En busca del partido
Por JESÚS SOSA CASTRO
El miércoles 8 de
septiembre fuimos convocados a una reunión con el Senador César Cravioto.
Asistimos cerca de setenta compañeros, teníamos curiosidad por saber qué se nos
iba a informar o en que tareas políticas teníamos que ocuparnos para reactivar el
trabajo y la organización de los militantes de Morena. ¡No hubo mayores
sorpresas! Tanto el senador CRAVIOTO como la diputada BEATRIS ROJAS pusieron el
acento en los resultados que están dando a la gente, el presidente de la
república y la jefa de gobierno
Nada se dijo del
abandono en que se ha tenido a la militancia. Pues todos vemos que existe una
dirección que se ha pasado el tiempo durmiendo la mona. Quienes se hacían pasar
como “líderes” del partido en la GAM, no tuvieron nunca como prioridad la
construcción de una fuerza que estuviera presente en la actividad política ni
mucho menos hubo esfuerzos para recuperar los espacios que habíamos logrado en
los comités seccionales. Lo que hacía posible el trabajo y la participación de
la gente en las distintas tareas, se perdió paulatinamente hasta llegar a un
estado de desencanto y desmovilización que llevó a nuestros adversarios al
punto de casi ganarle al reelecto Chíguil la alcaldía de la GAM
A pesar de que la
reunión fue positiva porque se estableció el contacto con quienes se supone han
sido designados para atender estos asuntos, el discurso que manejaron, sigue
siendo aquel en el que los machucones dan las órdenes y las bases hacen el trabajo.
No hicieron un análisis autocrítico sobre lo que pasa al interior del partido,
ni menos se habló de la ausencia de iniciativas políticas por parte de los distintos
órganos de dirección. Fueron omisos en cuanto a la necesidad de convertir a
Morena en una fortaleza que contribuya a la organización y al debate sobre los
problemas principales que está viviendo el país
Algo que quedó de
manifiesto en esta reunión consistió en que la militancia ya no está dispuesta a
que sea vista solo como una fuerza de trabajo y en una escalera para promover a
políticos que no dan la cara ni mucho menos atienden las necesidades y demandas
de la gente. Alcaldes y representantes populares siguen conduciéndose con las
mismas políticas y prácticas inoculadas por el PRI, a tal grado que su mal
trabajo y la pérdida del contacto con la gente, hizo que en junio pasado se
perdieron nueve alcaldías en nuestra ciudad
Esta grave falta de
liderazgo político en Morena es la principal debilidad del partido en el que
hemos participado millones de personas. A contracorriente de lo que dice el ejecutivo
federal en su último libro y en sus conferencias mañaneras en el sentido de que
con el pueblo todo y sin el pueblo nada, de que es el pueblo el que pone y el
que quita, Morena tiene un conjunto de burócratas que toman decisiones no solo
al margen de la militancia, sino que imponen candidaturas y políticas a sus
electores que van en contra de sus intereses. Lo cual lleva a sus votantes y a
sus seguidores sociales a un desencanto y a la destrucción de los espacios que
originalmente habíamos ganado para debatir los problemas, impulsar la
organización de la gente y construir el instrumento político que apoyara al
proyecto de la cuarta transformación para hacerlo irreversible contra viento y
marea
Pero si hemos de asumir
que con el pueblo todo y sin el pueblo nada, entonces, ha llegado el momento de
cambiar con urgencia lo que pasa en los órganos de dirección de Morena. Lo que
hoy se hace pasar como la dirigencia nacional del partido ha cumplido su ciclo
y no precisamente lo ha cumplido para bien. Los dirigentes encabezados por
Mario Delgado y Citlalli Hernández junto con todos los que componen el CEN
deben irse por incapaces, por no estar presentes en la vida política nacional, porque
sus acciones, han llevado a la militancia a la desorganización, a la
inmovilidad y al desencanto. Porque no están a la altura del debate que se está
dando a nivel nacional y porque han dejado que la derecha esquizofrénica se
esté adueñando de los espacios donde las ideas, las propuestas y la fuerza del
pueblo, siguen siendo golpeadas por un conjunto de malandrines de la política mientras
los dirigentes y los intelectuales democráticos se entretienen mirándose el
ombligo
Ha llegado la hora de
buscar al partido del pueblo, de los militantes de Morena, de las fuerzas democráticas.
Necesitamos que las reformas por venir, abran los espacios necesarios para hacer
efectivo el artículo 39 constitucional. De lo contrario, la frase de que es el
pueblo el que pone y es el pueblo el que quita, solo seguirá siendo una frase hueca
que solo adorna el discurso de políticos buenos para nada. ¡Y eso, no se vale!
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