Así no,
morena
Por JESÚS
SOSA CASTRO
A nadie escapa que en Morena hay fuertes críticas por su
desempeño y un debate interno que crece de manera exponencial. En lo individual
y en forma colectiva hemos venido poniendo sobre la mesa distintas visiones
sobre el quehacer político al interior de sus filas. Lo que nació el 9 de julio
del 2011 ha devenido en un Frankenstein descolorido, con creciente
predominancia electoral. Los errores de conducción política son el resultado de
no entender lo que está pasando en el país. Del 12 de diciembre del 2017 a la
fecha, el potencial organizativo, político y participativo de los comités
democráticamente electos fue criminalmente desmantelado. El entusiasmo, el trabajo
y la acción para hacer un partido en el que se expresaran los sentimientos del
pueblo, los eliminaron
A partir de entonces, los intereses políticos de los grupos le
arrebataron al pueblo la esperanza de convertirse en la fuerza preponderante en
las acciones públicas, en las decisiones internas y en la vida nacional. El CEN
no entendió ni lo ha entendido ahora el proyecto político y partidista que
impulsó desde siempre López Obrador. Las grandes acciones de masas y el voto
hasta ahora recibido se debieron y se deben al trabajo de la gente, a los
líderes fundadores y a los dos presidentes del país. La sensibilidad y la
capacidad de estos entes para explicar las razones de la marginación y de la pobreza
del pueblo, les hizo posible entender las razones de sus causas. Este legado
fue lo que convirtió al pueblo en el sujeto que esta transformando el país
La insensibilidad para entender estos hechos y la incapacidad
para combatir el golpismo de la reacción, han hecho que el partido ande perdido
en actividades que no contribuyen a la consolidación del proyecto partidista procreado
en las entrañas del pueblo. Cuando abrazamos los sentimientos, las necesidades,
las tradiciones y las culturas del México profundo, cuando afirmamos que el
poder era del pueblo, para el pueblo y con el pueblo, entonces la democracia entró
en el corazón de la gente. Pero hoy ¿dónde está el partido? ¿En qué ocupa sus
tiempos y sus recursos? ¿dónde andan sus dirigentes? ¿Por qué se abandonó la
estructura organizativa exitosa que creó AMLO y que ahora la derecha y los dirigentes
de Morena la critican y ya han dado los pasos para su destrucción?
¿Por qué la mayoría de los comités seccionales son una
caricatura? ¿Qué hacen y en qué participan los 9 millones de afiliados? ¿Por
qué mantiene a “ideólogos” que defienden a impostores de la política y
demeritan las críticas y las posiciones de los que trabajamos defendiendo los principios
y los valores de nuestra organización? Hasta antes del 2017 el trabajo se fraguaba
en los comités de base, allí se gestaron muchas ideas sobre el Nuevo Proyecto
de Nación. Después de julio del 2018 se acabó con la estructura de base, el
debate y la participación. Los que abrazamos la esperanza de que íbamos a ser
los actores de nuestra transformación ya no queremos vivir el desencanto, las
imposiciones y el clientelismo. ¡Miles estamos trabajando para recuperar el
partido!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario