos niveles de justicia a los sectores más desprotegidos de la nación. Es en este ámbito que quiero expresar mi opinión sobre el papel del partido al que pertenezco. ¿Puede el presidente sin el partido Morena cumplimentar sus propuestas de campaña, acabar con el régimen político, la corrupción, la impunidad, la injusticia y la violencia, si no cuenta con un partido competente, con arraigo entre el pueblo trabajador y con una amplia autoridad política y moral?
Esta interesante cuestión, Gramsci la plantea señalando que un partido que se propone cambiar las estructuras del poder requiere de un basamento firmemente centralizado y dotado de una dirección capaz, toda vez que el partido “constituye el principal factor de unificación de las masas, que, para triunfar en la lucha de clases, hace falta todo esto, además de la unidad” Tengo claro que él hablaba de un partido de clase, no de cualquier partido. Sin embargo, acabar con un régimen político, fuertemente anclado en las redes del neoliberalismo, con los apoyos del FMI, del BM y de la oligarquía nacional, requiere igualmente de una fuerza organizada, con una dirección sólida, y, sobre todo, con una fuerte presencia y participación de su militancia. ¿Esto está presente en Morena? ¡NO!
¿Ante esto qué deben hacer los militantes revolucionarios? Creo que hay que participar al lado del pueblo que votó por el cambio porque es allí donde están dadas las condiciones para construir el partido de clase. En el ¿Qué hacer?, Lenin señalaba que solo un partido integrado por “revolucionarios profesionales” bien formados, puede llevar a cabo una verdadera lucha de clases, dirigida contra el Estado y la sociedad en su conjunto, y no solo una serie de luchas parciales, limitadas a un proyecto principalmente económico”
Morena tiene hoy un importante y enorme compromiso. Ser lo que no pudieron o no quisieron ser los otros partidos. Ir por la transformación real del país es una enorme responsabilidad. El sistema burgués ha empobrecido, enajenado, le ha arrebatado su espíritu de combate al pueblo, le ha quitado su dignidad, sus riquezas naturales y ha procreado una casta de gobernantes malvivientes, que son una vergüenza nacional. Esta burguesía ya ha cumplido cien años de estar en el poder
Para hacer posible el cambio de régimen político hay que empezar por impedir el entrecruzamiento de intereses en Morena, acotar a los personajes que quieren el poder para resolver sus intereses personales y acabar con los híbridos que expresan un terrible amasijo ideológico que solo el oportunismo explica el por qué llegaron al partido. Sostengo que aun siendo correcto lo que dice y hace el presidente, el partido no solo debe jugar el papel de dirección, de organizador de las masas; debe jugar, de manera fundamental, un papel educativo e intelectual. Su labor política debe ser “concomitante a un esfuerzo por elaborar, desarrollar y difundir entre las masas una nueva concepción del mundo”. La construcción de una nueva idea del vivir, de transformarnos y de transformar el ámbito de nuestra existencia. Es decir, requerimos de un partido fuerte, unido, con dirección visionaria, con ideales y con ideas. El Partido, tiene que ser un “intelectual colectivo”


