La desgracia de los viejos lobos de
mar
Por JESÚS SOSA CASTRO
No es suficiente decir
que el gobierno, el PRI y sus compinches ya nos llenaron el buche. Tampoco
produce contento denunciar los diarios atropellos a la constitución por parte
de los plutócratas que administran el poder en la República. Lo que ocurre con
absoluta desvergüenza, es cómo estas tres instancias están tomando
determinaciones decisivas para impedir que AMLO llegue a la presidencia de la
República en el 2018. Y lo hacen, no porque consideren que Andrés Manuel los va
a meter a la cárcel o los va a castigar coaccionándolos a pagar los impuestos a
que los obliga la ley, ni mucho menos pueden arguír que en él existe la amenaza
de expropiarles todos los bienes robados a la nación; ¡NO! Este líder hace
meses que ha dicho que habrá perdón. Lo hacen porque desde 1917 los cachorros
de la revolución fueron educados para robar, para enriquecerse a costa del
excedente que producen los trabajadores. Es esto lo que lo que los tiene a
punto de la locura
Los viejos lobos de mar
que antes hacían y deshacían en la política, están cayendo en desgracia. Su
discurso ya se les pudrió, han entrado en una crisis terminal. Los gobernantes
ya no gobiernan, han entregado la plaza a los verdaderos amos de México. A los
mafiosos del poder económico y a las narcos. Son catorce multibillonarios los
que imponen las decisiones y los narco políticos controlan los poderes locales
en no pocos lugares de la República. Solo hay que ver lo que pasa con el
gobierno de Peña Nieto para darse cuenta de que este señor lo tienen atrapado
del cogote para que se conduzca de acuerdo a lo que a ellos conviene
Esa escuela y ese
discurso ya no remueven los sentimientos del pueblo. La gente, otrora
adormecida, está despertando y nada que no sea el dinero, las despensas, la
pobreza y las amenazas, son lo que ponen en juego los carcamanes, para intentar
mantener el poder federal y local. El repudio que en todas partes se expresa
por parte del pueblo contra las políticas y las acciones de gobierno del PRIAN
y de los demás partidos del sistema, está dando paso al nacimiento de una
corriente política que con todas sus imposiciones, sumas atrabiliarias y defectos,
es la única que ha tocado las fibras de ese pueblo tanto tiempo humillado y
empobrecido por un régimen depredador, autoritario y criminal
Morena parece
convertirse ahora en esa opción política que millones de mexicanos andan
buscando para romper con la cultura del acarreo, el corporativismo, la entrega
de todo tipo de dádivas. El discurso de su líder, es un discurso fresco, lleno
de emociones y de promesas que está
convirtiendo a este partido en un fenómeno de masas nunca antes visto. Sin
embargo, mal haríamos si dejáramos de señalar las partes débiles de esta
Organización que el pueblo empieza a considerar como el instrumento que hará
posible su liberación. Lo que hace andar a ese cuerpo son su estructura y sus
cuadros políticos hasta hoy bastante carcomidos por prácticas clientelares y
oportunistas. Un partido con ese apoyo del pueblo no puede cumplir con sus
responsabilidades si no corrige cuanto antes estas debilidades. ¡Ojalá me
equivoque! Pero lo que veo en una buena parte del país, es una estructura de
papel y una falta de liderazgos locales que hacen que desaparezcan las acciones
del partido, tan pronto AMLO se aleja de los Estados que visita
Si Morena es la
esperanza de México está obligada a procesar la convicción de que se vive y se
está en una contienda, en una verdadera guerra de clases, es decir, de fuerza
contra fuerza. Por lo tanto, hay que fraguar en la conciencia del pueblo en
resistencia, la convicción de que al Régimen y al sistema no se les puede
seguir pidiendo justicia ni solución a los problemas populares. ¡La justicia es
justicia popular o no es justicia! La justicia se impone mediante las acciones
combativas del pueblo en resistencia. La justicia que “otorga” el Régimen es un
nuevo recurso de obediencia y sumisión. Las soluciones son soluciones populares
o no pasan de ser artimañas y atole con el dedo. Las soluciones populares las
construye el pueblo con sus acciones combativas, no con peticiones, imploraciones
y reclamos
Para que el pueblo que
le está dando su confianza a Morena no sufra una frustración más, tiene que forjar
un estado de rebeldía general en el pueblo mexicano, conduciendo el rechazo a
las políticas estatales y el encabronamiento popular hacia el régimen político
y el empresariado que forman la casta de multimillonarios y multibillonarios
que están expoliando a México. Tenemos, como partido, que coadyuvar para que el
pueblo en resistencia y los trabajadores y ciudadanos en general, conozcan a
los “amos de México” a los verdaderos titulares del Poder del capital en esta
sociedad, ubiquen bien quiénes son éstos, cómo viven, cómo han hecho sus
fortunas y cuáles son sus verdaderos intereses
Si no se alcanza un
desarrollo cualitativo y cuantitativo que construya una dirección
revolucionaria, que le permita coadyuvar con eficacia a que el pueblo en
resistencia localice sus problemas
fundamentales, diferenciándolos de los secundarios, los retos básicos e
importantes de su accionar van a ser muy difícil alcanzarlos. Para lograr estos
niveles de organización y combatividad, el partido tiene que alzarse como una fuerza
revolucionaria de verdad. De lo contrario, volveremos a fracasar y esto, no se
lo puede permitir Morena cuando el pueblo busca en ella la ruta para salir de
la degradación social y política en que los títeres de la burguesía y sus
titiriteros, han metido al país
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