Nihilismo y vacuidad en el debate
Por JESUS SOSA CASTRO
En la comunidad donde radico varios vecinos decidimos oír
juntos el último debate presidencial. Compartimos opiniones morenos, panistas y
priistas. Todos hicimos aportes importantes sobre las ausencias de temas y
asuntos que los candidatos dejaron de tratar y de la superficialidad con que
abordaron los más. Algunos de estos debatientes hasta presumieron de tener un
alto grado de conocimientos sobre el teje y maneje de los asuntos de la
política nacional
No sé si son verdad o mentira estas afirmaciones, lo que sí sé
es que hay entre nosotros un importante grado de cuestionamientos a las
propuestas y ausencias políticas por parte de los candidatos presidenciales. Algunos
de los asuntos que hemos puesto sobre la mesa tienen que ver con el hecho de
que los candidatos no han fijado posición sobre asuntos harto importantes. ¿Por
qué no se pronuncian sobre qué van a hacer respecto de la desaparición forzada
de los 43 estudiantes de Ayotzinapa por parte del Estado y, en cualquiera de
los resultados, qué castigo van a imponerle a los responsables de este atropello
de lesa humanidad?
¿Cuál es la posición de los candidatos presidenciales sobre
la creación de la Comisión de la verdad que un juez federal de Tamaulipas ha
planteado con urgencia, poniendo en manos de los padres de familia de los 43,
de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y de una Comisión Internacional; la
tarea de investigar a fondo este hecho atrabiliario debido a que la verdad
histórica que tejieron Jesús Murillo Karan ex Procurador de Justicia, el
gobierno federal y el ejército, resultó finalmente una verdadera falacia y un
ignominioso engaño a los padres de los desaparecidos y a la opinión pública
nacional e internacional?
¿Por qué razones ninguno de los candidatos habla sobre su
posición respecto de la Ley de Seguridad Interior que ha sido aprobada por Peña
Nieto y que vergonzantemente ha dejado en manos de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación la última palabra para ver si es constitucional o no, aunque los
tres niveles de gobierno la están aplicando en contra de los luchadores y
movimientos sociales que se expresan contra las políticas rapaces del régimen en
toda la geografía nacional?
¿Cómo no se van a preocupar mis vecinos, la sociedad y yo
cuando vemos el nivel del debate que tiene la campaña electoral mientras el
país se está cayendo en pedazos y el nihilismo y la vacuidad dominan la escena
pública para vergüenza de la autollamada clase política nacional? ¿No es
lamentable y patético que los candidatos a la Presidencia de la República se la
pasen revolcándose en los dimes y diretes dejando al margen la discusión de los
problemas económicos, la falta de empleo, el hambre creciente en amplias capas
de la sociedad, las estafas maestras, la corrupción lacerante, la violencia, la
criminalización de las protestas y la montaña de muertos que crece al parejo de
la impunidad que vive el país?
¿Socialmente los partidos políticos están cumpliendo con el
deber de acercarse a sus clientelas electorales para explicarles las causas de
la creciente ola de crímenes dolosos en todas las ciudades del país y la
incapacidad ignominiosa de las autoridades respectivas para explicar, detener y
castigar con el rigor de la ley las actitudes demenciales de las mafias que
azuelan a todo el país? ¿Qué pasa con las procuradurías y con los ministerios
públicos que se les están desparramando las muertes y las ejecuciones en toda la República sin que haya ninguna
razón que explique la causa de tamaña ineptitud?
Decidí escribir estas notas porque lo que se está omitiendo
por los candidatos, no es poca cosa y a la gente, le son necesarias
definiciones y compromisos. Tengo claro que lo que falta para el 1º de julio no
son días de guardar. Lo que los candidatos no quieren meter en su agenda, ya lo
harán cuando lo exijan los ciudadanos. Los asuntos que están quedando fuera son
harto importantes como para olvidarnos de ellos. Hoy ha llegado el momento de abrirle el
espacio a las utopías. Condiciones las hay. El pueblo se está organizando y en
su conducta y acciones ha vuelto aparecer la esperanza del triunfo. ¡Líder en
Morena, tenemos de sobra!
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