viernes, 18 de agosto de 2023

El tiempo de los buitres está llegando a su fin Por JESÚS SOSA CASTRO Nadie ignora lo que está sucediendo en la SCJN, en el TEPJF, en el INE y con los JUECES. Hablar de lo que pasa en estos órganos, supuestamente autónomos, es hablar de los estercoleros en los que el viejo sistema político, ha vaciado todas sus excrecencias, privilegios y mañas, los cuales, ya es tiempo de enterrarlos para bien del país. La opinión pública exige correrlos de sus nidos, toda vez que su desvergüenza, su ineficacia y su corrupción, les han servido para convertirlas en las principales retrancas en contra de la justicia, la democracia y la imparcialidad para hacer posible el avance en lo que señala el artículo 39 constitucional Por muchos años estas instancias fueron construidas mediante acuerdos cupulares entre los partidos que dominaban la escena pública. La memoria de la mayor parte de la sociedad arranca con los intentos de Vicente Fox para sacar de la jugada en el 2005 a López Obrador para que no fuera candidato en el 2006 a la presidencia de la República. Desde el ejecutivo federal, pasando por lo que en esa época era la Procuraduría General de la República, el IFE, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, la mayoría de los medios de comunicación y un sector de machuchones que se había enriquecido al amparo del poder público, impusieron todo tipo de maniobras para defraudar las decisiones electorales del pueblo De entonces a la fecha, no ha habido ni respeto ni pudor en los órganos encargados de darle certidumbre a los procesos electorales, a la impartición de justicia, y, sobre todo, no han entendido que su papel es respetar la constitución. A partir de la llegada fraudulenta de la señora Norma Piña a la presidencia de la SCJN, estos órganos se han llenado de disquisiciones leguleyas, porque sus compromisos con la justicia los han convertido en instrumentos al servicio de los intereses del crimen organizado, de los de cuello blanco y en defensores de la ignorancia y la estupidez, al intentar callar al presidente, acusarlo con cualquier pretexto de violencia política de género y de inocular el virus del comunismo al través de los libros de texto gratuitos a los niños de México A contrapelo de todo lo que hoy ve la gente, la SCJN, el TEPJF, el INE y los JUECES, no vieron nunca los crímenes, las torturas, desapariciones y fraudes que se cometieron por los gobiernos prianistas desde Carlos Salinas de Gortari hasta Enrique Peña Nieto, los que, sin más, pasaron por alto los asesinatos, desapariciones y torturas contra miles de luchadores sociales que sólo exigían acatamiento a la ley y respeto a sus derechos fundamentales. La acumulación de estos hechos deleznables, hizo que en el 2018 se impusiera la rebeldía y la conciencia política del pueblo para acabar con estas prácticas truculentas y antidemocráticas y hacer contundente la participación y la defensa de un nuevo proyecto de gobierno encabezado por López Obrador. Solo que, al cabo de casi cinco años en el poder del actual presidente, los privilegios, chantajes y latrocinios de estos grupos y sujetos, ya no tienen cabida en el nuevo gobierno. Por eso le han declarado la guerra a la 4ª transformación y el rostro político que escondían estas “fuerzas” con mañas y caricaturescas explicaciones, ha quedado al descubierto, principalmente, en la SCJN, en el TEPJF, en el INE y en la caterva de jueces venales. Desde que llegó Piña como presidente de la Suprema Corte, la mayoría de ellos se convirtieron en defensores de procedimientos anticonstitucionales, no solamente por formar parte de la mafia del poder, sino porque sus políticas y sus intereses son los mismos que detentan los criminales y que hoy son parte de los intereses que defiende el sistema judicial ¡Pero no hay mal que por bien no venga! La mayoría del pueblo ya no es el que por décadas fue controlado, explotado y humillado por el conservadurismo, por la derecha que históricamente ha estado siempre al lado de los privilegiados y en contra del pueblo. La rabia que pasean en el país no tiene futuro. La mayoría del “pobrerío” como nos llamó el mariguano de Vicente Fox, ha comprendido el espíritu del artículo 39 constitucional. Sabemos ahora que el poder dimana del pueblo y se ejerce para servirle al pueblo. Sus botargas, sus payasos y sus llorones, les son a la gente lo que el viento le hizo a Juárez. Son los retratos no solo del fracaso de sus políticas y de sus cuentos. Son el espejo en el que aún se asoma la corrupción, su clasismo y su racismo. Siempre fueron unos alacranes que envenenaban la conciencia y las libertades del pueblo. Los vamos a sepultar el dos de junio del 2024. A sus corifeos y a sus corruptos del poder judicial, los echaremos para siempre con el Plan C que ya les tenemos preparado. ¡El tiempo de los buitres está llegando a su fin!

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