Andar en esto pa´ser un rajao,
¡jamás!
Por JESÚS SOSA CASTRO
El avión salió puntual
y llegué al aeropuerto de la ciudad de Monterrey a las 8.40 de la mañana del
día 18 de marzo. Rogelio y su esposa Delia (Lalita), me esperaban. Cuando
llegamos al punto del encuentro ya estaban varios compañeros. Los primeros a
quienes abracé con enorme aprecio y cariño fueron a mis camaradas Jesús Ibarra
Salazar y a Ernesto Villarreal Landeros. A Rogelio Mendoza, a Delia Martínez, a
Chuy Ibarra y a Ernesto, debí mi presencia en este importante encuentro
político. Alguien pidió que nos presentáramos para conocer nuestros nombres y saber
un poco de nuestro trabajo. ¡Lo hicimos! Los 19 compañeros con quienes
iniciamos el evento, me cedieron la palabra.
Empecé agradeciendo su presencia, hospitalidad, compromiso e interés por
participar en un debate sobre lo que pasa en nuestro país, sobre cómo vemos a
los partidos políticos y sobre lo que podría ser nuestro aporte a la lucha
revolucionaria contra el sistema
¿Por qué -empecé preguntando-
a pesar de las luchas de Independencia, de Reforma y de la Revolución, no ha
mejorado la vida del pueblo en ningún sentido, si sobre él han recaído las
mayores cuotas de sangre y de sacrificio? ¿Será que nuestra pólvora la hemos venido
quemado en infiernitos, peleándonos
entre nosotros las distintas resistencias en lucha, mientras nuestro enemigo
principal nos inocula la cultura priista para hacernos lo que somos, peticionarios
de demandas menores, en tanto la clase gobernante decide qué nos da y qué nos
quita?
¿Cómo forjar en el
pueblo los sentimientos de seguridad y de confianza en sí mismo para derrocar a
la burguesía que tiene en sus manos el control del gobierno y de todos los
cuerpos represivos para utilizarlos en contra de la mayoría de los movimientos
políticos y sociales? ¿Por qué no reaccionamos organizadamente ante el
hartazgo, la impunidad, el entreguismo y la criminalización de las políticas
del gobierno y organizadamente nos preparamos para librar la lucha contra el
sistema?
¿Por qué los partidos
políticos, incluida Morena, no muestran mayor interés en fraguar estructuras
organizativas eficaces, ligadas a los movimientos sociales, para estar en
condiciones de enfrentar las políticas depredadoras de esa burguesía que ha
producido a catorce multibillonarios mientras más de cien millones de mexicanos
apenas tenemos para comer? ¿Cómo aguantar y vivir una política de traición y
entreguismo de los verdaderos amos de México, cuando éstos se han adueñado de
la mayoría de nuestras riquezas naturales? ¿No es explicable que los ciudadanos
expresen su insatisfacción social y su encabronamiento, manifestándose al
margen de las instituciones públicas incluyendo a los partidos políticos por
paleros y buenos para nada?
Por eso el trabajo de
los revolucionarios ni es fácil ni es por tiempo determinado. Debemos prepararnos
para librar una lucha larga, que remonte los sentimientos del pueblo que piensa
que las revoluciones traen más males que remedios. La parte esencial de nuestra
actividad estriba en ayudarlo a que descubra todo su potencial revolucionario para
resolver sus problemas. La formación política, la palabra y la comunicación,
sólo son eficaces si se ponen al servicio de la lucha para derrocar al sistema.
La casta en la que hemos delegado todo, es la causante real de nuestra verdadera
situación, la que ha mellado nuestros sentimientos. El pueblo es el único que
puede hacer justicia, la burguesía hegemónica ni quiere ni se propone resolver
los problemas de la pobreza, de la violencia criminal, del entreguismo
antipatriótico y de la cultura del apendejamiento de la gente. Será el pueblo y
nadie más, el que imponga, con su participación, con su organización y con su
fuerza, una vida en la que el ser humano alcance su verdadera y auténtica
autodeterminación
El nivel expuesto en
este debate, explica los posicionamientos críticos sobre lo que pasa en el
escenario de la política. A pesar de los señalamientos que se hicieron, se
asume que no hay otra opción y van a votar por Morena. Lo que esté por venir,
lo seguiremos comentando en reuniones colectivas para acrecentar los resultados
del trabajo político. Esta primera discusión fue mérito de los compañeros
neoloneses. En mi calidad de integrante del Colectivo de Reflexión en la
acción- Rumbo Proletario (CRA-RP), solo puse un granito de arena para seguir un
debate siempre urgente y necesario
Ya en el aeropuerto, en
espera del vuelo que me traería de regreso a la CDMX, me dediqué a leer el
libro de la autoría de mi camarada Rogelio E Mendoza. Me quedé en el cuento
número cinco en el cual encontré las raíces que configuran el cuerpo ideológico
y político de este viejo luchador (*) El personaje es un campesino indígena,
revolucionario y antiporfirita. Se llamó Anselmo y va a ser fusilado por ser opositor.
Aquí algunas líneas de los dichos de su verdugo y las respuestas de quien
espera ser fusilado. ”Eres un pendejo Anselmo. Mientras tú andas remontado en
la sierra, padeciendo hambre y frío, los políticos se la pasan felices con sus
buenas viejas…tú si eres hombre, no como esos cabrones…. Tú crees en Madero,
pero ese valedor no va a meter las manos por ti,… ese pelao sólo hace lo que le
dicen los espíritus”
De reojo, Anselmo miró
a Álvarez y le dijo: ya sé que me vas a tronar…mi gente y yo, cuando nos
alebrestamos, es para que todos vivamos mejor. ¡Para eso luchamos! Me vas a
matar, pero miles y miles vendrán a reemplazarme… Anselmo miró con desprecio a
su verdugo y, sin más, pensó: “Andar en esto pa´ ser un rajao, ¡jamás!”
¿Coincidencias?
(*) Al sur del paraíso, Rogelio E Mendoza. El título del artículo se
contiene en el cuento No. cinco
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