Los otros temblores
Para Rogelio Mendoza, in memorian
Por JESÚS SOSA CASTRO
Hace 49 años el Comité
Central del Partido Comunista Mexicano me encomendó la tarea de atender una
reunión de militantes de este partido en la ciudad de Chihuahua. La reunión era
el 3 de octubre de l968. En ese entonces, el PCM era un partido ilegal, sus dirigentes
principales eran perseguidos, encarcelados y asesinados por los gobiernos priistas.
Los estudiantes se movilizaban exigiendo al gobierno de Díaz Ordaz la abolición
del artículo 145 del Código Penal Federal que establecía el delito de
disolución social. Un artículo punitivo que había sido impuesto por Manuel
Ávila Camacho desde el treinta de octubre de 1941. Eran también los
prolegómenos de los juegos olímpicos a celebrarse del 12 al 27 de octubre del
68 en nuestro país
Ese 2 de octubre se
convocó un acto de protesta contra la represión del gobierno en Tlatelolco. Por
la tarde, casi a la misma hora, yo tomaba el autobús para irme a Chihuahua a
cumplir con la tarea encomendada. Al amanecer del 3 de octubre en la ciudad de
Torreón, compré Excélsior y por este periódico me enteré de la masacre contra
los estudiantes ocurrida un día antes en la plaza de Las Tres Culturas. Tres
años después, el 10 de junio de 1971 se convocó a una manifestación de apoyo a
los estudiantes de la Universidad Autónoma de Nuevo León en la que participaron
contingentes del IPN, la UNAM, el Movimiento Revolucionario del Magisterio y un
gran contingente de miembros del Partido Comunista Mexicano. Conmigo Iban
Luciano Concheiro Bórquez, Jorge Mújica Murias y Rogelio Mendoza. A la altura del cine Cosmos, por la avenida de
los Maestros y la Calzada México Tacuba, la manifestación fue brutalmente
agredida por los halcones comandados por el General Manuel Díaz Escobar,
Subdirector de Servicios Generales del Departamento del Distrito Federal, desde
luego, con el conocimiento y anuencia de Luis Echeverría Álvarez, Presidente de
la República
De entonces a la fecha
han ocurrido otros movimientos importantes que tuvieron y tienen que ver con
exigencias más allá de sus demandas sectoriales. Su contenido era y es en
contra del sistema que se ha impuesto en el país. Esos movimientos sociales y
políticos fueron: el desafuero el 7 de abril del 2005 en contra de López Obrador, entonces Jefe de
gobierno del DF, el surgimiento el 11 de mayo del 2012 del movimiento
estudiantil popular llamado Yo soy 132, el plantón Zócalo Reforma del 30 de
julio de este mismo año que duró 48 días, el 9 de julio del 2014 surge como
partido Político el Movimiento Regeneración Nacional, Morena. Se dan las grandes
acciones de masas convocadas por los
maestros de la CNTE del 20 de agosto del 2013 al 20 de junio del 2016. En este
mismo mes y año, AMLO convocó a una concentración de apoyo al magisterio que
llenó Reforma desde la puerta de los leones en Chapultepec hasta el monumento a
Cristóbal Colón
En todos estos
movimientos extra institucionales han participado millones de personas con la bandera contra las políticas antipopulares,
excluyentes y reaccionarias de los gobiernos de la burguesía. Los gobiernos del
PRI y del PAN aplican políticas públicas que conviene a sus intereses. Se
apoyan en la represión laboral, en el desempleo, en la pobreza, la violencia,
la desaparición forzada, los crímenes de lesa humanidad en el entreguismo del
gobierno federal. El Estado perdió el consenso social y el mito de que el
gobierno y las instituciones servían a los intereses del pueblo, quedaron
sepultadas bajo montañas de escombros. El Estado quedó totalmente rebasado y mostró
de manera fehaciente, la debilidad del gobierno y el hartazgo del pueblo, especialmente
de la juventud
La manifestación
expresa de esta inconformidad social, es el prólogo que advierte la llegada de
un renacimiento de la lucha política, del surgimiento de las condiciones
subjetivas para que los sectores que participaron en el reciente temblor se
conviertan de inmediato en la fuerza popular capaz de tomar en sus manos la iniciativa
y la conducción de la lucha por derrocar a la clase que está en el poder.
Construir una dirección revolucionaria que garantice la participación del
pueblo y la transición a la democracia. Si logramos que estos temblores
sociales sigan sacudiendo la conciencia de los ciudadanos, si impedimos que el
poder desagregue la creciente unidad del pueblo y las resistencias, si dejamos
de creer en los que por ochenta años nos han venido engañando, empobreciendo y
asesinando; el epílogo de estas luchas por la transformación nacional podrá ser
alcanzado sólo si el pueblo se organiza y se une. Si lo hace, es posible que
alcance la victoria el 1º de julio del 2019 al lado de Morena. De lo contrario,
a México y a su gente sólo les espera un nuevo socavón
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