Las salidas probables
Por JESÚS SOSA CASTRO
La victoria de Delfina
Gómez a la gubernatura del Estado de México, ¡VA! Si el asunto no se maneja con
inteligencia, se puede presentar un nudo gordiano que hay que pensar en cómo desatar.
Las fuerzas que se mueven alrededor de la candidatura de Del Mazo, tienen en su
haber una capacidad enorme para cambiar los acontecimientos y hacer que el
Primazo sea ungido Gobernador del Estado de México. Del lado de Morena y de su
candidata, están la fuerza moral, la honestidad, el trabajo de cientos de
activistas y miles de ciudadanos que han decidido dar su voto para quitarle el
poder al PRI, y acabar con la pobreza, con la corrupción, con la impunidad y
con el grupo Atlacomulco, cuna de los funcionarios más ladrones que ha
registrado la historia del país
Está claro que esta
elección va a estar cuajada de atropellos y de formas antidemocráticas para imponer
al candidato del sistema. Todo mundo sabe que Peña Nieto y su gabinete, están
haciendo uso de todos los recursos habidos y por haber para imponer a Del Mazo.
Pero nunca como ahora, los intereses que defienden las mafias se pueden perder.
Si gana Delfina se acabará con el negocio del nuevo aeropuerto que implica una
inversión de 180 mil millones de pesos para ser repartidos entre empresarios,
amigos y malandrines que viven en la cuna de Peña. A esto hay que sumar los 1 600
millones de pesos que Eruviel Ávila ha entregado al Primazo según investigación
del Lic. Paulo Díez y del grupo que encabeza Emilio Álvarez Icaza, otrora
presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos
Con todos estos
recursos en manos de las mafias del poder, es de suponerse que quieren llegar hasta
el final asegurándole el triunfo a Del Mazo. Como existe un hartazgo en todas
las esferas del país y como se ha despertado la conciencia de millones de
ciudadanos que ya no están dispuestos a sufrir otra imposición; hay que estar
preparados para descubrir y echar abajo las posibles maniobras del gobierno y
de los partidos paleros que quieren evitar que sus bienes mal habidos en el
EdoMex, puedan ser violentados por la llegada de Delfina que pone como
referencia fundamental acabar con la corrupción, la violencia, la impunidad. la
desaparición y/o la muerte de miles de mujeres
Es en este sentido que
el PRI ha empezado a tejer las redes de la imposición y el agravio. Se habla de
que Josefina Vázquez Mota ya se da por derrotada. Su candidatura nunca prendió
en los electores del Estado de México. Peña Nieto la tuvo agarrada del cogote
con eso de los mil millones de pesos que Peña Nieto le pagó a cambio de su
silencio sobre las triquiñuelas que ambos usaron. Una para dejarse perder y el
otro para hacerse el ganador en la contienda del 2012. El caso de Juan Zepeda
es todavía peor. Con la anuencia de EPN lo hicieron candidato la Barrales y
Miguel Ángel Mancera. Se trata de dividir el voto de la izquierda y usarlo como
comodín para irse con el PAN o con el PRI, según convenga al sistema. Lo real
es que en cualquiera de las pistas que juegue no ganará, pero asegurará un
hueso para él o para su gente. ¡El aún jefe de gobierno quiere ser presidente! Quería
un candidato que pudiera medirle el agua a los camotes sin llevar en los pies
tantas bolas de plomo para hundirse en el pantano de la corrupción y del
entreguismo como si lo llevan Del Mazo y Josefina. ¡Veremos si siquiera llega a
ser candidato!
Pues bien. Dado que el
panorama se le ha complicado al PRI a pesar de los miles de millones de pesos de
los que no rinden cuentas a nadie, a pesar del apoyo de todo el aparato estatal,
el partido del gobierno está jugando a tres cartas para ver cuál de todas pega.
Primero quieren que gane el Primazo porque éste representa la dinastía y los
intereses del grupo Atlacomulco. Si pierde, Peña nieto y todos sus malandrines
estarían abandonando el escenario político con la cola entre las patas
Si a pesar de todo ven
que Del Mazo no gana, como a leguas se ve, le pedirán y hasta obligarán a
Josefina Vázquez Mota para que decline su candidatura y sume los votos panistas
a Juan Zepeda, quien no tiene tan grande la cola pero su partido está comprometido
con las políticas de EPN al través del pacto por México. El gobierno sabe que
Juan Zepeda sería algo así como el hijo putativo del PRI y por lo tanto lo
tendrían completamente controlado. Una cara nueva siempre sería mejor que las
caras de los lacayos cara dura que representan Josefina y el PRImazo. Zepeda
sería la “renovación” del priismo y el cuidador del status quo en el Estado de
México. Josefina no le conviene a Peña Nieto, no tanto por lo que le sabe sino
porque ella como persona es la expresión de la insustancialidad, de lo trivial,
de lo anodino y de la mediocridad
La otra salida, la que contradictoriamente
tendría menos costos políticos para los malandrines que hoy nos gobiernan, está
en dejar que el proceso electoral se dé de manera tranquila, democrática, sin
intervenciones de personas, fuerzas y recursos ajenos al proceso electoral
mexiquense. Permitir un proceso electoral limpio, sin el uso arbitrario de los recursos
económicos y de poder que hasta ahora vienen manejando los que han hecho del
EdoMex la fuente de la corrupción y de sus riquezas mal habidas, serían la
forma más correcta y democrática para ganar las elecciones y llegar al gobierno.
En estas condiciones ganaría Delfina Gómez y el estado de derecho. Ganaría el
régimen político y los partidos dejarían de ser lo que hoy les ordenan los
mafiosos. México entraría en un nuevo estatus quo en el que estarían presentes
la honestidad, la justicia y la rendición de cuentas. De no ser así, Peña y sus
mafiosos serán los responsables de lo que ocurra en el país
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