lunes, 24 de febrero de 2025

 

Hay que romper los cercos del silencio

Por JESÚS SOSA CASTRO

El pueblo de México, al través de su gobierno y de sus congresos, le han infringido una derrota descomunal a la ultraderecha mexicana. El poder judicial, refugio de los oligarcas, ya no va a ser el respiradero de las políticas y los intereses de los colonialistas. Aunque en ese poder, se encuentren aún los más gandayas, entreguistas y servidores del imperio, su líder, la ministra Norma Piña y sus siete incondicionales de la SCJN ya se van el 30 de agosto. Ese poder ha traicionado el pensamiento y los derechos de nuestro pueblo. No entendió nunca la vocación libertaria de la mayoría de los mexicanos, subestimó su creciente rebeldía y se obvió el desarrollo silencioso de la conciencia popular

Desde el primero de julio del 2018 y lo que ya estamos mirando seis años y tres meses después, la historia está registrando grandes avances económicos, sociales y políticos. En parte de esta épica, está presente la defensa de nuestra soberanía y el repudio del intervencionismo de Donal Trump. La heroica participación de la mayoría de los mexicanos al lado de su presidenta está haciendo posibles las fortalezas de su conciencia y su patriotismo.  Desde todos los rincones de la patria 80% de la población abraza, reconoce y apoya las valientes decisiones de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo

La historia que estamos construyendo, es la continuidad de las luchas de los soñadores que han muerto en el camino. Los que quedamos lograremos que a esos utopistas se les haga efectivo su discurso, sus ideales y sus acciones. Con el triunfo aplastante del pueblo el 2 de junio del 24, su fuerza se agigantó para alcanzar lo que por derecho le corresponde. Hoy es el momento de desbrozar el terreno, y de exigirles cuentas a los que siempre nos habían ignorado. Será el día en el que le impongamos deberes a quienes sólo querían tener privilegios. Nuestra lucha está fertilizando nuestros campos y será un ejemplo para nuestra olvidada humanidad

La victoria final de nuestro proyecto de transformación vendrá cuando todos defendamos nuestra soberanía y nuestra independencia. Cuando también hayamos terminado con la corrupción, los privilegios, el clasismo, el racismo y los fraudes. La derrota del actual poder judicial dará término a sus estructuras y políticas envilecidas y el nuevo poder sepultará para siempre su abyección. Mientras tanto, tenemos que aprovechar el momento para hacer un análisis crítico y autocrítico de todo lo andado por el pueblo, por Morena y por el gobierno. Porque la pasividad, el ingreso de oportunistas al partido y la falta de iniciativas políticas de éste, hacen crecer la inconformidad y el desvarío de la derecha

Todos debemos ser capaces de romper los cercos del silencio, combatir las campañas de odio, las infamias y las intrigas de la derecha nacional y extranjera. Tenemos que velar nuestras lanzas y hacer que nuestros triunfos sean la victoria de ese pueblo rebelde e irredento que ya está haciendo posible la construcción de una nueva historia nacional

 

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