El perro
y las pulgas
Por JESÚS
SOSA CASTRO
Para contribuir al
éxito del trabajo que tiene que ver con la organización y movilización del
partido Morena en la Alcaldía Gustav A Madero, Janete Danara Orozco, Rodrigo
Martínez, otros vecinos y yo nos estamos reuniendo para discutir las
necesidades de los colonos y la manifiesta desatención del gobierno de la
Alcaldía. Muchas de las quejas y
demandas, expuestas desde los primeros días del gobierno de Francisco Chiguil
Figueroa siguen sin atenderse. A una de esas reuniones estuvo con nosotros el
Senador César Cravioto quien nos informó, básicamente, de su trabajo
legislativo. Como punto segundo, habló de que el trabajo del alcalde, está
centrado en “organizar a la comunidad” cuando esta es una función del partido.
La función del alcalde es resolver los problemas de esa comunidad
Por primera vez, desde que se decidió desaparecer a los
Comités Distritales que fueron electos democráticamente en asambleas convocadas
para el efecto, algunos militantes tuvimos la oportunidad de exponer y debatir
lo que, a nuestro juicio, está introduciendo un desencanto en las filas del
partido, debido a que simplemente no se sabe quiénes lo dirigen en la Ciudad ni
mucho menos quiénes lo regentean en la GAM. El ánimo y las expectativas que se
generaron en la primera etapa de la vida de Morena hoy está decayendo, hay
desaliento y desmovilización. Una franja social otrora activa y empeñada en
cambiar las formas de cambiar, les empieza a importar un carajo.
Muchos de los ciudadanos que antes nos recibían con respeto y
hasta con entusiasmo en sus casas para comentar los problemas de las colonias y
recibir el periódico o la propaganda del partido, hoy hay quienes nos cierran
las puertas o de plano pasan a la crítica por los problemas que no han sido
resueltos por el alcalde de nuestra demarcación. A leguas se nota que son unos
analfabetos políticos. Ni siquiera saben que hay un proceso electoral en el
EdoMex y en Coahuila. Menos saben de lo que ya está empezándose a mover
respecto de la gran batalla electoral del 2024. Muchos se aferran a la vieja
tesis de la Víbora prieta quien ha afirmado que no se es feliz ni leyendo ni
luchando sino viviendo en la ignorancia
El rechazo a la
lectura y a la información que no hace muchos años prendía el ánimo y el trabajo
de los simpatizantes y miembros de Morena, es parte de lo que explica lo que
vive el partido y el país. Hay analfabetismo funcional y oscurantismo. La GAM
hasta el 2018 existía una banda ancha aferrada a una serie de prejuicios y
alejamientos políticos. La mayoría de los electores eran panistas, guadalupanos,
cuya cultura religiosa permitía atropellos a la dignidad de sus feligreses y
una grave afectación a la lucha por una vida digna, justa y democrática
Cuando leo u oigo los discursos de Santiago Creel, de Lela Téllez,
de Xóchilt Gálvez, de Gabriel Cuadri, Gustavo de Hoyos o de Claudio X González,
me da una profunda desazón. Pues la banalidad y la huecura de sus “proyectos”
son verdaderamente lamentables, no contienen nada de nada. Lo más serio, sin
embargo, está en lo que es el Partido y su dirigencia. Porque, aunque hay
razones de sobra para asegurar que vamos a profundizar el cambio a partir del 2024,
no sería correcto pasar por alto que en el haber de la Nación y del partido,
hay una parte muy importante de ciudadanos, mujeres y hombres que requiere
atención inmediata, en cuanto a sus demandas, organización, trabajo político y
explicación de lo que será nuestro proyecto de gobierno, una vez que termine su
gestión el presidente López Obrador
Pero, aunque hay pulgas que buscan a sus perros para darle
sentido a su vida, como dijera en una de sus reflexiones el gran Uruguayo
Eduardo Galeano, convendría tomar las medidas para que el partido, sus
dirigentes, los simpatizantes y los demócratas, salgamos del marasmo, del
desencanto, de la inopia política, para incorporarnos no solo a los beneficios
del cambio, sino a su obligada participación en la lucha por alcanzarlo. Si no
luchamos por esa transformación, jamás cambiará nuestra situación así tengamos
que ir de rodillas a la Basílica. Porque si seguimos empeñados en ignorar lo
que está pasando en el país con el poder judicial y sus achichincles, alguien
nos va a aplicar lo que le pasó a la niña de la que habla Galeano. “No te pego
por lo que no has hecho sino por lo que debiste hacer”
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