miércoles, 23 de enero de 2019


Entre el poder del huachicol y el poder del Estado

Por JESÚS SOSA CASTRO

En las últimas semanas se ha venido librando una fuete batalla entre el poder del huachicol y el poder del Estado. Pemex es el centro del huracán que conmueve y alerta a una sociedad cada vez más metida en el conocimiento y manejo de los intereses de la nación. Pronto veremos cómo están las cosas en las Secretarías que dejaron los priistas, en la CFE, en CAPUFE, en la SCJN, en el INE y demás organismos autónomos. ¿Por hoy la pregunta recurrente es: ¿por qué es en PEMEX donde explota la situación que ocupa a la inmensa mayoría de la sociedad? La razón principal de este problema está en que en el seno de esta empresa se engendró un monstruo que le ha venido carcomiendo las entrañas desde hace cinco sexenios sin que ninguno de los presidentes hiciese nada para impedir que el pus se convirtiera en la forma de gobernar de los del PRIAN
En unas de las primeras escaramuzas entre los ladrones de combustible y el gobierno de López Obrador, los jefes de la mafia que se han enriquecido a lo bestia al amparo del poder, quisieron sembrar la idea de que eran los pobres, los desarrapados, los hambrientos como despectivamente les llaman, los que estaban succionando grandes cantidades de hidrocarburos de manera clandestina y al margen de la ley, quebrantando la economía nacional y empujando el riesgoso resultado de una enorme tragedia como la que acaba de suceder en Tlahuelilpan, en el Estado de Hidalgo
No pasó mucho tiempo para que la investigación hecha por el actual gobierno federal descubriera lo que pasaba en las arterias de la empresa que daba enormes recursos para el desarrollo del país. Lo que encontró el gobierno federal encabezado por López Obrador fue la cloaca y la falsa honestidad en la que vivieron y se condujeron los gobiernos del PRI y del PAN en los ejercicios de sus funciones. Hicieron de PEMEX la principal bolsa de sus altos ingresos obtenidos de manera ilegal a costa de una empresa propiedad de la nación
Hoy y a consecuencia de este descubrimiento huachicolero, sabemos que el centro de la corrupción no estaba en los que picoteaban los ductos y se robaban a cubetazos los hidrocarburos. Los verdaderos huachicoleros, los de cuello blanco, eran altos funcionarios de PEMEX, líderes del Sindicato, administradores, auditores y contadores, quienes se habían convertido en los dueños de una empresa paralela que no invertía recursos en perforación y producción de petróleo, pero que robaba, distribuía y vendía, sin pagar impuestos, millones de litros de hidrocarburos a empresas privadas y a gasolineras huachicoleras
Era obvio que, ante esta ofensiva para sanear la administración pública, el gobierno sufriera la más violenta campaña por parte de los jefes mafiosos, de los exfuncionarios que estaban coludidos con los ladrones de hidrocarburos y por los resentidos de partidos que, derrotados el 1º de julio, hoy están respirando por la herida. Esta campaña contra el gobierno del presidente López Obrador no prosperará. Al poder del huachicol se le está enfrentando con el poder del Estado. Un poder que, por primera vez, cuenta con un enorme apoyo popular, tiene un presidente trabajador que diariamente informa al pueblo acompañado por los funcionarios involucrados en la atención de estos problemas. Desarrolla una práctica política distinta a los gobernantes del pasado reciente, anclada en la honestidad, en la transparencia, en un diálogo veraz, continuo, crítico y autocrítico frente a la prensa y frente a la opinión pública nacional. En esto radica la fuerza del Estado frente al poder del huachicol
Lo que viene va a ser de antología. De una vez hay que prepararnos para las batallas que siguen. Porque en las secretarías, en la CFE, en Caminos y Puentes Federales, en la SEP, INAI, etc., la corrupción, el huachicoleo, son la misma pus que corre en las arterias de las dependencias señaladas y en la mayoría de las empresas y organismos autónomos del país. Primero el voto de 31 millones y hoy el apoyo del 80% de votantes y ciudadanos a las decisiones políticas del gobierno federal, son un indicativo de que el pueblo está dispuesto a llegar hasta el final en la lucha por sanear la vida nacional
Si esto es así, como es, entonces hay que poner atención a tres factores indispensables para alcanzar estas metas: Promover las decisiones participativas de los ciudadanos, apoyar las acciones políticas del gobierno y hacer que el partido Morena salga de su letargo, deje de hacer solo trabajo electoral, dejar de imponer candidaturas al margen de la opinión de la militancia y se ponga al frente en la defensa de los intereses y luchas del pueblo. Sin estas condiciones básicas, el triunfo puede quedarse a la mitad del camino o sufrir una derrota más en la larga historia de fracasos de la izquierda nacional       

miércoles, 16 de enero de 2019


Los apóstoles y los evangelistas de Nerón

Por JESÚS SOSA CASTRO

En los últimos días del año pasado tuve la oportunidad de leer de Miguel Betanzos, un joven escritor argentino, “Las cárceles de Dios” y “Los conjurados de Roma” dos textos realmente extraordinarios. Hoy escribiré algo sobre este último libro. No voy, ni con mucho, a hacer una crítica sobre su contenido, trataré, en cambio, de a partir de unas ideas importantes, profundizar en lo que en otros momentos y con otras lecturas, he venido escribiendo sobre lo que pienso fue el papel histórico que jugó JESÚS, el hombre, el luchador, el líder que enfrentó con sus actos y su ejemplo al poderoso imperio romano

En el corazón del texto está expreso algo que me ha movido en diversas cuestiones. Especialmente por lo que significó la parte religiosa en mi vida juvenil. Fue hasta avanzados los años cuando empecé a poner en duda muchas de las cosas que a base de miedos y de falsas explicaciones, me llevaron a ser un ciego seguidor de una iglesia prejuiciosa y falta de ética en sus enseñanzas religiosas. Tuvieron que pasar muchos años para que yo pudiera distinguir la diferencia entre el papel que jugó JESÜS, el líder, el luchador social y lo que sus adversarios le impusieron a su doctrina, hasta convertirlo en un personaje adocenado y apoyador de causas ajenas a su ideario revolucionario

