lunes, 9 de septiembre de 2024

 

¿Candil de la calle y oscuridad de la casa?

Por JESÚS SOSA CASTRO

El 22 de septiembre se realizará el VII Congreso Extraordinario del Movimiento Regeneración Nacional, Morena. Sin duda es un acontecimiento de gran importancia.  En su realización, puede estar la fuerza de su futuro o el inicio de su decadencia. En el imaginario colectivo nos hemos conducido con la idea de que el cambio que está viviendo el país, es en gran medida resultado de su trabajo, de su organización, de sus iniciativas ideológicas y políticas. Pero esto, solo parcialmente fue cierto. El timón del barco y de su conducción, estaban en manos del presidente. La militancia sólo le daba mantenimiento

Hoy, a muchos nos entusiasma la posibilidad de que las cosas cambien. Queremos que sus filas, su programa, su acción y su ideología estén en manos de una nueva generación de políticos alejados de los viejos vicios, de los privilegios y de la corrupción. Que los dirigentes respondan a los nuevos tiempos que estamos viviendo, que estén capacitados para enfrentar las complejidades de la política actual, que estén preparados para derrotar ideológicamente a una derecha enfermiza e irresponsablemente enloquecida por sus fracasos. Este es un deseo y un privilegio que nos merecemos los millones de mexicanos que hemos dado todo para transformar un poco las condiciones de vida y de trabajo de nuestro pueblo

Sin embargo, la convocatoria a este evento tan importante para los militantes de Morena no arroja buenos augurios. Desde que las cúpulas acabaron con la elección democrática de consejeros por colonia, barrio, o Distrito electoral, se acabó con el encanto de la gente, de los militantes. Se terminó con la democracia, con el debate, con el trabajo colectivo y con la concientización que empezaba a convertirse en el instrumento que daba fortaleza política e ideológica a todas nuestras acciones

Ahora pareciera que está en entredicho la Esperanza de México. Lo publicado en la convocatoria da la idea de que queremos ser candil de la calle y oscuridad de la casa. Nos desgañitamos hablando de democracia participativa, de inclusiones y de acabar con las políticas cupulares en el gobierno, mientras en Morena se perciben barruntos de seguir imponiendo desde arriba decisiones que no le hacen bien ni al partido ni a la democracia. Mal andan las cosas si permitimos que otra vez, se nos quiera convertir solo en una fuerza de tarea mientras las cúpulas siguen alimentando su ego y sus intereses a costa de la democracia y participación a la que tenemos derecho la militancia

Vemos que al Congreso van delegados que nadie sabe de ellos. Queremos, por lo menos, hacer lo que el gobierno está haciendo con las reformas constitucionales, recuperar el sentido original de nuestro proyecto democrático con la participación y el debate de todos los militantes. Sin eso, sólo seguiríamos siendo candil de la calle y oscuridad de la casa

   

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