Somos una
fuerza que viene tumbando lo viejo (*)
Por JESÚS
SOSA CASTRO
Acabo de releer el libro de Vicente Quirarte. Su lectura lo
lleva a uno, paso tras paso, acompañando el recorrido que Juárez y parte de su
gabinete hicieron en su huida hacia el norte del país perseguido por el
ejército de Maximiliano. Doña Margarita Maza, su valiente esposa, es un ejemplo
para todas las mujeres que hoy construyen una plataforma política para
recuperar sus derechos. Esos que dormían apretujados y escondidos en los
anaqueles de las burocracias políticas y que hoy los trabajan para encontrarse
con ellos. Es la historia de una sublimación merecida que ya era tiempo de que
apareciera
Quirarte hace una pregunta que pesa mucho en quienes hacen de
las letras y de la acción un fusil que les dan sentido a los tiempos. ¿Cómo
pueden ofenderse la poesía, la acción y la moral cuando son las más sublimes de
las actividades sociales? Tal vez queriendo resaltar estas cualidades se han
dejado gravadas las palabras que Doña Margarita le escribió al Señor presidente
Don Benito Juárez “Yo no sé cómo se llama la línea de la tierra que ocupas en
este momento, pero estás en la República, piensas en la República, trabajas por
la República y morirás en la República. Y si solo un rincón quedara en la
Patria, en ese jirón, seguro, encontraríamos al presidente” ¿Por qué estas líneas?
Porque no sólo era el amor de una mujer a su hombre
perseguido, ¡NO! Era la convicción de que Juárez representaba la dignidad
republicana y un patriotismo que Doña Margarita también llevaba en el alma. Por
eso en esas líneas que le escribe a su esposo, están contenidas la pasión por
la vida y la resistencia política que esta mujer jamás dejó de expresar en el
país y en el exilio. ¿Cómo no iba a existir una liga entre los sentimientos de
Doña Margarita y el anhelo libertario que hoy millones de mujeres están
cuestionando el sistema y el machismo, engendros multiusos, que les han
arrebatado sus derechos?
Con esas motivaciones adheridas a mi piel observo que nuestras
féminas caminan por el país de la mano con la presidenta Claudia Sheinbaum
Pardo. En su rostro, llevan una perentoria señal de que están gestando una
revolución política y mental cuya expresión es un dejo de felicidad
inocultable. Son
una fuerza como los ventarrones: Tumba todo lo viejo y solo le falta correr a
los corruptos. Está poniendo en el centro de su quehacer aquellas palabras de
Flaubert: “La lucha es zozobra, inquietud y transformación. Lucha que no cambia
lo viejo, no es digna de ser apoyada” (*) Este esfuerzo se está amalgamando en
este histórico momento. Hoy no solo participan las Hilanderas de cuentos, los artesanos,
el pueblo trabajador y el México profundo. Es la gobernanza de nuestra
presidenta que está poniendo su vida, su sapiencia y su firmeza en el corazón y
el alma de los que queremos un México justo, democrático, libre, independiente
y soberano
(*) El título y entrecomillado son del libro de Vicente
Quirarte La Isla tiene forma de ballena
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