Hablando de políticos sistémicos y de rumberos
Por JESÚS SOSA CASTRO
Por
donde quiera que uno va se encuentra un país descuajaringado. Y no se trata
sólo de percepciones, como dice Peña Nieto. Es una realidad lacerante,
profunda, apabullante. La mirada de millones de mujeres y hombres que
constatamos esto, creemos que ha llegado la hora de cambiar este estado de
cosas. El aún ocupante de Los Pinos ha enlodado la autoridad presidencial
que da pena ajena. La tiene a ras del
suelo. Lo que ocurre en el país marcha a la deriva, no hay proyecto ni plan de
gobierno, todo lo hace atendiendo a las normas de la más absoluta improvisación.
Hay quien afirma que lo que hace, obedece a los grandes intereses de la
oligarquía nacional y extranjera. ¡Algo hay de eso! Pero exceptuando los veinte
grandes potentados que ganan de todas todas, el resto de la gente, los
empresarios y demás corporativos, están
siendo afectados por sus políticas públicas, por la corrupción y el desorden
administrativo que hay en todas las esferas de la vida nacional
No
cuesta nada saber que en México tenemos una clase política inculta, corrupta,
incompetente y antipatriótica. Los acontecimientos de los últimos dos años son
la expresión agravada de la mendicidad intelectual de los funcionarios públicos
y de la mayoría de los políticos. Peña Nieto, su gabinete, los integrantes del
poder legislativo y del judicial, han perdido legitimidad. En todas estas
instancias de gobierno no solo se han apropiado de recursos públicos dándose
altísimos salarios. Lo peor de todo es que el ejercicio de su trabajo es una
vergüenza nacional
El
gobierno federal ha entregado el país materialmente. Sus riquezas naturales
están en manos extranjeras sin mayor beneficio para el país. Sus reformas
estructurales son un soberano fracaso, el acercamiento con la gente sólo se da
por la presencia insolente de los cuerpos militares y policiacos. Donde quiera
que se paran los funcionarios públicos se expresa la irritación y el repudio de
los ciudadanos. La exigencia de que
renuncie Peña Nieto es hoy la demanda
principal del pueblo mexicano. Ninguno de los conflictos que han agraviado a la
nación han sido resueltos. Tlatlaya, Tanhuato, la desaparición de los 43, el
crimen de Nochistlán, el conflicto con los maestros, y la oscura y abyecta invitación
a Donal Trump, evidencian el fracaso estrepitoso de un gobierno inútil y
entreguista
¿La
izquierda oficial dónde está? ¿Dónde está Morena? ¿Dónde estamos los de Rumbo
Proletario? Los ojos de muchos ya han visto demasiado dónde están y qué hacen
estas organizaciones políticas. Todas se mueven alrededor de la idea de
conquistar el poder para seguir siendo parte sustantiva de él. No se proponen
ni acabarlo ni modificarlo. ¡Sólo hablan en nombre de la gente! Esos partidos no asumen la necesidad
de erradicar al sistema capitalista, luchan para fortalecer las actuales
relaciones sociales de producción y por consiguiente mantener el status quo que
implica vivir lo que estamos viviendo en la actualidad
Los
que militamos en Rumbo Proletario estamos, trabajamos y aportamos mucho de
nuestra vida política a varios partidos y a los alzamientos sociales. Pero las
burocracias le están ganando espacio al pensamiento crítico, a la independencia
de criterio, a una cultura que se opuso y se opone al seguidismo aberrante. Al margen de lo que pasa en los partidos
políticos, importantes multitudes están rompiendo con la cultura priista, cuestionan
las políticas públicas, se confrontan crecientemente con el sistema, pero carecen
de una conducción revolucionaria que dé sustento a una serie de demandas que no
podrán resolverse si no se cambia al sistema político y social que se vive en
el país
Preocupados
por encontrar respuestas y aportes a esta situación, los rumberos nos reunimos
en Morelos para examinar colectivamente cuáles pueden ser nuestras propuestas y
nuestras participaciones en estos momentos de crisis políticas y de
expectativas populares.
Juntos
llegamos a la conclusión de que los alzamientos de oprimidos, de explotados y
de excluidos por el sistema en nuestro país, son resultado de una creciente pérdida
de seguridad en el trabajo y en sus condiciones de existencia. “Están viviendo en
un estado de vulnerabilidad, en tanto, las tradicionales prácticas del viejo
tutelaje, han entrado en un franco debilitamiento. Se siente una evidente
pérdida del consenso social” (*) Los rumberos creemos que ha llegado el momento de acabar con esta situación
No
quiero presumir de los resultados de este encuentro de revolucionarios. Pero
sus documentos, libros, materiales que circulan y el resultado de esta
discusión colectiva, son un aporte fundamental que ayudará a comprender lo que
no contemplan los partidos políticos de “izquierda” ni los alzamientos
populares. La frescura y la profundidad con que estamos abordando estos
problemas, será una contribución indudable a todos los que como nosotros,
queremos erradicar al sistema capitalista. Construir y practicar relaciones
sociales de autodeterminación en la totalidad de nuestra vida como seres
humanos, es una cuestión fundamental. Buscamos que la conducción de nuestra
lucha no sea una conducción que nos lleve a nuevas frustraciones. Nos interesa
que la gente, desarrolle y alcance los consensos en todas las luchas por venir.
Solo discutiendo colectivamente, recogiendo las ideas y reconociendo el trabajo
de todos, en una propuesta común, se puede construir una ruta que nos lleve al
triunfo de un proyecto de transformación revolucionaria. En estos tiempos difíciles,
los de Rumbo Proletario estamos haciendo lo que nos corresponde
(*) Notas políticas y Nuestras cuestiones fundamentales. Armando
Martínez Verdugo, Ediciones autodeterminación,
2006 – 2013
www,twitter.@rasocas
RESISITIR
ESCRIBIENDO Blogspot.com/JESÚS SOSA CASTRO
No hay comentarios.:
Publicar un comentario