Las prioridades que vienen
Por JESÚS SOSA CASTRO
No voy a repetir lo que
la mayoría de la opinión pública sabe de la marcha-mitin que convocó Morena para
apoyar a los maestros. El objetivo fue cumplido con creces. Ahora ¿qué es lo que sigue? ¿Cuáles son las
prioridades que se le están presentando a Morena y al movimiento popular que
están emergiendo con fuerza inusitada? ¿Se está en condiciones de darle contenido
político y una dirección revolucionaria, oportuna, acertada y unitaria a todo este
movimiento? ¿Existe o no el peligro de que estas acciones populares terminen
siendo cooptadas por la política mediatizadora de la burguesía gobernante? ¿Tiene
el movimiento popular la disposición y la capacidad para entender el momento
político que estamos viviendo? Según yo,
esto es lo que hay que empezar a discutir para estar en condiciones de
responder a las exigencias políticas que vienen
1º.- Es un hecho que
las resistencias populares -incluida Morena- y sus luchas están emergiendo. Ya
no es solo una consigna, es una realidad
que se vive en muchos lugares del país. Estas resistencias vienen creciendo en
regularidad, en número y en voluntad para convertirse en una alternativa de acciones
revolucionarias
2º.- Desde 1982, al
inicio de las recurrentes oleadas de resistencia popular, la fuerza de la
burguesía hegemónica había sido inamovible, parecía una fortaleza invulnerable
e invencible. ¡Nada de lo que decía o hacía la oposición la perturbaba en sus
sueños de llegar a los cien años gobernando este país!
3º.- Hoy, esas
resistencias mucho han avanzado. Han pasado de resistir a las políticas
públicas de la burguesía gobernante a organizaciones de lucha que operan
masivamente en las calles, en las plazas y en todos los espacios públicos donde
les es posible accionar. Las escaramuzas y los enfrentamientos entre las
fuerzas represivas y el pueblo, están convirtiéndose en revueltas populares
cuyo ingrediente principal es la pérdida del miedo a la represión y una muestra
de que sólo articulados se puede avanzar en la solución de los problemas sociales.
Crece la autodeterminación de la gente
4º.- Sostengo que están
dadas las condiciones para el surgimiento de una gran fuerza popular nacional,
cuyo objetivo puede ser el desmantelamiento de la institucionalidad y la
normatividad burguesas. Lograr esto sería una condición indispensable para alcanzar
un cambio en el sistema capitalista mexicano, acentuadamente al servicio del
imperio. Para lograr este cambio, es necesario derrotar al poder político que
hoy detenta la conducción y la dirección político-estatal de la sociedad
5º.- Para lograr estos
cambios fundamentales, hace falta cambiar la correlación de fuerzas, articular todas
las resistencias populares, acabar con las desconfianzas mutuas y eliminar el
empeño de las organizaciones grandes de comerse a las organizaciones pequeñas.
Construir cuanto antes los puentes que aseguren la realización de un
conversatorio de todas las fuerzas en lucha para elaborar una plataforma común
en la que se contengan las demandas principales de toda la población. Sin
exclusiones y sin agandalles de nadie. ¡No más luchas aisladas! Mientras no
logremos la unidad en la acción, cualquier esfuerzo será efímero e
intrascendente. Por el contrario, la inclusión de una política que unifique las
demandas y los esfuerzos comunes, hará de las resistencias populares un
auténtico instrumento de lucha. Una fuerza encabezada por la clase obrera y sus
aliados capaces de enfrentar y derrotar a la clase burguesa
6º.- ¿Un gobierno de
transición en estos momentos? ¿Y si Peña Nieto, destinatario de este mensaje no
acepta, qué va a ocurrir? ¿No se correría el riesgo de fortalecer y/o dejar
intacto al sistema? ¿Introducir una frustración más en los sectores que se
están enfrentando de manera independiente a la burguesía? La salida, a mi
juicio, es la construcción de una fuerza popular nacional de todas las
resistencias que se plantee el rompimiento de la invulnerabilidad e
inamovilidad con que se ha conducido la mafia gobernante y exigir la renuncia
de Peña Nieto y todo su mal gobierno. Consigna generalizada durante la
marcha-mitin del 26 de junio
7º.- Por lo tanto, el
esfuerzo de todas las resistencias debe orientarse hacia la construcción de esa
fuerza proletario-popular capaz de superar a la fuerza burguesa. Una fuerza que
potencie las posibilidades reales de derrotarla y sacarla del poder. Hacer otra
cosa sería facilitarle las salidas al grupo que hoy está completamente desacreditado.
No hay que abonarle el terreno para que siga gobernando apoyándose en la
represión y la fuerza
8º.- Para ser
consecuentes con lo que muchos planteamos, la tarea central de todos los
revolucionarios que queremos un cambio de verdad, tenemos que trabajar en el
seno de todas las resistencias por diversas que sean. Lo que no hay que hacer,
es llevar a esas resistencias las prácticas y las formas que políticamente han
demostrado que no contribuyen a la unidad revolucionaria. Hay que ir con ideas
nuevas, con una plataforma común, alejados de los intereses de grupo, poniendo,
siempre, una perspectiva de clase y sobre todo, con la idea de convertir a esa
fuerza popular nacional en una fortaleza política, ideológica y organizativa. Sin
esto, nuestros esfuerzos tienen poco futuro
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