miércoles, 13 de septiembre de 2023

 

Ojalá nuestra Coalición no se llene de tribus como en el PRD

Por JESÚS SOSA CASTRO

La forma en que el presidente y los partidos de la Coalición Juntos Hacemos Historia resolvieron la coordinación para la defensa de la 4t y en el futuro cercano la candidatura a la presidencia de la república, no solo fue un hecho inédito, sino el reconocimiento y la convicción de que es el pueblo y no las cúpulas las que toman las decisiones importantes respecto de quienes lo deben gobernar. La responsabilidad recayó fundamentalmente en el Comité Nacional de Morena y en su Consejo Nacional. En su momento, yo critiqué que, al PT y al Verde, en la decisión inicial, sólo fueran convidados de piedra

Sin embargo, me satisfizo enormemente que todos los partidos y sus dirigentes estuvieron a la altura de las circunstancias. Los aspirantes se apegaron a las reglas, hicieron su trabajo, recorrieron el país, hablaron con la gente y al final, los resultados fueron dados por cinco encuestas, las cuales, dieron el triunfo inequívoco a la Dra. Claudia Sheinbaum. Mi candidato era Gerardo Fernando Noroña. Su capacidad y su forma de hacer política y acercarse con el pueblo me llevaron a creer que sus partidarios lo íbamos a hacer ganar. ¡Nos equivocamos! Pero por lo menos en mi caso, sostengo que la derrota ha puesto de manifiesto la grandeza, la honestidad, la lealtad al proyecto y las virtudes de un político de talla descomunal

Después de que el Comité Nacional de Morena y el Consejo Nacional le entregaron la constancia de mayoría a la Dra. Claudia Sheinbaum, mi orgullo y mi apoyo a todos los que hicimos posible este primer paso democrático, se han hecho mucho más grandes y mi satisfacción se ha multiplicado por los avances políticos que todos los hijos del pueblo estamos logrando.  Estoy convencido que no solo vamos a ganar la presidencia de la república, sino los dos tercios del Congreso, las gubernaturas, los congresos locales, alcaldías y demás encargos. Confío en el pueblo y en su capacidad política, porque estamos entendiendo y actuando en razón del importante proceso democratizador que se viene abriendo paso desde el 1º de julio del 2018

Sin embargo, quiero poner en blanco y negro algunas preocupaciones que me están surgiendo una vez que veo el comportamiento de algunos aspirantes parecido al que vivimos en el PRD. En este partido había un montón de tribus con sus respectivos liderazgos. Cada tribu obedecía a sus dirigentes y no a la dirección del PRD. Predominaron los intereses de grupo y los encargos, entonces puestos, que se repartían atendiendo a la fuerza y a las presiones que ejercían esos grupos. El resultado final es la caricatura de partido que ahora anda dando lástimas y vergüenzas en los corrillos de sus jefes, el Señor X, el PRI y el PAN

Ese viejo oportunismo está asomando el rostro en Morena. Si como aspirantes firmaron un acuerdo y sabían de las reglas a las que estaban obligados a cumplir, si fueron testigos de la aplicación de los acuerdos, si se cuidó el proceso de las encuestas, ¿por qué los aspirantes que fueron derrotados, excepto Noroña y Manuel Velazco, se presentan como grupos de presión ante la ganadora del proceso? ¿Cuál es su pretensión? ¿Quieren negociar encargos a partir del porcentaje de votos que obtuvieron en las encuestas? ¿Se quieren mantener como grupos de presión, es decir, como tribus, para exigir prebendas y derechos que sólo deben darse en razón del trabajo, la honestidad, los ideales y la lealtad al proyecto de transformación y no a intereses personales o de grupo?

Me parece urgente y necesario alertar a los responsables de encauzar y dirigir este importantísimo proceso no sólo inédito sino como expresión incuestionable de la rebeldía democratizadora de nuestro pueblo. Como tal está harto y cansado del oportunismo de izquierda y de derecha y, sobre todo, de las decisiones cupulares. El caso de Marcelo es el colmo del oportunismo y de las ideas conservadoras que se metieron, o las metieron, a un proceso politizador diferente y que se quebraron a la mitad del camino porque en esencia ni en él ni en sus seguidores existen la fortaleza ideológica, programática y política, para dar el trabajo y la vida por la democratización, la justicia y la libertad. Resultaron unos pájaros nalgones que buscaban seguirse alimentando del esfuerzo, de los ideales y del empuje del pueblo por cambiar las cosas en el país. No está bien que se vayan, pero tampoco son indispensables para sacar adelante un proceso que huele a pueblo y no a la boñiga de los que siguen al carnal

No hay comentarios.:

Publicar un comentario