El miedo de la derecha, las querellas
en la izquierda, el voto necesario
Por JESÚS SOSA CASTRO
En la conversación que
tuvimos varios compañeros del Foro Nacional del Movimiento Morenista el martes
16 de marzo, hablamos de un tema que empieza a ser recurrente en una buena
parte de las personas que estamos dando seguimiento a las políticas que está
implementando lo que eufemísticamente podríamos llamar la “Dirección Nacional
de Morena” ¿Qué está pasando allí? ¿A qué se debe que, en muchas partes del país,
la militancia esté tan irritada y en no pocos casos confundida y con
reticencias para aprobar las candidaturas de muchos personajes que ni huelen ni
hieden? ¿Qué factores de poder están acabando con lo que inocentemente impulsamos
en su tiempo pensando en la democracia participativa para que el partido fuera el
instrumento al través del cual se entrara en contacto con los movimientos del pueblo,
especialmente con aquellos que encabezaban las luchas en contra de quienes nos
mantenían excluidos de nuestros derechos y libertades?
¿Cómo votar el 6 de
junio próximo cuando no nos sentimos representados por un buen número de
mujeres y hombres que fueron propuestos por el CEN de Morena para ir como
candidatos a gobernadores, diputados, alcaldes y presidentes municipales, a
pesar de que necesitamos personas identificadas con nuestro proyecto,
capacitadas y conocedoras de las políticas que está impulsando el pueblo y el
gobierno federal? ¿Quién impulsa el
cambio de régimen en el que, se supone, están presentes las demandas más
apremiantes del pueblo? Políticamente no conviene regatearle el voto a Morena
porque no votar por este partido estaríamos facilitando el avance a la derecha
ultramundana, poniendo en riesgo las políticas sociales que interesan a la
mayoría de la población, causando, además, un problema de debilidad política y
operativa a las fuerzas que hemos abrazado el proyecto de la cuarta transformación
Quienes hemos venido
luchando por un cambio en el ejercicio de la política, no nos causa ninguna
gracia ver como muchos de los posibles representantes populares, son personajes
ajenos al proyecto que votamos millones de personas en el 18 y que por mero
oportunismo y sin ningún sentido de pertenencia a las filas de la democracia,
hoy nos los han impuesto a contra corriente de lo que piensa y quiere la
mayoría de la militancia y de aquellos sectores que siguen pendientes del rumbo
que puede tomar la política con este tipo de alimañas
Al proceso electoral
del 6 de junio, concurre, disputándole a los partidos aliados en Juntos Hacemos
Historia, lo más siniestro que ha parido el país y que quiere hacerse de la
mayoría de los congresos para estorbar y en su caso impedir el avance de la
recuperación de nuestra soberanía en los asuntos y servicios estratégicos, que,
en contra de los intereses del pueblo, nos han llevado a una dependencia
irracional del extranjero, entregando las industrias alimentaria, energética,
minera, de comunicaciones y de otras cuestiones vitales para el desarrollo
económico y social de nuestro país
En su libro “El último
magonero” Paco Ignacio Taibo II (*) destaca una hermosa frase de LIBRADO RIVERA
que en momentos difíciles le sirvió para defender a su patria y poner en la
historia el luminoso pensamiento de un revolucionario de verdad que no se
arredró ante nadie ni ante nada, convirtiéndose en el paradigma de las mejores
causas de los mexicanos. Lo que hoy vive el partido Morena, el Ejecutivo
Federal y el proyecto de transformación, no pueden convertirse en causas derrotadas,
paralizadas o en un retorno vergonzoso al pasado, después del esfuerzo
multitudinario que, en las calles, plazas públicas y en la mayoría del
territorio nacional, millones de mexicanos alimentamos con la esperanza de
resolver los enormes problemas de los excluidos. ¿Por qué ceder espacios a los que
nos mantuvieron marginados convirtiéndonos en víctimas a las que miraban con
desprecio y desinterés en nuestra lucha por recuperar nuestros derechos y
libertades?
El miedo al cambio que
expresa la derecha conservadora, las querellas internas en la izquierda
morenista, no pueden ser razones o causas suficientes para dejar que la derecha
nos quite la mayoría de diputados en las cámaras federal y en los congresos
locales. Las demandas principales que estamos defendiendo y apoyando la mayoría
de la gente, no pueden desembocar en el miedo o en la ceguera de regatearle el
voto a Morena. Librado Rivera, el último magonista, hizo un llamado a los
revolucionarios a “no dejarse doblegar ante nada, a no detenerse ante el dolor
de posibles derrotas. El enemigo –afirmaba- no puede destruir nuestras ideas, nuestros derechos,
las verdades o las causas del pueblo” En Morena no podemos ser derrotados
porque tenemos el apoyo de la mayoría de la gente y la razón contundente de la
historia. ¡Todos a votar por este partido!
(*) El último
magonista. Librado Rivera, Paco Ignacio Taibo II, brigada para leer en libertad
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