El NAIM, un crimen de lesa humanidad
Por JESÚS SOSA CASTRO
Cuando el Dr. Armando
Martínez Verdugo recurrentemente habla sobre el poder, yo, confieso, me es
difícil entender el fondo de sus argumentos. En las discusiones que tenemos
afirma que el poder es una relación social de dominio control y mando. Cuando
esto ocurría yo me quedaba completamente patidifuso. Tuve que ir a su libro El
poder (1) para descubrir la esencia de sus planteamientos. Dice que el poder es
una relación social en la que los poderosos ponen a los otros en orden, les imponen
el orden en el que deben vivir, es una acción ininterrumpida en la que el orden
establecido se realiza y se cumple porque se inspecciona y fiscaliza para que
el sometimiento nunca cese. Tiene a su disposición las condiciones para dirigir
a seres humanos en el rumbo que establece la ley. Estos elementos sustantivos
son los que explican las formas y los mecanismos que el poder burgués está
poniendo en juego con motivo de la construcción del NAIM
Si entendemos la cultura
del poder como una relación social de dominio control y mando, tenemos que
aceptar que este ejercicio es en la actualidad uno de los fenómenos más
degradantes de nuestra época. Una buena parte de la opinión pública se mueve apoyando
o criticando las posiciones y la conducta de los que nos gobiernan. Obvio es
decir que algunos no les importan que se atropelle la dignidad de lo gente o se
impongan decisiones que sólo fortalecen lo que a sus intereses corresponde. Si
están de por medio la dignidad y los recursos naturales que pertenecen al
pueblo y a la nación, no importa. El poder en manos de la burguesía no tiene
moral. Todo se decide a partir del dinero, de sus intereses
¿Por qué la jauría de
chayoteros no se cortó las venas cuando Vicente Fox, por ejemplo, compró la
empresa Agrointegrados en Coatzacoalcos, Veracruz, con un costo de 275 millones
de dólares la cual desde hace 14 años no funciona? ¿Ya se les olvidó a los
empresarios que la “víbora prieta” implementó en el nivel de enseñanza primaria
el programa Enciclomedia comprando 147 000 computadoras, pizarrones eléctricos
para ser utilizados en escuelas primarias, la mayoría de ellas sin corriente
eléctrica? ¿Por qué no dijeron nada los santurrones del PAN y toda la cofradía
que tienen por Dios al dinero?
Y qué decir de las
trácalas de Calderón Hinojosa que a nombre de PEMEX compró un terreno en
Atitalaquia, Hidalgo, en el que quiso construir la refinería del bicentenario,
¿lo que al final todo quedó en un muro que rodea a 700 hectáreas y cuyo pago
fue de 620 millones de dólares? ¿Han visto la torre del bicentenario, adefesio
que le costó al pueblo de México cerca de mil millones de pesos y terminó
siendo el urinal de los perros callejeros y de unos cuantos canes fifí que
salen a darse la vuelta por Paseo de la Reforma? Sobre esto no hicieron
alharaca los que hoy se rasgan las vestiduras diciendo que México perdería
recursos y prestigio si no se hace el aeropuerto de los plutócratas en los
terrenos de los pueblos de Texcoco
¿Se acuerdan que
empezando el gobierno de EPN en diciembre del 2012 autorizó la compra de 13.8
millones de pantallas para ser entregadas al mismo número de hogares con motivo
del inminente apagón analógico? ¿Tienen
ustedes referencia de en qué quedó la entrega de 10 millones de dólares que Odebrecht
dio a Emilio Lozoya vía contratos con PEMEX que no fue otra cosa que actos de
corrupción? ¿Y sobre la estafa maestra? ¿Y sobre los desvíos millonarios de
Rosario Robles en Sedesol? ¿Y de los socavones? ¿Y sobre la venta de puertos,
aeropuertos, playas, litorales, petróleo y minas de oro, plata, cobre, aluminio
y demás riquezas naturales? ¡Desde luego que no!
Ah, pero en cambio los
dueños del dinero y sus cachanchanes se la pasan despotricando contra la
posibilidad de que la Consulta ciudadana del 25-28 de octubre el pueblo DIGA NO
al aeropuerto de Texcoco. ¿Saben por qué les preocupa tanto que la respuesta sea
negativa? Porque a los grandes potentados no les preocupa el ecocidio, la
muerte de miles de seres vivos que habitan el lago, que se destruya la flora,
que se devasten los cerros, que se nos acabe el agua; lo que les preocupa es
que sus grandes inversiones presentes y futuras no se les vayan a caer. Esto es
lo que los tiene al borde de la histeria
El aeropuerto no es un
asunto solo de presupuesto. Bien lo puede hacer la iniciativa privada con sus
recursos. El problema es que hacer este aeropuerto en Texcoco es un crimen de
lesa humanidad. Están acabando con los cerros, con la vegetación, con el lago, con
la fauna, con el aire, con la vida. Este delito se paga con cárcel, los
plutócratas no pueden seguir disfrutando de la impunidad. ¡El que la haga que
la pague! El pueblo dice NO al aeropuerto de Texcoco. ¿Estamos?
(1) El Poder, una aproximación teórica a su fundamento constituyente.
Instituto Electoral del Estado de México, IEEM
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