domingo, 10 de septiembre de 2023
El desinfle de Xóchitl y el paso triunfal de Claudia Por JESÚS SOSA CASTRO En los últimos días, por no decir años, recurrentemente he leído notas y artículos en los que, sin mayores argumentos, se critican las políticas públicas del presidente López Obrador. Que esto lo haga la extrema derecha, se explica, pues su naturaleza de clase y sus grandes intereses alcanzados mediante el amparo y complicidad del poder público, la hizo creer que quienes la integran, eran los dueños del país. Pero por primera vez el gobierno federal les ha quitado la teta de la cual mamaron por décadas. Lo que no se explica es la conducta de dirigentes políticos que se la pasen haciendo teoría sobre un mundo imaginario, que ya no empata con las ideas y las prácticas de un pueblo que construye un país democrático ¿Cuáles son las causas que llevan a estos grupos y personas a coincidir en el intento de desacreditar el proyecto de transformación que está en curso y que apoyamos millones y millones de mexicanos? En el caso de la extrema derecha su rechazo y su resentimiento obedecen a la pérdida de sus viejos privilegios de clase. Por muchos años vivieron la bonanza que les daba el robo a la nación. Las complicidades y la corrupción de los grupos de poder predominaron durante más de 80 años afectando a la inmensa mayoría de los trabajadores mexicanos. Su conducta mostrada después de que el presidente diera a conocer su quinto informe de gobierno en Campeche y hacer la primera prueba del Tren Maya, el ardor y el lloriqueo de los opositores en los medios y en la Comisión Permanente del Congreso, dejaron al descubierto la profundidad de sus rencores y de su frustración Las posiciones políticas de los representantes del PAN, PRI, PRD y MC rayan en la esquizofrenia. Su grotesco lenguaje contra las políticas del gobierno se ha incrementado a partir del avance incuestionable del programa de gobierno prometido por López Obrador. Su lenguaje estrambótico que expresa su acumulado fracaso por la falta de apoyo del voto ciudadano, los ha llevado a la histeria. En la mañana del 1º de septiembre fueron testigos de los avances contundentes que ha logrado el gobierno federal. Por eso su pequeñez política, despojada de ideas y de proyectos, fue avasallada por la estatura ética y moral de AMLO que, entre sus méritos, están las obras, apoyos, infraestructura y servicios, además de haber sacado de la pobreza y de la desigualdad a 9 y a 18 millones de mexicanos Las ridiculeces de sus adversarios han alcanzado tal degradación que su debilidad interna la quieren fortalecer con ideas y proyectos copiadas a las políticas de López Obrador. En su libro A la mitad del camino, el presidente recoge el pensamiento de Melchor Ocampo sobre dos temas: “los que se definen como liberales, independientes y demócratas, solo son conservadores más despiertos” Señala también que según Marx “las élites o clases dominantes siempre recurren a las versiones ridículas con la insana intención de recuperar el poder, aunque los lleve a la repetición de la historia en forma de caricatura” (*) Y eso justamente están haciendo los del Frente Amplio por México. Están desesperados. El procedimiento y los resultados que los partidos de la Coalición Juntos Hacemos Historia, impulsaron para que el pueblo decidiera mayoritariamente que Claudia Sheinbaum fuera la Coordinadora Nacional de los Comités de la Cuarta Transformación y la presunta presidente de la República, los sacó de sus jugadas. Esto desquició a la oposición y de manera particular a su botarga. Ahora andan en la pepena política tratando de convencer a Marcelo para que sus diferencias con nuestra Coalición desemboquen en las filas del MC o al lado de la desinflada señora del huipil. Los intereses los crean y la corrupción los junta Solo que lo que hoy ocurre en nuestro país es la creciente confrontación entre la corriente progresista impulsada por la inmensa mayoría del pueblo y el conservadurismo trasnochado, mafioso y criminal. La exacerbación de estos fenómenos por parte de la oposición, tienen como antecedentes históricos la cultura del agandalle, el robo al erario público, la corrupción y la defensa de sus privilegios perdidos. La derecha fascista, sus seguidores y achichincles siempre han estado presentes, pero siempre han sido derrotados. Y en el 24 no será la excepción. En esta revolución pacífica en la que estamos participando millones de ciudadanos, vemos como los conservadores están abriendo su tumba en la que serán echados por el voto del pueblo. A contra pelo del discurso pedestre de los frentistas, el proyecto y la candidata de la mayoría de los mexicanos, triunfarán el 2 de junio del año que viene. ¡Y si no, al tiempo! (*) A la mitad del camino, Andrés Manuel López Obrador, Editorial Planeta
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