Los moches y la corrupción, verdaderos objetivos de la
obra La Raza Santa Clara
Por JESÚS SOSA CASTRO
Por la región de la mixteca poblana,
lindante entre Guerrero, Puebla y Oaxaca existe un insecto de apetito voraz que
se alimenta de comerse a las abejas. Estas trabajadoras determinadas por la
naturaleza, producen la sabrosa miel que se consume en el mundo. Alrededor de
su panal o de su habitad, pululan los avispones, ladrones y asesinos que les
gusta comer sin trabajar. Lo único que hacen es comerse a las abejas con todo y
el producto que traen. Este hecho viene a cuento a propósito de lo que pasa en
el país. Somos un pueblo que labora entre
doce y catorce horas diarias entre
jornada legal y tiempos recorridos. Nuestra tarea es proveer a la familia de lo
elemental. El salario miserable que percibimos, no cubre ni siquiera la jornada
de ocho horas, en tanto que un montón de hambreadores de la empresa privada y
de las esferas de gobierno se enriquecen al amparo de nuestro trabajo y de la
explotación
Los avispones del nivel federal, de la Ciudad
de México, de la GAM y de la iniciativa privada, han desplegado, su voracidad
económica para tragarse, materialmente, los espacios públicos, la educación, la
economía, la cultura, la salud y las riquezas naturales de nuestro país.
Enrique Peña Nieto, Miguel Ángel Mancera, Víctor Hugo Lobo y toda la fauna de
parásitos sociales, están generando tal irritación en el país, que la gente ya
está harta de tanta pinche tranza. La sociedad está despertando y ya se
moviliza contra estas pirañas
Miles de campesinos, de maestros, de
estudiantes, de colonos y ahora de ciudadanos, estamos resistiendo estas
políticas voraces porque el nivel de la agresión económica, de las políticas
entreguistas a las grandes empresas transnacionales, están poniendo a la
ciudadanía al borde del ecocidio y de la muerte por hambre y contaminación. Los
distintos niveles de gobierno están impulsando impunemente proyectos de muerte.
Están contaminando los ríos, las presas, el mar, el aire y todo el medio
ambiente. El pretexto es “el progreso” Tenemos, dicen, la oportunidad de
aprovechar los enormes capitales extranjeros que quieren “ayudarnos” a
convertir el país en una de las primeras potencias económicas del mundo
¡Nada más falso! Desde hace treinta años, a
partir de las políticas neoliberales de Miguel de Lamadrid, los únicos que han
progresado en este país y en especial en este sexenio son “ocho mil ochocientos
noventa y cinco mexicanos que entraron a la élite multimillonaria. Si a esta
cantidad de saqueadores les sumamos los ciento cuarenta y cinco mil millonarios
más, que hay en el país, la fortuna que concentran es de setecientos treinta y
seis mil millones de dólares, el 43% de la riqueza total individual del país”
(1) Mientras por otro lado, hay ciento diecinueve millones de mexicanos que viven
en la pobreza y en la pobreza extrema. ¿Este es el “progreso” del que hablan
Peña Nieto, Mancera y Lobo? ¡Por eso nos oponemos al ecocidio y a la
construcción de un Segundo piso que iría del Metro La Raza hasta Santa Clara en
el Estado de México!
¡A la mierda con sus dichos! Los ciudadanos
que nos reunimos el 15 de octubre en el Metro Potrero, dijimos con toda
claridad que no vamos a permitir esta obra porque no es verdad que beneficie a
la gente, ni menos significa la detonación del “progreso” para los miles y
miles de personas que vivimos en el norte de la ciudad o de los que ingresan a
este territorio provenientes del Estado de México. ¡Esta versión es una
vacilada! Lo que quieren los gobernantes es seguirle abriendo la puerta a las empresas
transnacionales porque saben que en donde hay “obra, sobra”. Es aquí donde
anida la corrupción, donde los políticos corruptos se llevan sus moches, donde
se institucionaliza el robo a la nación. Se equivocan cuando afirman que el
rechazo a este ecocidio se debe a que estamos en contra del progreso. Tenemos
ochenta años oyendo las mismas promesas de los gobiernos del PRI y del PAN y lo
único que “progresa” es la miseria, la deshumanización de la política, la
entrega de nuestros recursos naturales, el anti patriotismo de los políticos y el ecocidio en la mayor parte del país
Por todo esto, hemos acordado convocar al
pueblo, a las organizaciones sociales, a los partidos anti sistémicos, a que
formemos una gran alianza para defender nuestros derechos sociales y nuestros
espacios públicos. Si el gobierno federal o local quieren resolver los
problemas del transporte y de los miles y miles de personas que vienen a la ciudad
de México, que amplíen las líneas del metro y del metro bus de Indios verdes
hasta Santa Clara. Esto sí disminuiría los tiempos de recorrido de estas
personas y acabaría con los problemas de inseguridad y violencia que existe
alrededor del paradero de Indios Verdes. ¡Hacer el 2º piso, cobrar cuota
durante 40 años, talar 2 500 arboles, es un asesinato de lesa sociedad!
A los Diputados locales y federales de la
demarcación Gustavo A Madero les exigimos que cumplan su papel de
representantes populares. Ya es tiempo de que se alejen del parlamento burgués
que no sirven para un carajo y se acerquen más al pueblo. Su trabajo no es
apoyar las iniciativas y políticas del gobierno sino atender los problemas de
la gente. Si siguen mudos e indiferentes a las demandas de los ciudadanos,
ya tendremos tiempo para cobrarles el
agravio. Mientras tanto decimos: ¡Abajo el proyecto de
Peña Nieto! ¡Viva la movilización ciudadana!
(1) Nuestra
tarea central del momento. Material del 3er. pleno nacional de Rumbo Proletario
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