Los difíciles retos de la izquierda
marxista
Por JESÚS SOSA CASTRO
Decía un gran estratega
militar y político chino que “quienes no dispongan de planes, preparativos
adecuados y de condiciones suficientes para la lucha, inevitablemente serán
derrotados” Esta fue la cuarta conclusión a la que llegó Sun Tzu cuando describía
“los Secretos del éxito” en uno de los capítulos de su libro. “Cuando observo los
acontecimientos basándome en estos cálculos -añadía- sé por anticipado quién ganará
y quién perderá” (*) De este teórico de la guerra y la política no se sabe
mucho, no hay datos de quién fue, dónde estudió, quiénes fueron sus maestros, ¡nada!
Se especula que otro personaje usó ese nombre. Sin embargo, sus apuntes no solo
sirvieron a la obra de Maquiavelo, a los planes militares de Napoleón, también ayudaron
a modelar las ideas políticas de Mao Tze Tung. El pensamiento de este estratega
contribuyó para que el líder comunista chino alcanzara el triunfo contra el Kuomintang
encabezado por Chiang Kai Shek en 1949
Se especula, incluso,
que, si este hombre existió, no le importó que no perdurara su nombre sino su
obra. Por eso su libro El arte de la guerra, ha sobrevivido 2 519 años, si
tomamos en cuenta que algunos de sus biógrafos afirman que fue escrito por Sun
Tzu 5 siglos antes de Cristo. Las ideas que se contienen en este material, lo
confieso, me cuestionaron respecto de un universo de acciones políticas que muchos
compañeros y yo hemos venido poniendo en práctica con la idea de cambiar las
cosas en nuestro país. En estos ejercicios se pusieron esfuerzos, ideas y
tácticas que hasta ahora no nos han dado resultado. Participamos en los
movimientos de masas, organizamos a obreros y campesinos, algunos participamos
en movimientos armados, en las contiendas electorales, pero como izquierda
revolucionaria, seguimos en la marginalidad
Nadie puede poner en
duda que, en estos procesos, los que nos decimos marxistas hemos puesto el alma
y el corazón. Muchos murieron defendiendo sus ideas y sus proyectos, algunos
fueron llevados a la cárcel, a otros los mataron o los desaparecieron. La
mayoría de estos luchadores abrevamos -unos más otros menos- en los clásicos
del marxismo. Engels, Marx, Lenin, Rosa Luxemburgo y la experiencia y ejemplos
que aportaron los revolucionarios de Francia, de Alemania, de Rusia, de China,
de Cuba y de otros países, fueron nuestros referentes. Experiencias y
resultados hay muchos. ¿Por qué, entonces, los revolucionarios mexicanos no hemos
podido hacer que nuestras ideas sean seguidas y apoyadas por las masas, o por
lo menos por los obreros, los campesinos y los demás sectores de asalariados? ¿No
estaría bien hacer un análisis del porqué de esta situación?
Tomo nota de que en la
actualidad se desarrolla en el país un importante debate sobre estas
cuestiones. Habemos personas y grupos que queremos para el país, para su gente,
otro modo de vida. Aspiro como ciudadano a que no tenga que trabajar para
alguien que se apropia de parte de mi trabajo, que me explota, me subyuga y me
quita o limita mis derechos y libertades. Como yo, habemos millones que
queremos cambiar este estado de cosas. Pero entonces ¿por qué si hay tantos
explotados y oprimidos por el capital y existimos personas y grupos que decimos
saber el cómo resolver estos problemas, no hemos sido capaces de ir más allá de
un proyecto democrático como el que encabeza el actual gobierno federal? ¿Qué
es lo que nos está pasando?
Acabar con el sistema
capitalista no es sólo una cuestión teórica, de ideas brillantes. Es la
conjunción de la teoría y de la práctica, del análisis de la realidad nacional,
de saber -como señala Sun Tzu- “de parte de quién está la mayoría del pueblo,
quién tiene la influencia moral, quién elige a los dirigentes mejor entrenados
y conocedores de la situación, qué bando cuenta con las mejores condiciones
para la lucha, quién tiene mayor capacidad para modificar los planes, tomar en
cuenta las circunstancias, planificar la victoria, en fin…. Sólo quienes saben dar estos pasos lograrán
las condiciones para triunfar”
¿La izquierda
revolucionaria ha reflexionado sobre estas cuestiones? Sostengo que no. En lo interno, vive una perniciosa
confrontación. Si quiere encabezar la lucha por el derrocamiento de la
burguesía y enrumbar su trabajo y sus ideas hacia el logro de algo superior a
lo que hasta ahora han experimentado un conjunto de países, pueblos y líderes,
está obligada a reexaminar su estrategia, sus prácticas y sus ideas. No se
trata de olvidarse del marxismo como sesgadamente afirman algunos ideólogos, se
trata de tomar en cuenta las experiencias, los resultados, los descalabros y
los éxitos, todo lo que la vida ha puesto frente a nuestros ojos. Ojalá un
análisis sobre estas cuestiones nos convierta en lo que queremos ser. Lo que es
urgente es salir de la marginalidad política y entrar en contacto con las
luchas del pueblo
(*) Sun Tzu, El arte de
la guerra, Editorial Océano
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