El
partido y los dirigentes que necesitamos
Por JESÚS
SOSA CASTRO
Trataré de poner en blanco y negro lo que veo que está sucediendo
en Morena. Tomo nota de que hay otros asuntos que tienen que ver con el gobierno,
con la corrupción, con el asilo al presidente Evo Morales, con los complots
contra AMLO. No paso por alto las
provocaciones de los policías federales, de los panistas en el Senado, los
encapuchados en la UNAM. También podría hablar de la campaña del comandante
Borolas, del drogadicto de Fox, de José Narro, de los chuchos, de Gilberto Lozano
o del Gral. Gaytán llamando a derrocar al gobierno. Pero el tema sobre lo que
pasa en Morena no es un asunto menor. Sobre esto voy a dar mi opinión, por
ahora
Algunas reflexiones sobre lo que veo que pasa en el país, en
el gobierno y en el partido, me parecen pertinentes. México está viviendo un
sacudimiento político y social muy importante, en el centro están asuntos como:
¿por qué la parte conservadora de nuestra sociedad se está conduciendo como una
secta provocadora, frívola y golpista? El avance del gobierno federal contra la
corrupción, las necesidades de la gente, la atención a los pueblos originarios
y el cambio del régimen político, ¿son los detonantes de este comportamiento? Un
partido que al lado de amplios sectores del pueblo llevaron a AMLO a la
presidencia ¿por qué ahora ese partido vive una crisis que pone en entredicho
su propia viabilidad? Estos son, desde mi perspectiva, los puntos más urgentes del
debate
El 1o de diciembre el presidente dice que va a informar
acerca del cumplimiento de sus propuestas de campaña. A los ojos de amplios
sectores del pueblo, ya ha cumplido con la mayor parte de sus compromisos. Pero
entonces ¿cuál es la causa de que los que él llama los conservadores y un
creciente número de resentidos sociales estén haciendo lo inimaginable para intentar
desacreditar su gobierno?
Es un secreto a voces que la reacción está conspirando. El
gobierno y en especial el presidente apuestan al apoyo del pueblo. Más del 70%
de los mexicanos han hecho crecer su aceptación a pesar de las provocaciones
montadas exprofeso en Culiacán, el asesinato de los Lebarón, los crímenes
contra civiles. Hay grupos y personas ligados al PAN, al PRI, al PRD y a
sectores del ejército, que están meciendo la cuna para desestabilizar el
gobierno y cometer un golpe de Estado como el ocurrido en Bolivia
Si asumimos que el país y el presidente están respondiendo a
lo que necesita la mayoría de la gente, ¿cuál es entonces la principal debilidad
que estamos viviendo como alternativa política? Sin duda es la inmovilidad y
las broncas en el interior de Morena. ¿Qué clase de políticos necesitamos para
dar a una clase social conciencia de su lugar y función en la sociedad? Para
Gramsci, el partido “es el organismo intelectual por excelencia, el que
concreta más ampliamente el sentido del intelectual colectivo. Es la fuerza
unificadora de la clase, el ámbito de formación del núcleo dirigente, la que
desarrolla el espíritu innovador, la que organiza el ataque práctico a la clase
dirigente tradicional, la que va tras la elaboración de una conciencia cuestionadora,
la que activa su dominación” (*) Necesitamos un partido que tenga estas
cualidades, una nueva visión sobre el país, con sensibilidad, capaz de entender
los momentos que se viven, defender las causas populares y estar en la política
Todo esto le ha pasado de noche al partido y a los
dirigentes. Hoy deberían estar encabezando la defensa del Nuevo Proyecto de
Nación y generando conciencia de clase en los actores políticos defensores de
la democracia. Deberían estar al frente de las luchas sociales, cohesionando
sus fuerzas y desarrollando un proyecto de acercamiento con los distintos sectores
de la población. Pero nada de eso hay. Los dirigentes están en la disputa por
los puestos, por el poder, generando divisiones, exhibiendo su pobreza
intelectual. La tarea histórica del partido es la formación de una voluntad
colectiva que sirva para cambiar las cosas no para empeorarlas. Las encuestas
acordadas son una chingadera de las cúpulas. Ojalá el Congreso que convocan
para el 30 de noviembre corrija las cosas e impida que los acuerdos los sigan
tomando los esquizofrénicos. Porque aquí entre nos, la militancia no se merece
tanta mediocridad y oportunismo en la conducción de su partido
(*) El partido político en Gransci. Artículo de Antonio
Olivé y subido a internet en el 2013
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