miércoles, 30 de noviembre de 2016

Las claves de Espartaco y las propuestas de Rumbo Proletario

Por JESÚS SOSA CASTRO

El 12 de noviembre del año en curso, una Comisión de Rumbo Proletario, RP,  visitó al comunista español- mexicano, de 96 años, Virgilio Fernández del real. En su casa museo de Guanajuato Capital fuimos recibidos como camaradas. Es  asombroso el conocimiento que tiene sobre la vida política nacional y del trabajo de los compañeros de este hermoso lugar. Un hombre que participó en la guerra civil española y que en México, la izquierda libertaria lo tiene como un referente político lleno de acción y de trabajo. Diez días después, me mandó su opinión sobre un artículo que hace tiempo escribí con el título “El concepto de Revolución en la voz de Espartaco” Anoté entonces y lo reitero ahora, que este esclavo rebelde encontró las claves para luchar por la libertad. Su espíritu indomable le permitieron recorrer las venas por las cuales corren los sentimientos de los seres humanos, todos, en la búsqueda de una vida auténticamente humana
Craxio, el esclavo galo condenado a remar de por vida, compañero de Espartaco, un día le susurró al oído: “Yo una vez fui libre” Este, que no había conocido otra cosa que el chasquido del cuero en las costillas, preguntó: ¿Libre? Sí, le dijo Cracio “los dueños del látigo y la lanza, hemos sido nosotros, fuimos los vencedores sobre las legiones romanas, los que organizamos nuestra vida comunitaria, los que finalmente rompimos todas las fustas, todas las lanzas, y todas las espadas” Desde entonces, a Espartaco le supo diferente el golpeteo del vergajo
Con sapiencia ”elaboró su dolor y lo convirtió en conciencia, y la conciencia movilizó su voluntad para poner fin a las causas de su dolor. Reunió a los demás gladiadores en un momento de sosiego y les dijo: Mirad a vuestro alrededor y decidme si hay algo que no hayáis creado vosotros. Volved a mirar otra vez y decidme si hay una sola cosa que no haya sido vuestra. Entonces, Espartaco trasladó su voz a Howard Fast, y éste echó a andar las palabras del  Manifiesto Comunista: “En la lucha no tenemos nada más que perder que nuestras cadenas” En ese momento los esclavos convirtieron la voluntad en poder y el poder, en emancipación. Frente a ellos estaban las claves para alcanzar su libertad. Hicieron de el doler, el saber, el querer, el poder y el hacer; la fuerza política necesaria y la convirtieron en el instrumento de su conciencia. Esta suerte de pensamientos y acciones hicieron del derrotado Espartaco, un triunfador de las causas libertarias” (1)
¿Y en México, de qué nos ocupamos los revolucionarios? ¿Qué nos distingue de aquellos que regurgitan un día sí y otro también la palabra revolución, cuando sus actos sólo han servido para fortalecer al Estado burgués y en consecuencia al sistema explotador? Como muchos he sido actor de otros esfuerzos y de los ideales revolucionarios que le han dado vida a los intentos por transformar el país. Pero ellos y yo, hemos sido víctimas de quienes en nombre del pueblo se han encaramado en el poder sin que los que ofrendaron su vida y su participación en la lucha, hayan alcanzado algo de lo que legítimamente les pertenece    
Aportamos trabajo y convicciones queriendo ser un eslabón de la cadena que millones de mexicanos hemos venido enarbolando históricamente. Sin embargo, sostengo que los problemas de hoy y las cuestiones del poder, no los vamos a resolver andando los caminos trillados de siempre. Mucho menos estaremos en condiciones de transformar el país si en las resistencias sociales no se construye una conducción revolucionaria que mire las cosas con la profundidad crítica de lo que pasa dentro y fuera de los sectores en lucha. No habrá mutación posible, sin un cambio real en el pensamiento y en las acciones de los que están al frente de las resistencias. Ha llegado el momento de entender que “nadie puede forjar autodeterminación si no es protagonista de su propia liberación”
Rumbo Proletario, hemos dicho, no es un partido político. Es sobre todo, un pensamiento que se viene nutriendo del marxismo y del enorme aporte de las masas que luchan. Como rumberos nos esforzamos por buscar las luces que vienen de afuera y abrevar de la cultura revolucionaria que se desarrolla desde el interior de las resistencias populares. “Tratamos de ubicar lo mejor posible cuáles son, en este momento histórico, las resistencias del pueblo mexicano; sus técnicas de movilización y las técnicas de la desmovilización que impone el régimen político. Andamos en busca de los dispositivos básicos que les llevan a resistir y descubrir cuáles han sido y son los límites a los que están llegando. ¡Intentamos, también, abatir estos límites y desentrañar los recursos de intimidación, de copamiento, de convencimiento que el Poder usa para impedir que las resistencias más desarrolladas den el paso necesario para convertir sus luchas, en luchas revolucionarias” (2)
“Sabemos que si el pueblo no quiere el cambio, éste nunca tendrá lugar. Pero cuando el pueblo, así sea de manera confusa, desea y hasta sueña con esa transformación y la medio dibuja con sus acciones, el terreno básico para el cambio se ha constituido. En momentos así, aparece con toda su fuerza la necesidad de la dirección revolucionaria. Sin ésta, el cambio que se busca puede tener lugar como un accidente, como una casualidad” Es esto lo que puede pasar en el 2018 si los millones de personas que sueñan con este sueño, no empiezan, desde ahora, a construir la fuerza y la conducción revolucionaria que los lleve a ese promisorio futuro

(1)  Juan Carlos Monedero, Curso urgente de política para gente decente. Editorial Paidós
(2) Los demás entrecomillados son reflexiones de Armando Martínez Verdugo, contenidas  en carta a la militancia de RP, con motivo  de su VI Congreso Nacional


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