Si algo
le ha llenado el buche al pueblo, es la rapiña, la traición y la deslealtad de
senadores, diputados y políticos
Por JESÚS
SOSA CASTRO
Está por demás decir que estamos viviendo momentos inéditos.
El pueblo, después de mucho tiempo, está tomando el timón del barco que estuvo
a punto de ser hundido por los regímenes anteriores al actual. Herederos aquellos
de la Revolución, no fueron capaces de mantener y profundizar las demandas que
el pueblo había conquistado con las armas. “Ya en 1916, Mariano Azuela en su
libro Los de abajo, ponía al descubierto las causas de las carencias e
inconformidades que llevaron a los campesinos y a sectores importantes del
pueblo, a organizarse para luchar por sus derechos fundamentales”
Los revolucionarios que lucharon contra el imperio español,
en la Reforma y en la Revolución, entendieron que el triunfo contra los
invasores, opresores y dictadores, no solo era una tarea de sus líderes, sino del
pueblo en abierta participación en defensa de sus derechos. Entendió que su contribución
era la única garantía del triunfo contra sus adversarios políticos. Hidalgo,
Juárez y Madero, entre otros grandes luchadores sociales, percibieron que sus
causas serían posibles de alcanzarse si se ponía por delante la justicia, haciendo
que los logros fueran para todos, pero de manera particular, para los de abajo.
“Camila, La codorniz, Venancio, Mantes y Montañés fueron los héroes patas
rajadas que, entre miles, lucharon por los anhelos del pobrerío al través de la
Revolución. También pusieron al descubierto las traiciones a los ideales sobre
el cambio revolucionario” (*)
El 1º de diciembre del 2018, Andrés Manuel López Obrador tomó
en sus manos el timón de ese barco y lo echó a caminar con el apoyo del pueblo.
Su proyecto de gobierno contenía todo aquello que nunca se pudo o se quiso
resolver por los gobernantes del viejo sistema. Su propuesta, abarcaba las
necesidades y demandas de todos, pero su condición de “indio pata rajada” víctima
de los requerimientos más elementales, dispuso que todo lo necesario y posible,
fueran para atender primero a los pobres. Conformó su gabinete y sus equipos de
gobierno con personas de distintas corrientes políticas. El Congreso de la
Unión e instituciones autónomas, se integraron con personas que representaban
la pluralidad social. Lo único que exigía a esos funcionarios, eran trabajo,
honestidad y lealtad a la 4ª transformación. Pero a la vista del tiempo y de
los hechos, en estas y otras instituciones se han colado corruptos,
oportunistas y traidores al pueblo y a la patria
Entendemos que una parte importante de la democracia, es el
derecho a la libre expresión de las ideas, el derecho a la manifestación
pública, a disentir políticamente del quehacer gubernamental, de la libertad de
credos religiosos, etc. A lo que no se tiene derecho es mentirle al pueblo, a
encaramarse en los puestos públicos renunciando a los ideales que se dijeron
tener, a traicionar el proyecto de transformación que abrazaron demagógicamente,
a aliarse con los adversarios políticos que por centurias han explotado al
pueblo, lo han humillado y lo han excluido de todos los derechos que se
lograron al través de sus luchas revolucionarias. En las cuales, por cierto, sus
mejores hijos cayeron víctimas de la barbarie, la represión y los crímenes de
lesa humanidad
Pero en estos últimos días hemos visto la mayor grandeza y
civilidad de nuestro pueblo. Lo vimos como actores en la gran marcha de más de 1.5
millones de personas que marchamos con el presidente el 27 de noviembre. En
esta multitud de jóvenes, mujeres, hombres, niños, ancianos, obreros,
campesinos, trabajadores y pueblos originarios; se registró un momento de
historia forjado por ellos, pero desde abajo. Por primera vez, millones de personas
de cerca y de lejos, reconocían el trabajo, las obras, la honestidad, la pulcritud
de un estadista que el pueblo hizo presidente. Un hombre que caminó del brazo
con su pueblo. Que observaba los sentimientos, el regocijo y la herencia de
ancianos que, al no poder estar presentes, depositaron en sus hijos la herencia
de la 4T
Los que lloran y expresan su rabia con insultos, mentiras y
descalificaciones en contra de AMLO, no podrán nunca sentir la cercanía, el
respeto y el cariño de la gente. Sus acciones de gobierno y su rapiña en contra
de la nación, seguirán siendo las baldosas que cargarán en sus espaldas para
siempre. Con ustedes, derechosos, irán los Monreal, los priistas, panistas, los
del MC, los trepadores, los oportunistas y los corruptos. Y cuando se les
ocurra convocar a la “indiada” para que los apoye en sus tranzas y fraudes,
encontrarán a la mayoría de los mexicanos llenos de dignidad, de orgullo y de
lealtad a un proyecto que ha salido de las entrañas del pueblo. En ese momento
se encontrarán con multitudes de indios, de mugrosos y patas rajadas, a esos que
desprecian y ofenden, listos para derrotarlos en toda la línea, por tranzas,
racistas, desclasados y buenos para nada
(*) Los de abajo, Mariano Azuela, Editorial Nueva Era, 1916
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