jueves, 15 de junio de 2023

 

Los obedientes no hacen la historia, la hacemos los rebeldes

Por JESÚS SOSA CASTRO

Me resulta sorprendente que en un consejo Nacional de Morena, con agenda sumamente importante para el país y para el partido, consejeros y aspirantes a la candidatura presidencial hayan votado por UNANIMIDAD, en poco más de dos horas, cuestiones fundamentales que definirán al través de una campaña interna, quién será el Coordinador Nacional de la defensa de la 4ª transformación y posible candidat@ a la presidencia de la República por los partidos Morena, PT y Verde

Mis cuestionamientos a esa premura, tienen que ver con algunos acuerdos firmados y votados en el Consejo Nacional de Morena, los cuales fueron asumidos tácitamente por los dirigentes de los partidos coaligados del Trabajo, el Verde Ecologista y por sus precandidatos Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velazco. Acuerdos que, sin haberlos discutido entre las partes, se votaron en el Consejo Nacional. Y no es que esté mal que tres partidos hayan alcanzado tal grado de unidad y de consensos en momentos de alta confrontación política en el país. Lo preocupante radica en que, los dirigentes de Morena, el Consejo Nacional y el poder del presidente, avasallaran a los partidos aliados y a sus precandidatos, no les dieron oportunidad de participar en las discusiones previas y les impusieran acuerdos que no van con la democracia

Es decir, se impuso la línea de Morena, y los demás, obedecieron, so pena de quedar fuera de las fuerzas que, unidas, pueden llegar a la presidencia de la República, ganar la mayoría calificada en el Congreso y echar para siempre del poder a los resabios del viejo régimen que aún cohabitan de manera importante en las entrañas de México. Según mi opinión, tampoco es explicable que se impida el debate de los precandidatos entre sí y sobre las propuestas y compromisos con la población. Espero que esto no ocurra durante la campaña cuando después del 6 de septiembre ya se sepa quién será el candidat@ de Juntos Hacemos Historia. En la campaña previa no hablarán de sus méritos, de sus personas, de sus proyectos. Justo cuando el pueblo ha abierto los ojos y puesto en juego su pensamiento y su acción para derrotar a los oligarcas y a sus políticas antipopulares. Desde hace años el debate contra los defensores del proyecto regresivo y corruptor, se ha convertido en el principal instrumento que da sentido a la rebeldía del pueblo y a una cultura política que rescata el contenido del art. 39 constitucional

 Es por esta razón que no entiendo ni comparto esta prohibición. Menos comparto que en un gran universo de consejeros y políticos aliados, se haya dado el fenómeno de obedecer las órdenes y los acuerdos que formulan las cúpulas sin escuchar, por lo menos, lo que propondrían los seis precandidatos para el trabajo interno en su recorrido por el país. Pareciera que algunos líderes están en contra de que el pueblo debata, piense y confronte sus ideas y propuestas con los sectores populares que de manera muy importante impulsan los cambios y transformaciones que se están dando en México. Esas fuerzas rebeldes que en julio del 2018 empezaron la lucha en busca de otra justicia y de otro futuro, ahora las quieren convertir solo en oyentes sin derecho a pensar y a debatir

¿Por qué un partido de izquierda que se construyó a contracorriente de las políticas de los viejos partidos, quiere imponer la obediencia y el silencio, a un ejército de luchadores que sostienen que es hablando y participando como alcanzaremos el triunfo en el 24, porque son la voz, la acción, el debate y la confrontación de ideas y de proyectos, nuestros hilos que nos llevarán a la conquista plena de la libertad, la democracia y la justicia? ¿No son estas las partes irrenunciables de la lucha de nuestro pueblo? ¿No será que los líderes están menospreciando nuestra inteligencia y nuestra capacidad organizativa para acabar con los retenes que quieren descarrilar al gobierno y al proyecto de la 4ª transformación?

¿Cómo hacer que el pensamiento libertario que pregonamos millones de mexicanos sea el corazón de una insurgencia popular que derrote a los que siempre nos mantuvieron callados, oprimidos y silenciados, y que ahora, en lugar de abrir espacios a la discusión, al debate y a otras alternativas, se pretenda solo hablar con la gente, pero sin polemizar entre los precandidatos y con el pueblo? ¿Cómo va a resolverse este problema si queremos informar y convencer a las personas de lo que proponen los precandidatos? AMLO debatió con todos los que lo buscaron. Pero el fenómeno LOPEZ OBRADOR consistió en entender, recoger las necesidades, el pensamiento, la rebeldía y la acción de nuestro pueblo. Allí, encontró las razones de su triunfo y la aprobación del 80% que ahora tiene.  Por eso, imponer la obediencia, el silencio y las prohibiciones para impulsar la discusión, no pueden ni deben desembocar en un ejercicio políticamente castrado y anodino. Porque la historia la hacen los rebeldes de las manos del pueblo, con las redes sociales y con lo que hay en el país. Las luchas de Hidalgo, Morelos, Zapata, Villa, Juárez, AMLO y otros, hicieron de su voz, de sus causas y de su rebeldía, la genuina defensa de la democracia y la libertad  

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