Las ideas cobran fuerza cuando les ha
llegado su hora
Por JESÚS SOSA CASTRO
Quizá valga la pena
preguntarse ¿Qué pasa en el EdoMex? ¿Por qué tanta desesperación de Peña y de
todo su gabinete? ¿Por qué se han agudizado tanto las tensiones políticas? ¿Qué
es lo que se está jugando entre los distintos partidos? ¡Es obvio que la lucha
es por el poder! No les importa que en los ciudadanos crezca un repudio más que
justificado por su incompetencia, por la deslealtad a lo que ofrecieron
programáticamente. Hoy, la mayoría se han vuelto empresas políticas y sus
dirigentes unos empresarios corruptos. Todos, responden al interés de controlar,
mandar y dominar en las relaciones sociales de los individuos y de los
colectivos. Es el poder quien determina sobre nuestras consideraciones y
nuestras acciones. Nosotros no mandamos sobre nuestra propia vida, sino el
poder al través de la política
Por eso se equivocan
aquellos que afirman que no les gusta esta actividad, que eso es para los que
no tienen qué hacer. No se dan cuenta que quedarse al margen de la política es
fortalecer a los que ya nos controlan, nos mandan y nos dominan. “La política
es la relación cotidiana y puntual en la que se ejerce capacidad de dirección y
mundo social, donde se realiza y materializa el dominio, el control y el mando
en toda nuestra vida humana” (1) Si este es el poder, si la política es la
ejecutora de nuestras relaciones sociales ¿por qué permitimos que el poder y la
política nos sometan bajo su control, quitándonos el derecho de vivir una
auténtica vida humana en condiciones de autodeterminación? ¿Será que somos sadomasoquistas?
¿O permitimos esto porque aún no hemos llegado a un nivel de organización y de
fuerza, de entendimiento y de cultura política, como para implantar el derecho
a vivir sin mandos dominios y controles?
No, no somos
sadomasoquistas ni nos gusta este poder explotador,
corrupto, inculto y criminal. Sólo que la forja de un instrumento que vaya más
allá de la lucha por demandas sectoriales, requiere de la construcción de una
fuerza y una dirección revolucionarias que derroquen al poder burgués, exige una
formación política, ideológica, teórica y de organización que facilite nuestra
lucha en contra de los representativos de ese poder tan podrido, corrupto y
ajeno a los intereses de la gente. Esta es una razón por la cual a pesar de
todo lo que representa el poder de la burguesía, tenemos que participar en lo
que hoy interesa a la ciudadanía, para ir despertando conciencia revolucionaria
y formas políticas que nos den experiencia, aprendizaje para enfrentar al enemigo principal y capacidad
para construir un instrumento que ayude a coaguler la esperanza de una vida
auto determinada
En el libro del
venezolano Ramón Lobo, hay una idea que quiero compartir con mis lectores. Este
escritor señala que va a ser muy difícil cambiar las cosas en el siglo XXI.
Habla de los retos difíciles que tienen las fuerzas revolucionarias en la
corresponsabilidad de construir nuestras democracias. Pero dice también que si
algo hay que cambiar para quitarle el poder a la burguesía, “Nunca como ahora juegan
un papel importantísimo el mundo de las ideas, de la enseñanza, la reflexión y
el debate. Ya Víctor Hugo decía que nada tiene tanta fuerza como una idea
cuando le ha llegado su hora" (2) ¡YO CREO QUE ESA HORA HA LLEGADO! Estoy
convencido que en Morena y en las demás organizaciones democráticas y/o
revolucionarias, a la idea le ha llegado su hora. Ha llegado el momento de
sembrarla, en todos los espacios posibles. Si no sembramos ideas lo que vamos a
cosechar son solamente ruidos, imprecaciones y violencia verbal. Sostengo que esta
es la principal debilidad de Morena y del resto de las organizaciones políticas.
No tienen sembradores, ni semillas. No han formado a sus cuadros, sus
estructuras no saben qué sembrar y eso, es grave. El poder no sólo se gana con
votos. También juegan un importante papel la lucha ideológica, teórica y
política. Solo se construye partido y poder, si sus componentes están sembrados
de convicciones revolucionarias, de ideas, de proyectos sociales, de principios
y de ética. Si no hay estos constitutivos de la política, sólo se hace ruido,
no queda nada al término de las contiendas. ¡Nos pasa lo que a Sísifo!
Morena puede resolver,
si se lo propone, esta contradicción. El enorme apoyo popular que trae,
requiere de una estructura organizativa real. Pero lo que le urge, es poner el
máximo empeño en construir una fuerza pensante, formada ideológica, teórica y
políticamente, a efecto de estar en condiciones de enfrentar al adversario que
hoy, ya no se le puede derrotar con el mismo discurso. Se requieren
conocimiento, información, cultura política. Las mentadas de madre forman parte
del desahogo personal pero no construyen nada. El hartazgo social hay que
combatirlo con argumentos, ir a las entrañas de lo que hace fuerte al sistema.
Y esto requiere formación, capacidad organizativa y sobre todo, convicciones
revolucionarias
Mientras esto se
entiende por las dirigencias, los ciudadanos de cualquier partido o sin
militancia alguna, no podemos dejar que nos avasalle la podredumbre y la
impunidad del priismo. Quedarse en la casa el 4 de junio es abrirles la puerta
grande a los malandrines que ya llevan noventa años mal gobernando el Estado de
México. Necesitamos echar al PRI del poder y eso también se logra con votos,
participando en la defensa de los mismos, vigilándoles las manos y denunciando
las triquiñuelas que desde el gobierno
federal están diseñando los malandros de siempre. Es tiempo de airear la casa
de poco más de diez millones de electores. ¡Votemos por Delfina Gómez y abramos
las ventanas y puertas para que por ellas entren nuevos aires, nuevas ideas y
nuevas formas de gobernar! ¡El 4 de junio el voto debe ser por Morena!
(1).- Poder, Política,
Sociedad, programa de investigaciones históricas del Dr. Armando Martínez
Verdugo, Universidad Autónoma de Chapingo
(2).- Conversación con
Juan Carlos Monedero, de Ramón Lobo, Ed. Turpial
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