Charros y ratas. Una epidemia
nacional
Por JESUS SOSA CASTRO
Durante el gobierno de Miguel Alemán la llamada clase
político desarrolló una fuerte embestida contra el sindicalismo independiente.
Los mineros, petroleros y ferrocarrileros fueron aplastados en su intento por
representar los intereses de sus agremiados. Con esto, se le dio paso al
sindicalismo corrupto y corporativo que representaba Jesús Díaz de León,
apodado el charro por su afición al jaripeo. De allí viene el nombrecito de “charrismo sindical” Entre los que combatieron
este paradigmático fenómeno de entreguismo y supeditación de los sindicatos a
los gobiernos y a los empresarios, fueron: Valentín Campa Salazar, Demetrio
Vallejo, Ramón Danzòs Palomino, Othón Salazar, Rafael Jacobo García, Rafael
Galván, José Dolores López y otros más.
De 1948 en que aparece este fenómeno corporativo a la fecha,
muchos sindicatos libraron batallas importantes por convertirse en auténticos
defensores de sus agremiados. Por esta lucha fueron a la cárcel y murieron
asesinados centenas de combatientes por la democracia sindical y por el
bienestar de los trabajadores. En este período se alcanzaron importantes
demandas sociales que se incorporaron a los contratos colectivos de trabajo.
Pero después de tres décadas, México cayó en una epidemia de
entreguismo y corrupción impuesta por los líderes sindicales que abandonaron ideales
y principios. Salvo el SME que está
siendo severamente golpeado por la entreguista y vengativa política de Felipe Calderón,
la inmensa mayoría de los demás sindicatos, incluyendo a los telefonistas y a los
universitarios, arriaron sus banderas de luchadores independientes y se
convirtieron en patiños de los gobiernos prianistas. Pasaron a formar parte de
esa nefasta corriente agachona y corruptora que encabezan Elba Esther Gordillo,
los charros del Sindicato petrolero, los del Seguro Social, los del ISSTE, los
del STUNAM, los del Sindicato de telefonistas, y sumando ¡Todos caciques y
todos corruptos!
El panorama que uno ve en los sindicatos no es distinto a lo
que pasa en los partidos políticos y en las esferas gubernamentales. El sistema
imperante ha procreado una red de corrupción que apesta y que asfixia a toda la
sociedad. Los directivos de sindicatos, partidos, empresas, y funcionarios
públicos, se han hecho millonarios al amparo del poder. Elba Esther Gordillo, Carlos
Romero Deschamps, José Luis Rodríguez Camacho, Miguel Ángel Yunes Linares, José
Luis Villalobos, El niño verde, Humberto Moreira, Genaro García Luna, Felipe Calderón,
ex presidentes, ministros, diputados y senadores, son la expresión del
latrocinio, de la impunidad y la corrupción que ya no tiene madre en este país.
Todos los días la prensa da cuenta de los millones y millones
de pesos que estos personajes le han robado a la nación. En lugar de ser metidos
a la cárcel conforme a la ley, siguen impunemente tejiendo alianzas políticas
con la seguridad de que serán intocables para seguir gozando de inmorales
privilegios. Son ratas de colas largas, desprovistas de escrúpulos, fecundas y voraces
que han infestado al país de una epidemia
nacional
Esta deshonesta conducta, se ha comido la moral pública. El
buen político no es el que sirve a la sociedad de manera desinteresada y eficaz
sino el que le roba su patrimonio sin el riesgo de ser castigado. Pero justo por
lo que estamos viviendo y porque los regímenes del PRI y del PAN no tienen la
capacidad para resolver los problemas del país, hoy más que en el 2006, MORENA,
AMLO y su Nuevo Proyecto de Nación vienen consensándose en todos los sectores
de la sociedad. Son los referentes incuestionables que trabajan por el cambio
verdadero
La nueva República Amorosa camina y se construye en las
calles, en los barrios, en los ejidos, en las colonias y en las ciudades. Como bien
escribiera Haruki Murakami, este Proyecto y la candidatura de AMLO a la
Presidencia de la República “vuelan como
gaviotas montadas en el viento con patas bellamente plegadas planeando
sobre el Pinar” 2012 será el inicio de una nueva era. El pueblo de México con
su trabajo y su decisión a cuestas, será el constructor de un país diferente. En èste los trabajadores tendrán sindicatos
libres, directivas independientes. Se acabará el charrismo sindical, la
corrupción y la impunidad. Las ratas, no encontrarán más el terreno fértil para
que sigan robándole al país. Estaremos construyendo una nueva Nación con
equidad y justicia. Será la República Amorosa que millones de ciudadanos
andamos buscando
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