Jarrito nuevo ¿dónde te pondré?
Por JESÚS SOSA CASTRO
Según declaraciones de
la Secretaria General del CEN de Morena y de la presidenta del Consejo
Nacional, Citlalli Hernández y Bertha Luján, respectivamente, están discutiendo
los problemas que han llevado al partido a una permanente confrontación entre
grupos desde que Yeidkol Polensky se hizo cargo de la dirección del partido hasta
el 26 de enero de este año, en que un Congreso Extraordinario nombró presidente
provisional del CEN a Alfonso Ramírez Cuéllar. No está mal que estos órganos
empiecen a buscar la manera de superar estos asuntos para llegar a la elección del
2021 en condiciones de ganar la mayoría en la cámara de diputados, las 15 gubernaturas
y los congresos locales
Como la mayoría de los militantes,
yo espero que se alcancen acuerdos que ayuden a subsanar la parálisis política
que ha llevado a Morena a convertirse en un aparato que ni huele ni hiede. Resulta
alentador, sin embargo, observar que hay una especie de tregua entre quienes no
estuvimos de acuerdo con la imposición de Mario Delgado por parte del TEPJF y
del INE y los que exigíamos ser los militantes quienes pudiéramos elegir a
nuestros dirigentes. Esta tregua tácita, expresa la obvia necesidad de impulsar
la unidad del partido, poniendo a salvo la participación, el respeto y la
democracia en el interior de sus filas
Ya no queremos
sorpresas ni decisiones unipersonales de nadie. Las políticas, las
alianzas y las candidaturas, deben ser discutidas y puestas en práctica con la
participación democrática y colectiva de los órganos nombrados para el efecto.
No más golpes de mano por parte del presidente del CEN contra los órganos y
bases del partido. Al Consejo Nacional y a la Secretaria General les concedemos
el beneficio de la duda sobre estos asuntos, pues el partido debe jugar su
papel para asegurar la continuidad y el éxito no solo en el terreno electoral
sino en el proyecto de gobierno que encabeza el Presidente López Obrador
En declaraciones a
distintos medios, Bertha Luján primero y Citlalli Hernández después, han
informado a las bases y a la opinión pública que no habrá imposiciones de
candidaturas que sean ajenas a nuestro proyecto de transformación, que se
regularizará la vida interna del partido, se tomará en cuenta la opinión de las
bases en la toma de decisiones y se acabará con el caciquismo, el clientelismo
electoral y el oportunismo de muchos que se han encaramado en el partido sin
ningún compromiso con el proyecto de la cuarta transformación. Sin embargo, un
asunto de la mayor relevancia no cuadra con lo que estamos exigiendo los
militantes de base
El esquema de nombrar a
representantes del CEN como componedores de las broncas que hay en los Estados,
repitiendo lo que en su tiempo hizo AMLO, no les va a funcionar. Primero porque
la mayoría de estos representantes son personas cercanas a Monreal. Y en
segundo lugar, porque no son ni conocidos ni tienen el pulso de los problemas
que se viven en el interior del partido. Su trabajo, siempre estuvo ubicado en
las esferas de la burocracia dorada y no en una relación directa con el
partido. AMLO tuvo éxito porque él supo estar en contacto directo con el
pueblo, con los militantes y simpatizantes que después se afiliaron o votaron
por sus propuestas. Forjó una relación de trabajo, de confianza y de
información a la gente. Explicó su proyecto, caminó de la mano con estos
sectores del pueblo y después llamó a construir la estructura organizativa que
convirtió a Morena en el partido más grande e importante del país. Hoy están
repitiendo el mismo esquema solo que ni el CEN ni los del Consejo Nacional
encabezan este trabajo, mandan a personajes desconocidos y alejados de la
autoridad política que se requiere para unir al partido en un esfuerzo común
que nos lleve al éxito electoral y político que estamos buscando
No es lo mismo que los
dirigentes encabecen el trabajo de la reconstrucción de la unidad política y
partidista, que poner al frente a personeros de los grupos de interés, proclives
a las tentaciones materiales y, sobre todo, desconocedores de los problemas
internos que se viven en los Estados. Hoy las bases queremos ver a los
dirigentes dirigiendo el partido, discutiendo, informando y generando confianza
en quienes por más de dos años hemos sido engañados y manipulados por “jarritos
nuevos que no sabemos dónde ponerlos” ¡Ya no queremos jilgueros buenos para
nada! Hay que abrirle camino a la democracia, a la participación de quienes
apoyan el proyecto no a los buitres vividores de la carroña
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