lunes, 17 de marzo de 2025

Algunas ideas de George Orwell

Por JESUS SOSA CASTRO

Al releer la Rebelión en la granja, redescubrí una crítica mordaz al autoritarismo y a las burocracias políticas. Este concepto orwelliano, lo estamos viviendo en el manoseado lenguaje de la derecha mexicana. Las expresiones que demagógicamente hablan de defender a la patria pidiendo la intervención del imperialismo no serán nunca las que corrijan la injusticia ni acaben con la pobreza, son solo la pequeñez política cuyo objetivo principal consiste en manipular a las masas populares como lo hacen, no la autoridad, sino los autoritarios. El pueblo mexicano está haciendo esfuerzos para lograr que su fuerza y su organización acaben con las desigualdades que siguen existiendo en el país

Las cuatro transformaciones habidas en México intentaron acabar con las injusticias y la miseria que padecíamos los trabajadores, los campesinos, los obreros y el pueblo. Hoy, según el INEGI, el 1% de la población posee el 87.9% de la riqueza financiera, el 10% de los más ricos gana 30 veces más que el 50% de los más pobres, el 0.2% de la población posee 6 de cada 10 pesos de riqueza en el país, los 4 millonarios más ricos de México representan el 9% del PIB, mientras el 54,4% de la población permanece en la pobreza. La derecha haciendo uso de las “perfectas herramientas del poder” (*) insiste en imponer autoritariamente su opinión a las grandes masas sometidas con falsas esperanzas de vida. La oligarquía, las televisoras y la iglesia, son las fuentes de las que brotan el atraso cultural, la pérdida de valores y la postración del pueblo

Millones de mexicanos se han separado parcialmente de la cultura de la banalidad, el seguidismo y la corrupción, aunque hay evidentes muestras de que aún subsiste una amplia franja social, acrítica, conformista y repelente a cualquier ejercicio intelectual. En Morena estamos claros que la empresa más difícil que se tiene por delante es seguir desarrollando la conciencia de la gente. La cultura y la ideología que el Estado burgués le impuso a la sociedad no es para que juegue un papel liberador sino para someterla y tenerla bajo control. Sus mecanismos ideológicos y sus aparatos propagandísticos tienen el consabido propósito de distraerla y restarle lucidez para entender los fenómenos sociales. El mundo de la justicia del que le hablan al “pueblo” es el instrumento que utiliza la oligarquía para mantener a los trabajadores entretenidos y enajenados.  

A seis año cinco meses de la cuarta transformación hay sectores y personas que le hacen fuchi a la política porque en ella solo caben los “corruptos” y los que “no tienen qué hacer” Quienes esto afirman encajan perfectamente en la caracterización que hace el personaje de Orwell “hay sectores de la sociedad que no les importa la política, les fastidia el trabajo; sólo se desviven por lucir lo que tienen y comer terrones de azúcar”. Les gusta la comodidad y la seguridad de su sueldo, aunque éste sea miserable. Son los huidizos, los agachones, los que dicen que nada se puede hacer a favor de la nación

(*) Rebelión en la Granja, George Orwell, editorial planeta            

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