lunes, 3 de febrero de 2025

 

La cultura del disfraz y el disimulo

Por JESÚS SOSA CASTRO

En El libro de los abrazos, Eduardo Galeano habla del aprendizaje que el disimulo ha procreado en una parte importante de la humanidad. Dice que “se considera inteligente a quien no lo es, muchos líderes se conducen con falsedades. Para hacerse rico se lleva una doble contabilidad, hay una moral para decir y otra para hacer. La moral para ser, se llama realismo. La ley de la realidad es la ley del poder. Para que la realidad no sea irreal, nos dicen los que mandan, tiene que ser inmoral” (1)) ¿Algún parecido con el PRIAN?

Es corriente decir que muchos de los políticos mexicanos son como los reptiles. Cambian de piel según los tiempos y las circunstancias. Durante el neoliberalismo, los políticos decían que hacían leyes para beneficiar a los ciudadanos y en realidad le afectaban sus derechos. Se portaban como pavorreales y eran ignorantes y corruptos. Entregaban nuestros recursos naturales a privados y a extranjeros y decían que era para bien del país. Son traidores a la Patria, pero afirman que lo que hacen es por patriotismo. Su moral es la inmoralidad. ¿No son estos principios, violatorios de la ética y de la honorabilidad, los que impulsan los opositores, los que chapotean en las viejas prácticas que asquean a la gente y convierten la política en una caricatura?

Construir una sociedad diferente, requiere de ideales y de ideas. de trabajo, de organización. Entre los ideales, valen aquellos que en 1942 planteó Palmiro Togliati cuando señalaba que: “en la política se contiene la filosofía de cada persona, porque en ella, está la sustancia de la historia. Para el individuo que ha alcanzado la conciencia crítica de la realidad y sabe la tarea que le espera en la lucha para transformarla, está toda la sustancia de su vida moral” (2) En los políticos que medran con su quehacer, hay una gruesa costra de inconsecuencias y desvíos. En estos están las partes visibles de sus miserias humanas, sus deformaciones, los genes de su doble lenguaje y una enorme contradicción entre los dichos y los hechos

En la Revista Veredas, de la UAM, se habla de “la crisis de los partidos políticos. Desde el 2008, el 71.1 % de los ciudadanos les había retirado su confianza y sólo el 28.9 % los seguía considerando como necesarios.  Las propias dirigencias aceptaban entonces, que se había erosionado su credibilidad y sus convocatorias políticas” (3) Diecisiete años después han desaparecido Encuentro Solidario, Redes Sociales Progresistas, Fuerza por México, Partido Encuentro Social, el PRD, y haciendo cola están MC, PRI y el PAN. Todos llevan en su haber el desprecio de la inmensa mayoría del pueblo

Si Morena no aprende de estas situaciones, si sigue pasiva, hablando un doble lenguaje, si se siguen imponiendo decisiones y se hace a un lado el debate, la democracia y la participación; entonces, no se culpe a los ciudadanos de la flojedad en el cumplimiento de las tareas. Porque con eso, solo está creciendo el desencanto popular y de la militancia

(1)  En el libro de los abrazos, Eduardo Galeano hace sátira política de A. Rankin

(2)  Ensayos marxistas sobre historia y política.  Adolfo Sánchez Vázquez

(3)  Veredas. Revista del pensamiento Sociológico. Universidad Autónoma Metropolitana

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