El hervidero de los
jóvenes
Por JESÚS SOSA CASTRO
A millones de mexicanos
nos ha tocado vivir tiempos difíciles. Solo aguantar las políticas públicas del
PRIAN durante ochenta años, es un horror social inexplicable que debemos
superar. Sufrimos el atropello a nuestros derechos y a nuestra dignidad de seres
humanos y es hasta en esta coyuntura política donde se percibe que una mayoría
del pueblo se apresta a ser protagonista de su propio cambio. Por todo el país crece
el hambre, la miseria y la desesperanza. Las riquezas naturales nos las están
arrebatando y los pueblos originarios están en la pobreza extrema a pesar de la
riqueza de sus territorios. La sangre de miles y miles de compatriotas apenas empieza
a germinar
Algo empieza a caminar en
contra del pesimismo y de la frustración que no gusta a los dueños del poder.
Miles y miles de estudiantes, de jóvenes y de amplias franjas de pueblo, han
decidido dar la pelea en contra de la continuidad que tantos sordos, mudos y
paralíticos ha dejado en el camino. El encantamiento por lo trivial y por lo anodino
ya no es lo que buscan. Su talento que se guarecía en los libros, en el 132, en
el futbol, en las calles exigiendo la aparición de los 43, demandando castigo a
los corruptos y antipatriotas; ahora se expresa en las calles acompañando la tormenta
social que se avizora en el horizonte nacional. La lucha que millones de
hombres y mujeres están dando en todo el país a favor de la libertad, la
justicia y en contra de la muerte, tiene como fecha decisoria el 1º de julio
del año que cursamos
Hoy toca el alma de
millones de jóvenes una época llena de asombros, de avances científicos y
tecnológicos y una oportunidad histórica para convertirse en decididores de una
transformación sociopolítica que acabe con el hartazgo, la pobreza económica,
intelectual y cultural que está pudriendo a la nación. La construcción de una
fuerza para tener un país de derechos y de justicia para todos, es lo que alienta
la participación de miles de jóvenes que se encuentran con AMLO en todas las
plazas del país
Estamos por concluir la
campaña electoral del 2018 y nuestra esperanza de ver otro México empieza a
dibujarse a la altura de nuestros ojos. En muchas escuelas públicas y privadas
el hervidero de jóvenes le está dando su apoyo a AMLO. Aquella reflexión que hiciera
en Guadalajara el extinto Presidente Salvador Allende de que “ser joven y
apoyar a la derecha no sólo es un contrasentido político sino un error
biológico” ya está superada. Los que estamos y los que vienen queremos ser
actores directos en la construcción de ese cambio y ya apretamos el paso para
que la reacción encabezada por el PRIAN no nos vuelva a imponer sus políticas
rapaces, entreguistas y corruptas
Estamos desarrollando
una cultura política que se contrapone a la tradicional, al carabaneo y al
seguidismo acrítico. Hemos descubierto que este mundo no es nuestro mundo. Se
lo han apropiado las élites, los sátrapas y los enemigos del pueblo. En medio de
esta imbecilidad sistémica, el estudio colectivo, el análisis de los problemas y
la participación al lado de los sectores que trabajan por el cambio; son una ventana
abierta al conocimiento y a la transformación. Le estamos oponiendo a ese mundo
de pudrición y de escarnio, una ciudadanía nueva, pensante, crítica y dispuesta
a luchar por una nueva nación
La política clásica demuestra
que no se hacen las cosas de forma distinta porque no se sabía hacer política
de otra manera. Muchos en las universidades, en el campo y en las ciudades estamos
ensayando otro camino. No queremos
seguir picando piedra igual que lo hacen los dueños de la continuidad. Queremos
poner en juego nuevas experiencias, andar otros caminos y hacer cosas diversas
en estos tiempos complejos, pero llenos de esperanza
Con los miles y miles
de jóvenes, millones caminamos defendiendo nuestras libertades, la dignidad,
los derechos humanos y demás proyectos sociales. Juntos hemos hecho nuestras las
calles, las carreteras, los espacios públicos y privados, para hacer crecer nuestra
dignidad y la defensa de nuestros derechos. ¡Todos nos merecemos respeto por
acciones como estas! Para todos ha llegado la hora de que caminemos juntos en
este esfuerzo heroico por derrotar al PRIAN. ¡El 1º de julio es el día para que
cambiemos la historia!
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