Los cueros y las correas de Morena
Por JESÚS SOSA CASTRO
El domingo 3 de septiembre
Morena volvió a dar una muestra de fuerza muy importante. Varias decenas de
miles de militantes y miembros de la sociedad civil, se dieron cita para la
firma del acuerdo por la unidad nacional. El músculo mostrado se dio en momentos
en que uno de sus dirigentes y jefe delegacional, había cuestionado los métodos
y la transparencia que según él, no habían estado presentes en la encuesta para
definir quién de los cuatro contendientes sería el coordinador de organización
para la ciudad de México y potencialmente candidata o candidato a la Jefatura
de gobierno
Para destrabar este
conflicto, el inconforme planteó que se repitiera el procedimiento acompañado de
dos encuestas espejo, independientes, que dieran la garantía de imparcialidad y
certeza sobre los resultados cuestionados por la encuestadora interna de Morena. Esta demanda fue llevada al Consejo
Nacional y desechada por unanimidad ratificando el resultado que da como ganadora
a la Dra. Claudia Shenbaum. Este hecho ha colocado al Jefe Delegacional de la
Cuauhtémoc, no solo al borde de la histeria sino a un paso de su salida del
partido que dice, ha maniobrado para sacarlo de la jugada
En el debate que se ha venido
dando a partir de que se conocieron los resultados, se fueron creando dos
bandos que crecían conforme los actores principales daban sus “argumentos” en
uno o en otro sentido. Los apoyadores del inconforme comenzaron a deslizar la
amenaza de que si no se cumplían las demandas de Monreal, consistentes en la reposición de todo el proceso,
examinarían la posibilidad de llevarlo a las filas de otro u otros partidos
para que allí lo ungieran candidato a la Jefatura de gobierno. O sea, no es que
cuestionara la encuesta que por cierto nunca probó que fuera fraudulenta, sino
que se había trazado la ruta de querer imponerse por la buena o por las malas
para ser él quien se nombrara coordinador de organización y de allí dar el
salto a lo que realmente es su interés
¡Le fallaron sus cálculos!
Pensó que alzando la voz y creyendo tener el apoyo de una pequeña parte de la
militancia de Morena y de otros grupos priistas, perredistas y panistas, iba a
doblar las decisiones del Consejo Nacional. Sobre todo porque los cuatro
contendientes aprobaron todo lo relacionado con la encuesta. Días previos al
acto del 3 de septiembre en el Monumento a la Revolución se especuló que se
estaban dando negociaciones para encontrar un arreglo que dejara satisfechas a
las partes. Sin embargo, los puentes tendidos y los intentos de allanar las
diferencias, fallaron
El acto en la Plaza de la
República colocó las cosas en su justo lugar. La mayoría de los consejeros que lo
apoyaban ratificó su pertenencia a Morena. Se deslindó de los intentos
separatistas de Monreal y se sumó al trabajo para sacar adelante el trabajo que
impulsa Andrés Manuel López Obrador. El partido percibió el peligro de que los infiltrados del PRI y
muchos de los que animaban la inconformidad del Jefe delegacional se
convirtieran en la cabeza de playa y desde allí darle cuerpo a sus ambiciones
personales para ir creando su propia ruta hacia la candidatura del 2024. Desde
luego que tiene derecho a esa aspiración, lo que no se vale es querer endosarle
a Morena una campaña paralela a la de López Obrador
Hay que decir, sin embargo,
que muchas de las críticas que hace Monreal son justas y verdaderas. Es verdad,
por ejemplo, que varias de las decisiones importantes son unipersonales, que la
militancia sólo cuenta para hacer el trabajo de campo, que no se tiene intención
de crear una fuerza popular que dé sustento a su triunfo posible, que no tiene una
política de cuadros para formados ideológica y políticamente, que no hay
democracia interna y que los métodos de selección no siempre vienen de quienes
conocen a los promovidos por su trabajo. Hay una falta de apego a la construcción
de un partido orgánicamente incuestionable. Pero, siendo esto cierto y
políticamente incorrecto lo que no puede pasarse por alto son las prácticas
priistas, las presiones para acceder a los puestos de representación popular,
no respetar los acuerdos mayoritarios cuando son debidamente consensados y
separarse del partido si no se cumple con las exigencias para acceder al poder
Yo creo que Monreal ya se ha
ido de Morena. La prensa está dando cuenta de los acuerdos que ya toma con los
dirigentes del PAN, del PRD y del MC. Si de pronto todo lo que ha dicho sobre
su lealtad al partido se le cayeron encima y sus intereses personales lo
sacaron de Morena, que le vaya bien. Los habitantes de esta ciudad han hecho
valer su derecho a no ser gobernados por el PRIANRD. Esa fue la razón por la
cual los ciudadanos encuestados no votaron por él. Si ahora pretende ser jefe
de gobierno por estos partidos o por alguno de ellos, va a ser difícil que la
gane. Los ciudadanos de esta ciudad han superado desde hace treinta años, esas
prácticas priistas y esa cultura del engaño. En esta ocasión esa ciudadanía combativa,
formada políticamente, defensora de las libertades conquistadas por ella, no se
va a equivocar dándole su voto a quien representa por naturaleza la cultura
priista. ¡¡Ya veremos de qué cuero salen más correas!! Votaremos por la Dra.
Claudia Shenbaum
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