Donal
Trump, jefe del capitalismo salvaje
Por JESÚS
SOSA CASTRO
Con motivo de la toma de posesión de Donal Trump, algunos integrantes
de la fachiza mexicana se andan retorciendo de contento. Dicen que a EU ha
llegado el enviado de Dios para salvar a América del comunismo. El que va a
acabar con los “zurdos” y con los movimientos progresistas. La política y los
pronunciamientos de TRUMP han causado desasosiego y preocupación en algunas
fuerzas democráticas y de izquierda en América Latina y el mundo. Pues en su
discurso se expresa la crisis económica y social que vive su país. Por eso está
impulsando una guerra económica y política contra los pueblos y gobiernos para
seguir apropiándose de sus riquezas naturales
Raúl Zibechi, investigador
uruguayo, afirma que la estabilidad económica y política de las grandes potencias, especialmente Europa y EU se
han deteriorado. El surgimiento de un mundo multipolar está poniendo en crisis
a las viejas hegemonías. Basta ver lo que pasa en EU y en no pocos países de la
Unión Europea para comprobar las crisis que viven. La construcción de
administraciones populares, con políticas progresistas y de acotamiento al
neoliberalismo en América Latina ha sido un avance muy trascendente. Esta es la
razón de la ofensiva de la derecha mexicana y del imperialismo norteamericano
El retroceso creciente de las políticas que ponían por
delante las necesidades del mercado en lugar de interesarse por las necesidades
de la gente es justamente lo que irrita y contraviene los intereses del
capitalismo salvaje. No es casual que justamente donde se han atendido las
necesidades sociales y se han renacionalizado las industrias y empresas de las
que se habían apropiado los consorcios transnacionales, sea donde hoy la
reacción y el imperialismo estén queriendo sentar nuevamente sus reales. Por
fortuna nuestro pueblo ha aprendido mucho. Ha valorado su autoestima, ha puesto
a trabajar su conciencia y se ha agrupado, sustancialmente, con lo más activo
del México profundo, de la juventud y del pueblo en general. Nuestro movimiento
es tan fuerte, que la oposición ha sido y es incapaz de proponerle a México un
proyecto alternativo al de la 4ª transformación
Hoy es el turno de la gente común, de los pueblos indios, de
las mujeres, los jóvenes, de todos los oprimidos, de los que estuvieron
callados muchos años hasta que descubrieron su fuerza y su organización para
gritar "Sí se puede” Nuestro pueblo ha empezado a auto organizarse y los
hechos nos dicen que camina en una dirección acertada. En México ya no son solo
los dirigentes, ni los aparatos de control los que marcan la ruta. Hoy la gente
ya sabe por dónde caminar. El ciclo progresista ha movido muchas cosas y ha
desnudado la incapacidad y el oportunismo de muchos que se convirtieron en
lacayos del poder. Contra los corruptos y oportunistas hay que afinar la
puntería. Porque los mexicanos ya somos otros. Trabajamos por la transformación
del país para que así seamos los dueños de nuestra libertad y de nuestro futuro
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