Un Frankesteing armado con grillos y oportunistas
JESPorÚS SOSA CASTRO
Después del triunfo electoral
de Morena del año pasado, la organización, el trabajo y sus órganos de
dirección prácticamente han desaparecido de la escena pública. El único que
existe y que trabaja es el gobierno, me refiero al gobierno federal. El de la
ciudad y el de la Alcaldía de Gustavo A Madero aún no han dado color. Los
problemas ahí están y en distintos colectivos y en grupos de vecinos esta
situación empieza a producir malestar y cierto desencanto. La frase de que el
gobierno iba a ser del pueblo, para el pueblo y con el pueblo, solo está
resultando una frase, pues los funcionarios cada vez están más lejos de la
gente, reproduciendo fielmente las prácticas de los gobiernos anteriores
Aquel entusiasmo que se
generó después de la victoria electoral está desapareciendo exponencialmente.
La militancia fue abandonada por los “lideres” que ahora despachan en distintos
niveles de gobierno. Antes, a pesar de que nunca se les eligió -siempre fueron
impuestos- había la esperanza de que un día pudieran darle organización y
sentido al trabajo de los comités que se crearon en cada sección electoral, ya
no tienen vida. Todo el trabajo de organización ha desaparecido. Lo más lamentable
está en que no hay a quien acudir, los “guías” se convirtieron en los
machuchones de la política en la ciudad y en las alcaldías. Se creyó que el
triunfo electoral era suficiente para que las bases de apoyo a las políticas
del gobierno federal mantuvieran su querencia al partido. ¡Se equivocaron!
Es verdad que hay núcleos
que no han dejado de reunirse para discutir los problemas del país, las
acciones políticas del gobierno y lo que pasa en el partido. Es alentadora la
discusión, hay esfuerzos recurrentes en busca de coordinar los trabajos, de
organizar a los grupos más activos de Morena para estar listos para apoyar las
acciones del gobierno que encabeza López Obrador. Sin embargo, esto no llegará
lejos. Hace falta una dirección centralizada con políticas claras de cara a los
ciudadanos. Un apoyo permanente a las luchas del pueblo, hacer efectiva la
exigencia mundial de que el imperio gringo respete la autodeterminación del
pueblo venezolano y no intervenga en sus asuntos internos. La ausencia de estas
políticas por parte de Morena es un “pecado social”
En las filas del
partido se pasea lentamente la triste rutina de algunos compañeros a quienes
han convertido en repartidores de volantes. No hay ideas ni posiciones
políticas sobre los problemas que viven la gente y el país, se ha caído en una
modorra lamentable que, de no atenderse de inmediato, será difícil que el
partido se vuelva a levantar. El problema crece cuando los funcionarios se
niegan a recibir a representantes de los Comités seccionales que se les dijo en
campaña que serían atendidos para resolver los problemas de la comunidad. Nada
de esto está sucediendo. Las mismas viejas prácticas de encerrarse en sus
oficinas mientras los problemas siguen creciendo. ¡Esto debe terminar! Ya no
más trabajo sin objetivos, sin principios, sin tomarse en cuenta a los
militantes
Muchos no estamos de
acuerdo que el partido solo electoral, ajeno a las luchas sociales y un
instrumento proclive a las alianzas con juan de las pitas. En nuestros talleres
se hacen discusiones que se intentan poner en práctica a partir de las
coordinaciones que se están construyendo. La enorme riqueza conceptual que se
produce en los colectivos busca explicar cuál es el enemigo principal de nuestro
pueblo, para impedir que éste siga definiendo las políticas públicas que antes
se imponían a la sociedad. Se busca la manera de avanzar juntos en la
construcción de una fuerza que garantice el afianzamiento de las conquistas que
se están pergeñando por el gobierno federal
Queremos superar la
pena de que en Morena nada se debate. Buscamos una explicación creíble sobre las
causas que están manteniendo la división de la izquierda, de su marginación y
de su creciente intención de registrar tantos partidos como tendencias
ideológicas y políticas se entrecruzan en el panorama nacional. Queremos
explicarnos dónde quedaron los principios y la ética de la política. Queremos
encontrar las razones de por qué esa izquierda está tan lejos del proyecto de
gobierno que impulsa el gobierno de López Obrador. ¿Por qué no se trabaja por la unidad de todas
las resistencias en lugar de andar tratando de registrar un centenar de
partidos buenos para nada? ¿Por qué ese trasiego del honor y de la dignidad de militantes
y líderes de pueblo, luchadores por una transformación real del país que
trabajan pero que nadie los ven ni los oyen? ¿Por qué se pasan por el arco del
triunfo la opinión y el trabajo de miles de mujeres y hombres que han apoyado
hasta ahora las iniciativas del gobierno federal? ¿No se dan cuenta que se está
configurando un Frankenstein en cuyas partes se están reproduciendo los grillos
y los oportunistas? ¡Cuidado!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario