jueves, 14 de marzo de 2024

 

Por la izquierda o por la derecha, no hay medias tintas

Por JESÚS SOSA CASTRO

A medida que crece el proceso electoral aparecen compañeros de Morena y de simpatizantes de la Coalición Juntos Seguimos Haciendo Historia, una serie de críticas que cuestionan las encuestas y las candidaturas de personas que, a su juicio, no representan transparencia, ni los intereses, ni el proyecto de la Cuarta Transformación. Hay que aceptar que en mucho las críticas son justas, no porque se alegue que se excluyó a quienes, por ser “fundadores” de Morena, se creen herederos sempiternos de ocupar los puestos de representación popular, sino porque las formas que se emplearon en los procesos de selección para encontrar al presunto candidato no han sido transparentes y claras, lo cual impediría cuestionamientos y desconfianzas que dan pie al lloriqueo de quienes creen que debió tomarse en cuenta su pedigrí

Estas anomalías atribuidas a los dirigentes de Morena, al presidente López Obrador y a la candidata de nuestra Coalición, las publicitan los que hablan de que no se les tomó en cuenta para ser representantes populares a pesar de que son “fundadores” de Morena. Estos, llevan su enojo a no votar por los que, a su entender, fueron propuestos sin contar con los merecimientos del caso. Yo creo que sus análisis sobre la situación política que estamos viviendo como coalición y como país, no son correctos. Dejan de lado las campañas de la oposición contra el presidente y la candidata, contra el proyecto de transformación, las diatribas de la prensa internacional y la intervención en nuestros asuntos de gobiernos extranjeros. Todos, interesados en descarrilar el proceso electoral, crear las condiciones para hacerle fraude al pueblo y/o nulificar las elecciones que, es seguro, ganará la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo

Es curioso que los reclamantes centren sus críticas en que no fueron nominados para ser candidatos a algo. Cuando, dicen, se la han pasado trabajando en la construcción del partido. Solo que una cosa es repartir el periódico, pegar carteles o ser servidor de la nación, donde hay pago de por medio, y otra es poner por delante los ideales, la capacidad política, el conocimiento de los problemas, crear conciencia en la gente, trabajar sin esperar recompensas políticas. Los liderazgos se construyen con la gente, haciendo actividades al lado de ella, estudiando, discutiendo los problemas y buscando las soluciones de manera colectiva

El tiempo de las sectas ha pasado de moda. Los descontentos por lo que pasa en un partido -movimiento, siguen actuando al margen de loque se está construyendo desde abajo, en forma plural y democrática por la mayoría del pueblo mexicano. Algunos de los quejosos hablan de no votar por Morena porque -dicen- ésta les ha abierto la puerta a muchos chapulines. El 2 de junio se elegirán 20708 puestos de representación popular y los chapulines promovidos no llegan ni a 200. ¿No será que nuestros compañeros que andan en las críticas y en las indefiniciones están subestimando la capitanía del barco y más de 20500 mujeres y hombres acompañados por la mayoría del pueblo, estoy seguro, impediremos el desvío o el hundimiento de la embarcación? ¿Los Lilly Téllez, Germán Martínez y otros, panistas emboscados que propuso Morena como congresistas suyos, han cambiado el proyecto de la cuarta transformación? Poner por delante sus justas críticas, en muchos casos sin considerar el momento político al que nos enfrentamos los morenos, los aliados, los simpatizantes y el proyecto, es un error político. Está en juego una decisión histórica, o es por la izquierda o es por la derecha por donde hay que seguir caminando. ¡No hay medias tintas!  

 

 

  

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