 Sus adversarios hablaban de que éste era -como lo fue- “un príncipe guerrero, que iba a juzgar y a administrar justicia en muchos pueblos y que pondría freno a muchas naciones poderosas” A Nerón y a sus ideólogos les preocupaba la influencia de este hombre que era capaz de mover a miles y miles de seguidores interesados en lograr la libertad y la justicia. Decían que por más esfuerzos que hacían en su intento de presentarlo como un pacificador y un hombre manso, siempre había en el vulgo una cuota de resentimiento que no podían manejar. Afirmaban que era imposible dominar las aguas de un río turbulento, pero en cambio sí podían desviar su cauce y orientarlo en otro sentido

Fue en este contexto que el imperio romano tomó cartas en el asunto para quitarle el filo revolucionario que estaba contenido en las prédicas políticas de JESÚS. Nerón puso a trabajar a sus ideólogos, a Mateo y a los evangelistas Marcos y Lucas, para hacer de la doctrina cristiana un instrumento que sirviera al poder y evitara que el liderazgo político y social de este conductor de masas, se convirtiera en un proyecto que acabara con el esclavismo y con las prácticas inhumanas contra los cristianos. El apóstol Mateo, Marcos y Lucas fueron llamados a cumplir esta ingrata y conservadora misión. Sobre esto Mateo, escribió: “Bienaventurados los mansos porque ellos recibirán la tierra por herencia; bienaventurados los pacificadores porque ellos serán llamados hijos de Dios; a cualquiera que te obligue a llevar carga, ve con él; amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, ultrajan y persiguen” (*)

Eh aquí cómo los poderosos de entonces concibieron las formas para imponer una doctrina que le adjudicaron a JESÚS, cuando ellos fueron los pensadores y lacayos que escribieron una nueva doctrina para hacer que la rebeldía del pueblo fuera desviada en beneficio de los poderosos. Marcos y Lucas contribuyeron al desarrollo de esa doctrina, contaban los milagros de JESÚS, pero siempre cuidando que apareciera predicando la sumisión, la mansedumbre y la obediencia. Había que convertirlo en un líder espiritual que jamás cuestionara la autoridad, era necesario lograr que siempre apareciera como un ser inofensivo, benévolo con sus enemigos, apacible y alejado de las cuestiones terrenales, es decir, todo lo que convenía a los fines de Roma para mantener dóciles a los cristianos y evitar las revueltas

Ese mundo de sumisión en el que la iglesia cristiana metió a sus seguidores, hoy se expresa en una creciente afluencia que cruza la mayoría de los espacios religiosos del mundo. Por doquier, corren ríos humanos cargados de una fe ciega en la que se muestra hasta qué grado las desviaciones doctrinarias de JESÚS hechas por Mateo, Marcos y Lucas, calaron en el alma y en la conciencia de los nuevos seguidores de una iglesia portadora de la obediencia, el culto a la sumisión, al miedo y apego al poder. ¡Nada que ver con la verdadera doctrina de JESÚS!

¿Será que mucho de lo que hoy vemos en el país es lo que en su tiempo se convirtió en el sumun que hoy tiene trastocados los comportamientos humanos y la idolatría a una cultura de la sumisión, a la falta de crítica y un pueblo que se tarda en percibir las cosas de otra manera?  ¿Acaso no se da cuenta de que el dominio, control y mando del poder son el espejo en el que se mira lo que el clero nos ha metido por los cinco sentidos desde hace más de dos mil años? Mientras nos dominen doctrinas facciosas y traigamos los miedos prendidos como la materia principal de nuestra existencia, seguiremos siendo los fieles sufrientes de un estado de cosas del que sólo los poderosos se benefician. ¡Por fortuna ya corren tiempos nuevos, ha llegado la hora de despertar!

