En busca de los doce apóstoles
Por JESÚS SOSA CASTRO
Desde hace varios meses he venido
escuchando de algunos camaradas, que es
necesario que en Rumbo Proletario se cuente con la experiencia que, en el
mundo, los doce apóstoles de Jesucristo, hicieron de su doctrina una siembra de
enorme religiosidad. Al principio dudé de esa propuesta. Mi vena de libre
pensador no admitía tamaño sacrilegio. ¿Cómo un grupo de marxistas incorregibles
iba a dedicarse a buscar a los doce apóstoles educados y formados para ejercer
un liderazgo que tenía el propósito de llevar la palabra y el proyecto de
Jesús? ¿Quiénes eran esos que iban por el mundo hablando de redimir a los
pueblos? Hay infinidad de libros e investigaciones que sostienen la existencia
de estos hombres que emprendieron una enorme batalla por defender su proyecto.
Yo, atraído por estos viejos decires, me acogí a las fantasías y a los mitos que entre otros, Jorge Luis Borges les
dio anchura en sus escritos, especialmente en Las Tres versiones de Judas, para
hacer de lo real y lo ficticio un monumento a la imaginación
Pues bien. Como Rumbo Proletario está por
realizar su VI Congreso Nacional, el Dr. Armando Martínez Verdugo, un hombre
culto y con varios libros en su haber, ha puesto sobre la mesa un resolutivo
titulado: “En el trabajo de masas, hay que poner por delante la aplicación de
la “Teoría de los doce Apóstoles” En las discusiones que hemos tenido sobre el
QUÉ HACER en estos tiempos de desesperanza, hay posiciones ortodoxas y propuestas
que refrescan las discusiones con los aportes de los nuevos científicos de la
política. Lo importante es que ambas corrientes son marxistas y coinciden en la
necesidad de construir una sociedad libertaria
¡Por eso la propuesta de Armando! En el país -dice- no existe una sola forma de trabajo revolucionario
entre las masas. “Este trabajo sólo puede ser efectivo si damos el paso para organizar equipos de
activistas a los que llamaremos líderes de pueblo, promovidos por la propia
gente. La tarea de organización para cualquier fuerza de vanguardia es
organizar a los revolucionarios, ya que
los sectores populares se organizan en sindicatos, asociaciones y en agrupamientos
de gestoría. La tarea nuestra, la de RP, es organizar a estos líderes con una
concepción libertaria”
“Un activista o un líder de pueblo, es aquel que tiene cualidades altamente apreciadas por ese sector, ya que pertenece y actúa en
él. Las cualidades que lo colocan en ese nivel son la honestidad, la modestia,
integridad, lealtad, sentido de servicio, de justicia, intrepidez, temple,
audacia, valentía y capacidad para identificarse y representar los deseos y las
necesidades de su pueblo. El pueblo descarga en esos líderes las comisiones y
los asuntos de mayor gravedad, significado y riesgo. Un líder de pueblo es una
fuente de esperanza, de ánimo, cohesión y entereza. A estos líderes hay que
formarlos y apoyarlos para que se hagan activistas revolucionarios
Emiliano Zapata que, con el tiempo, se convirtió
de activista a revolucionario, con la influencia y la labor del floresmagonismo”
fue el encargado de todo por petición de la gente. De pronto miliano, como le
decían, aparece como un activista revolucionario, fundador del Ejército
Libertador del Sur. “Miliano era apoyo, resguardo, confianza, firmeza, invulnerabilidad,
serenidad y prudencia. Era el más entendido y con mayor fuerza para defender
los intereses de su gente Este es el líder de pueblo que busca Rumbo
Proletario. El que encarna los sentimientos más hondos, en el que está la
verdadera y más auténtica disposición a la resistencia y a la lucha”
Esto es lo que denominamos “Teoría de los
doce apóstoles” Los hombres de JESÚS
jugaron en su momento un invaluable influjo de su propuesta a nivel
mundial. Jesucristo se dedicó, sin distracción alguna, a localizar a esos
destacados por la gente. Visitó aldeas, comunidades y mercados. Atravesó ríos y
con paciencia propia de un revolucionario libertario, comprendió que él solo no
podía llevar al cabo la inmensa tarea que se proponía. Por eso acabó juntando a
doce personas, las capacitó, las formó, les forjó conciencia, discutieron los
procedimientos a realizar y en el Sermón de la Montaña, concibieron el proyecto
programático más importante para llevar a cabo la grandiosa tarea encomendada”
(*)
Por eso Rumbo Proletario va a proponer que
su trabajo en el movimiento de masas, concentre el máximo de sus esfuerzos para
localizar, aglutinar y formar, dar conciencia revolucionaria a los activistas o
lideres de pueblo. Se trata de potenciar el trabajo de miles de estos líderes
para que pasen de la resistencia, a la lucha revolucionaria. Para todos ellos,
RP elaborará un Plan de formación teórica, ideológica, política y organizativa.
Recuperaremos la mixtica revolucionaria que heredó el zapatismo a los pueblos
en lucha. Si logramos estos objetivos estaremos avanzando en el propósito de
construir un país con una sociedad auténticamente humana. Para ese objetivo nos
proponemos emular a los doce apóstoles que en su trabajo y en su proyecto de
libertad acompañaron al líder espiritual más importante del mundo. ¡La tarea no
es fácil, pero los rumberos la empezaremos pronto!
(*) Algunas reflexiones aquí expuestas,
están contenidas en el resolutivo VI para el Congreso Nacional de Rumbo
Proletario, cuyo autor es AMV
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