Reflexiones
sobre mis sueños, mis luchas y mis causas
Por
JESÚS SOSA CASTRO
Después de muchos años de vida, voy a intentar
reflexionar sobre algunos episodios que he cruzado en más de sesenta años de lucha.
De las montañas del Sur llegué a estudiar a la ENM en 1955. Para 1962 ya era
maestro en Tijuana Baja California. Un año después regresé al entonces D.F. Fui
testigo y actor de un movimiento magisterial sin precedentes. Othón Salazar y Gabriel
Pérez Rivero, encabezaban ese enorme acto de masas que tenía como demandas
centrales mejoras salariales y democracia sindical. Sostengo que fue en estas luchas
donde tomaron forma mis ideas y mis ideales. Los maestros, los ferrocarrileros
y los estudiantes tenían líderes que me influyeron para que mi vida política me
pusiera en la izquierda y jamás me llevara a ser un militante de derecha
Como maestro formado en las acciones de protesta y de
lucha, pronto fui electo miembro del Cuerpo Directivo del MRM encabezado por el
líder más importante que ha tenido el magisterio nacional. La represión del
sistema crecía proporcionalmente al despliegue del movimiento de masas. Valentín
Campa, Arnoldo Martínez Verdugo, Gerardo Unzueta Lorenzana, J. Encarnación
Pérez Gaytán, Ramón Danzós Palomino, Demetrio Vallejo y Lucio Cabañas eran los
que abanderaban el sueño de los comunistas. Centenas de mujeres y hombres
hicimos nuestros el pensamiento y los ideales de los que vivían y morían luchando
por la libertad, la democracia y la justicia
De 1958 a 1971, se vivieron años sumamente violentos.
Los gobiernos priistas perseguían, desaparecían o asesinaban a luchadores
sociales con el pretexto de violentar la estabilidad del país. Nos acusaban del
delito de disolución social. Muchos de los dirigentes del Partido Comunista Mexicano
y del movimiento de masas, fuimos víctimas de esas acusaciones inventados por
el gobierno. Algunos pasaron a la clandestinidad y otros fuimos sacados temporalmente
del país para no ser encarcelados, desparecidos o asesinados por los aparatos
represivos del gobierno
Se trataba de prepararnos política e ideológicamente. Varios
camaradas y Yo, invitados por el PCUS nos alejamos del país por dos años. La
razón era estudiar a fondo los problemas de México, conocer las causas y las formas
de entender los porqués de la lucha a favor de los obreros y del pueblo trabajador.
La idea era prepararnos políticamente y alejarnos por un tiempo del peligro de
ser perseguidos, encarcelados o asesinados por los representantes de la
burguesía. En este país encontramos, encontré, los fundamentos de mis sueños.
Entendí las razones por
las que los comunistas traíamos en el alma la mística revolucionaria. Amplié mi
horizonte personal, le di el justo valor a mis ideales y principios y asumí
para siempre el orgullo de morir luchando en las filas de la izquierda
A mi regreso me hice profesional del PCM. Mi porvenir quedó
ligado para siempre a la lucha revolucionaria. Hoy, mi ciclo está alcanzando su
fin. No tengo deudas políticas ni con mi conciencia ni con mi gente. Hice lo
que debía desde las trincheras de la democracia. Viví y luché en las filas de
los demócratas y de los revolucionarios. A estas alturas, sólo espero tener la
oportunidad de votar el 2 de junio y ver triunfar a la Dra. Claudia Sheinbaum
Pardo, como la primera mujer presidente de México. Con ello sellaré mi larga travesía.
Me iré satisfecho de haber defendido, siempre, las causas de mi pueblo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario