Agradecido,
simplemente agradecido
Por JESÚS
SOSA CASTRO
Escribo estas líneas agradeciendo a familiares y amigos que
me han felicitado por mí cumpleaños. Lo hago porque en mi largo caminar por la
vida, muchas y muchos me han acompañado en mis ideales y principios que mucho
me enorgullecen. Cuando mis padres me despidieron el día que empecé una cruzada
en un mundo social y político que me era completamente ajeno, derramé lágrimas
porque pensé que iniciaba el recorrido de un mundo de soledad. Dejaba a mis
padres campesinos que habían puesto por delante su trabajo y su pobreza para
que su primer hijo no hiciera de la tierra y el arado el ejercicio fundamental
de su vida. Creo que sentían que las condiciones en que vivían no podían ser la
herencia para ninguno de sus vástagos
Mi arribo a la ciudad de México me deslumbró. Mis huaraches
de llantas y mi estirpe campesina arrancada a las tradiciones y a la cultura
del tequio de la Mixteca poblana me hacían ver como un adolescente perdido en
un mundo con arraigadas expresiones de discriminación, racismo y el clasismo. ¡Cuánto
me afectaron! Me sentía aherrojado por ese mundillo de jóvenes llenos de
prejuicios y supuestos valores de los que carecían. Con los días se fue
abriendo paso en mí una conciencia social y cultural trascendentes y, lo que
antes pensé que iba a ser mi soledad se empezó a llenar de amigos y compañeros
que compartíamos ideales y principios de los que hasta ahora siguen presentes
en nuestros haberes
Con los días empecé a superar lo que lastimaba mi alma y mi
corazón. Mis mentores de la secundaria y de la Nacional de Maestros entraron con
fuerza en mis pensamientos sustituyendo mis debilidades y complejos. Abracé con
honor las luchas obreras, campesinas y estudiantiles. Me formé en sus filas
para aprender y para ayudar en la búsqueda de la justicia, la democracia y la
libertad. El ejemplo de luchadores comunistas, líderes obreros, campesinos y demócratas
que levantaron las demandas del pueblo, me llenaron de amigos y compañeros de
batalla que, al pasar de los años, fueron y son el ejemplo político que hace
posible que yo, a muchos años de mis prejuicios culturales y sociales, esté
compartiendo relaciones de amistad y compañerismo en las crecientes filas de un
nuevo proyecto de nación
Creo que estas son las razones que explican el porqué de las
felicitaciones y de lo que es y ha sido mi vida. Les agradezco con todo el corazón
que me hagan sentir que existo social, cultural y políticamente. Me siento bien
al recibir sus parabienes. Me sentiría mejor si pudiera darles las gracias de
manera personal y abrazarlos con el cariño y el respeto que guardo para ustedes
en mi alma y en mi corazón. Gracias, Gracias. Los abraazo por siempre
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