¿De qué adversario político estamos
hablando?
Por JESUS SOSA CASTRO
En la lucha política que se libra en el país, las cosas no
andan bien. No se sabe cuál o quién es
el adversario contra el que hay que enfocar las baterías. Seguramente a eso se
debe que en las filas de la oposición, toma cuerpo una extendida ofensiva
contra muchos sujetos políticos y se lancen consignas a diestra y siniestra sin
saber exactamente a quién hay que dirigirlas. Para entender de qué estamos
hablando, tal vez valga la pena hacerse una pregunta: ¿Quiénes son los
responsables de la situación económica, política y social que vive el país? ¿Han
sido los gobernantes del PRI y del PAN? ¿Son los medios de comunicación que
manipulan la información? ¿Es el PRI, que ha hegemonizado una cultura política
y ha pervertido el ejercicio del poder, sometiendo a los ciudadanos a prácticas
más allá del derecho y de la ética?
Durante 85 años, el PRI ha sido prácticamente el
único instrumento de gobierno, aún cuando en dos sexenios éste haya estado en
manos del PAN. Más aún, si hoy los priistas tomaran la decisión de desaparecer ese
partido, la escuela y las prácticas que han puesto su sello en la vida de
México, seguirían existiendo por muchos años porque éstas, han sido asumidas, voluntaria
o involuntariamente, por la inmensa mayoría de la población. El priismo,
por tanto, no es simplemente una
estructura estatal, ni menos una plataforma
partidista. Es, sobre todo, un
instrumento de poder que ha establecido una red de relaciones políticas
y un ejercicio de complicidades mutuas con
la burguesía. Por eso este partido ya no es más un representante de los sectores populares que participaron en la revolución
de 1910-17. El PRI es hoy, la herramienta que sirve al poder del gran capital
para someter y expropiar al pueblo sus intereses y sus derechos
Si el callismo representó la
modernización del priismo, con el Gral. Lázaro Cárdenas del Río toda la
organización de las masas, fue subordinada a los intereses del Estado y a las necesidades
y políticas del gobierno. Las centrales obreras, las capas medias y los
campesinos fueron organizados no para confrontarse con la burguesía emergente
sino para fortalecerla como clase gobernante. De allí viene el corporativismo
oficial que estamos padeciendo. Por eso a
los priistas les causa roña que se demande respeto a la independencia orgánica
y política de las organizaciones existentes en el país. La sumisión de los
líderes charros a los intereses del poder y la consiguiente castración de las
luchas de los trabajadores, son la expresión histórica de la burguesía
triunfante en el movimiento armado del 10-17
Ochenta y cinco años después, el PRI se ha convertido en el alma y el
corazón de la burguesía mexicana. Su espíritu y su mundo interno han
evolucionado crecientemente hacia la derecha. “El origen del priismo es el núcleo creativo, discursivo y afectivo
de toda la clase y de cada uno de los capitalistas mexicanos. En su intimidad
profunda y en su memoria colectiva, se guardan los sentires, saberes y
conocimientos aprendidos y vividos respecto de la opresión y explotación de la
que ha hecho víctima al pueblo de México” (*)
Si la burguesía mexicana fue la
que triunfó en la Revolución, políticamente fueron los carrancistas, padres de
los callistas y de los priistas modernos, quienes excluyeron a
los zapatistas, a los floresmagonistas y a los villistas de los programas
avanzados por los que éstos lucharon en ese movimiento. Sólo por razones
políticas y por utilitarismo, Carranza tomó
en cuenta las recomendaciones de Luis Cabrera para prometerle al pueblo que sus
huestes acogerían las demandas que Zapata y Villa habían recogido de sus
seguidores
Desde 1929 a la fecha, el priismo ha construido su existencia
alimentándose de mentiras, tergiversando lo que fue el proyecto de la
Revolución Mexicana. Ha hecho de los artículos 1º, 3º, 9º, 27º, 39º y 123º
puros fetiches. Para constituirse en
poder capitalista asesinó a Flores Magón y para tratar de hundir en el olvido a
esta corriente libertaria, se conformó en poder burgués matando a Zapata y a
Villa. Hoy hace esfuerzos para que estos revolucionarios, aparezcan hermanados
con los proyectos y las luchas de Madero, Carranza, Obregón, Plutarco Elías
Calles y todos los que fraguaron y orquestaron su asesinato.
La canalla priista representa lo
peor en la vida nacional. El triunfo que en 1988 no quiso o no pudo defender
Cuauhtémoc Cárdenas, espantó al priismo que se creyó destinado a gobernar para
siempre este país. Carlos Salinas de Gortari buscó aliarse con el PAN y lo
unció a sus intereses dándole la gubernatura de Baja California. Hoy el PRI y
el PAN representan lo mismo y juntos trabajan en la construcción de un Pacto
Social a espaldas y en contra de lo que importa a la sociedad. Todo su proyecto
está pensado y armado para seguir favoreciendo los intereses de la gran burguesía.
Nosotros los trabajadores mexicanos, no tenemos ningún pacto o contrato qué
respetar con los multimillonarios, entreguistas y traidores a la Nación. La
soberanía popular y el patrimonio histórico de nuestro pueblo volverán a ser
rescatados, una vez que echemos del poder al PRIAN y sea el pueblo el que
gobierne. ¡De eso nos encargaremos!
(*) Sobre el priismo. Ensayo escrito por Armando Martínez Verdugo
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