(*) Los conjurados de Roma, Miguel Betanzos, Editorial Grijalbo, Notas en pags.125-158Los apóstoles y los evangelistas de Nerón



     






miércoles, 9 de enero de 2019


Hablemos de cuentas y de cuentos

Por JESÚS SOSA CASTRO

Comienzo por ofrecer disculpas a mis lectores y al Lic. Federico Arreola, director del periódico SDP Noticias por no haber entregado mi artículo semanal desde el primer miércoles de diciembre, debido a que por un mes no tuve internet. Finalmente, Telmex atendió mis reclamos. Dicho esto, intentaré comentar dos hechos que han sido recurrentes en las últimas semanas
Creo que para todo mundo es obvio que la derecha está empeñada en atajar o por lo menos enlodar el proyecto de gobierno que encabeza López Obrador. Para unos, hay que decirlo, esto no tiene ninguna relevancia, especialmente porque en sus decires políticos, el proyecto del actual gobierno es apenas un lavado de rostro al capitalismo. El tema que ha sugerido un camarada a quien respeto, es sobre el Tren Maya, porque, se infiere que, si no es el tema que a él le gusta, cualquier otro carece de importancia. El, lo dice, no quiere ser “LIBERAL; ni quiere ser “MORENISTA”; no es ni quiere ser “LOPEZOBRADORISTA”; no es ni quiere ser ENMENDADOR DE ENTUERTOS del capitalismo en la fase que sea, quiere ser un radical” ¡Pues cada uno sus querencias! Yo no quiero vivir de ilusiones, tengo los pies en la tierra, quiero compartir mi trabajo con la enormidad de gente que el 1º de julio fue parte de un fenómeno político electoral que construyó el pueblo mexicano. Este amplio sector del pueblo dio un paso para acabar con el régimen que ha conducido al país a un estado de crisis descomunal
A la oligarquía ningún chile le embona. Como ella está tan desprestigiada igual que sus ideólogos, se ha colgado de los medios de comunicación masiva, para enhebrar una nueva ofensiva en contra de la decisión gubernamental de cancelar el aeropuerto de Texcoco. Hacen cuentas y más cuentas para intentar dar fundamento a la inconformidad manifiesta de las cúpulas empresariales cuyos negocios se cayeron con ese proyecto. Los grupos más siniestros que otrora gozaban de privilegios sin fin hoy son los que se mueven abiertamente para lograr que el gobierno democrático de AMLO fracase
En otro frente, los amargados de la actual chiquillada y un sector de la “izquierda” se la pasan apapachando al subcomandante Marcos y al EZLN, adjudicándoles capacidad política y militar para parar el proyecto del Tren Maya a su paso por territorio chiapaneco.  Otros, viven de la añoranza, anclados en la historia de la que alguna vez fueron actores. Unos y otros le están sirviendo a una criatura que por razones obvias está amamantando la derecha recalcitrante. Lo más patético son las acciones teatrales del sub y del EZLN, así como de algunos que ahora los reconocen como sus camaradas, cuando en otros momentos se quejaban del desaire que les había hecho de manera grosera el jefe del ejército que hoy sirve al PRIAN. La visión apocalíptica y cegatona de estos sectores da pena ajena
De esta izquierda de la que hablo y de la que autocríticamente me reconozco, con todo respeto lo digo, difiero de muchas cuestiones importantes. Creo que está dejando pasar la oportunidad de salir del cautiverio político y convertirse en un referente que impulse la organización de una fuerza que mucha falta le hace al país.  Sostengo que la necesidad de un partido de clase no surgirá solo haciendo teoría. La insensibilidad política de esta izquierda la ha llevado a perder la brújula, a aislarse de los espacios donde se está librando una lucha importante contra la oligarquía y por desgracia se está convirtiendo en la detractora más obstinada contra el gobierno de AMLO
Pero dejémonos de cuentos. Está bien saber que en RP se abre paso la idea de que no se “propone como objetivo histórico otra sociedad, ya se está hasta el gorro” se afirma de manera tajante. Yo, con todo respeto no podré acompañar a mi organización en ese planteamiento. Me he hecho viejo luchando por tener la oportunidad de ver un cambio no tan radical, creo hoy el pueblo lo ha logrado y yo lo voy a apoyar. Hacer otra cosa es estar trabajando para algo que muchas generaciones después de la mía jamás podrán ver. Puede sonar irreverente, pero no quiero perder mi tiempo en esas discusiones que en décadas no han llegado a ninguna parte. La lucha por una vida auténticamente humana es un planteamiento teóricamente impecable, lo comparto, pero está hecho fuera de tiempo y de lugar
Creo que a esta izquierda le falta capacidad para entender cómo y en dónde está la materia prima para construir un partido de clase. Cada vez me convenzo más de que con estas discusiones no vamos a llegar lejos. El proyecto que defiendo no es socialista, pero sin duda, representa los anhelos libertarios y los sentimientos de millones de mexicanos y con esta enormidad de gente voy a seguir. Si la izquierda quiere ser un referente político real en la vida del país, tiene que “cambiar las formas de cambiar” ¡Si no hay convencimiento de esto, les deseo suerte a quienes gastan su pólvora en infiernitos!