De aquí
para adelante
Por JESÚS
SOSA CASTRO
Importantes sectores del pueblo mexicano estamos empeñados en
lograr la profundización de los cambios políticos en México. Morena, que nació en
el 2012, fue resultado de la traición y el entreguismo del PRD. A partir de
entonces los que militamos en ella tenemos un importante y enorme compromiso
con nuestra sociedad. Ser lo que no pudieron ser los perredistas y los partidos
del PRIAN. A la vista de todos, ya hay un avance económico y social sin
precedentes en México. El triunfo de AMLO en el 2018 y el de la Dra. Claudia
Sheinbaum Pardo en el 24, apenas pueden ser los prolegómenos de un futuro más
prometedor. El pueblo está echado a andar y difícilmente podrá ser detenido por
quienes lloran y patalean lamiéndose sus derrotas
Alcanzar ese futuro exige una clara conciencia de lo que
enfrentamos. De un gran esfuerzo unitario, con las luces necesarias para no ver
sólo los elementos del poder, de los puestos y de los intereses personales o de
grupo. Tenemos que mirar hacia una transformación profunda del país. El alma de
la lucha de Morena está más allá de los puestos. La sociedad nos está
demandando cumplir nuestra palabra ofrecida públicamente. Los militantes y adherentes
necesitamos poner en el centro del debate el cuerpo principal de nuestra lucha.
Si queremos el cambio verdadero, un país democrático, plural y con derechos, sin
oportunistas y sin ladrones, tenemos que tomar medidas serias para lograr la
fuerza, la organización, la unidad y las políticas para profundizar la
transformación del país
Lo que hoy se ve y se hace, todavía poco tiene que ver con
estas necesidades apremiantes. Nuestras bases deben darse tiempo para organizarse
desde abajo, estudiar y conocer su proyecto político, sus documentos básicos,
exigir y practicar su derecho de autodeterminación. Evitar que todo les venga desde
arriba. Si no hay discusión y análisis de lo que pasa en el país, difícilmente podremos
entender los grandes y complejos problemas que vive México. Porque, aunque la
oligarquía ya se encuentra bocabajeada y en la locura, no está totalmente
derrotada. ¡Es necesario abrirle espacio al estudio, a la organización, a la
unidad y a la acción para no hacer tan endebles y vulnerables los objetivos que
busca el 2º piso de la cuarta transformación!
La burguesía y sus partidos satélites aún tienen los recursos
económicos y los medios convencionales para hacer fraudes, para controlar la
inconformidad y la irritación de la gente. Están intentando impedir reformas a
las leyes y a la constitución para seguir dominando la escena política y social.
Por eso la organización y la formación de nuestras estructuras deben acelerar el
paso para no caer solo en el activismo permanente olvidándose de la cultura
política, de la unidad y de la organización. Tenemos tiempo para cambiar el
rumbo de nuestro trabajo, promover seriamente el estudio y la reflexión, ligarnos
a los movimientos sociales en resistencia y estar listos para luchar en todos
los frentes pero desde arriba y desde abajo
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