Los
cuadritos de Cuauhtémoc y los huevitos del colibrí
Por JESÚS
SOSA CASTRO
“En el gobierno de López Obrador, yo no veo un Plan de hacia
dónde lleva a México, no veo una ruta para resolver los grandes problemas
nacionales. No veo avances, de hecho, hay retrocesos. AMLO ha acrecentado la
pobreza, la desigualdad y la violencia. No hay crecimiento económico. Hay una
creciente desigualdad social que no solo no se acorta, sino que crece. El
control de territorios por parte de la delincuencia es más grande ahora. Ha crecido
el desempleo y disminuido el empleo formal. No se ha terminado con el
neoliberalismo, las estructuras que se montaron en los regímenes anteriores,
allí están. No hay un plan de trabajo definido y la economía marcha a la
deriva. El gobierno ha llenado algunos “cuadritos” pero la mayoría de ellos
siguen vacíos Por todo esto, yo veo mal las cosas. Ante esta grave situación,
el “pueblo está impulsando una nueva alternativa de izquierda, porque la alternativa
de izquierda de Morena, fracasó” (1)
Que Cuauhtémoc señale
errores o falta de resultados en algunas áreas, se explica. Pues en cuatro años
y medio no se puede resolver todo el cochinero que dejaron los gobiernos
anteriores, incluido el de él en la CDMX. Pero para millones de mexicanos,
Cárdenas Solórzano no tiene autoridad política y moral para hacer una crítica
por demás banal e irresponsable. Pues a pesar del gran movimiento de masas que
exigía el reconocimiento de su legítimo triunfo, cuando toda la izquierda en el
88 lo hizo su candidato a la presidencia, él vergonzosamente negoció su derrota,
en lo oscurito, con Salinas. Por eso es que, desde entonces, Cuauhtémoc empezó
a perder la figura relevante que había logrado al romper con las políticas del PRI
Las diferencias entre Andrés Manuel López Obrador y los
Chuchos, se acentuaron tras la primera candidatura a la Presidencia de López
Obrador, en 2006. El 9 de septiembre de 2012, anunció en el Zócalo de la Ciudad
de México, que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) iniciaba
oficialmente la ruta para transformarse de una organización civil a un partido
político. A partir de este momento, Cuauhtémoc Cárdenas le ganaron los celos y
la envidia. El liderazgo de López Obrador era tal, que la pequeñez política del
otrora dirigente indiscutible, empezó a resbalarse hacia la derecha y a
convertirse en una caricatura como la de Porfirio Muñoz Ledo
El hijo del Gral. Cárdenas, el mejor presidente después de
Don Benito Juárez García, no supo estar a la altura de un pueblo agigantado por
su proyecto de transformación y por un liderazgo que el pueblo hizo suyo. Sus
críticas y reservas llenas de insidia y de mentiras, en contra de las políticas
de AMLO ensombreció su figura y su rabia contra el presidente lo hizo pasarse
hacia la derecha. A una oposición incompetente, rabiosa y clasista. En
Declaraciones públicas y en entrevistas, ha venido fijando una posición
verdaderamente grotesca respecto del ejercicio gubernamental de López Obrador. Lo
acusa de inepto, de tener ligas con el narco, que no tiene un plan de
desarrollo y otras lindezas.
Hoy lunes 30 de enero del año en curso, Cuauhtémoc Cárdenas,
Francisco Labastida Ochoa, José Narro Robles, Diego Valadés, Clara Jusidman,
Francisco Barnés de Castro y otros
políticos “ampliamente conocidos” presentarán el proyecto que anima a los
integrantes del grupo y que llaman “Punto de Partida” Dicho proyecto, dicen, busca
rescatar el país “del progresivo deterioro que vive”, porque “no están de
acuerdo con muchas cosas que se están haciendo en el gobierno” y pretenden
demostrar “que hay cosas que no están dando resultado“ (2) La desesperación de
estos dinosaurios es la misma que sufre el grupo que pedalea Claudio X González
Solo que aquellos que fueron mecidos en cunas de terciopelo y
que creen ser poseedores de un pedigrí especial, no siempre responden a
intereses que no sean aquellos que provienen de su estirpe. En el camino
tuercen su destino y caen en la banalidad y en un ejercicio político ajeno a
los intereses del pueblo. Ese es Cuauhtémoc, el que traicionó al Gral. Sus
cojones no fueron similares a los de su padre. Los suyos apenas alcanzaron el
tamaño de los de un colibrí. Y la verdad, es penosa su situación. ¡Lo ganó la envidia
y la vileza! Andrés Manuel resultó mucha pieza para él porque en la escena
política sólo brillan los que en su haber se encuentran las venas que lleva la
sangre del pueblo, alimentando su alma y su corazón
(1) La disputa por México, Álvaro Delgado Gómez, Alejandro
Páez Varela, Harper Collins Págs. 135-151
(2) Entrevista de Leticia Robles de la Rosa, Excelsior, 28 de
enero 2023
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