miércoles, 4 de octubre de 2017

Los otros temblores
Para Rogelio Mendoza, in memorian

Por JESÚS SOSA CASTRO

Hace 49 años el Comité Central del Partido Comunista Mexicano me encomendó la tarea de atender una reunión de militantes de este partido en la ciudad de Chihuahua. La reunión era el 3 de octubre de l968. En ese entonces, el PCM era un partido ilegal, sus dirigentes principales eran perseguidos, encarcelados y asesinados por los gobiernos priistas. Los estudiantes se movilizaban exigiendo al gobierno de Díaz Ordaz la abolición del artículo 145 del Código Penal Federal que establecía el delito de disolución social. Un artículo punitivo que había sido impuesto por Manuel Ávila Camacho desde el treinta de octubre de 1941. Eran también los prolegómenos de los juegos olímpicos a celebrarse del 12 al 27 de octubre del 68 en nuestro país
Ese 2 de octubre se convocó un acto de protesta contra la represión del gobierno en Tlatelolco. Por la tarde, casi a la misma hora, yo tomaba el autobús para irme a Chihuahua a cumplir con la tarea encomendada. Al amanecer del 3 de octubre en la ciudad de Torreón, compré Excélsior y por este periódico me enteré de la masacre contra los estudiantes ocurrida un día antes en la plaza de Las Tres Culturas. Tres años después, el 10 de junio de 1971 se convocó a una manifestación de apoyo a los estudiantes de la Universidad Autónoma de Nuevo León en la que participaron contingentes del IPN, la UNAM, el Movimiento Revolucionario del Magisterio y un gran contingente de miembros del Partido Comunista Mexicano. Conmigo Iban Luciano Concheiro Bórquez, Jorge Mújica Murias y Rogelio Mendoza.  A la altura del cine Cosmos, por la avenida de los Maestros y la Calzada México Tacuba, la manifestación fue brutalmente agredida por los halcones comandados por el General Manuel Díaz Escobar, Subdirector de Servicios Generales del Departamento del Distrito Federal, desde luego, con el conocimiento y anuencia de Luis Echeverría Álvarez, Presidente de la República
De entonces a la fecha han ocurrido otros movimientos importantes que tuvieron y tienen que ver con exigencias más allá de sus demandas sectoriales. Su contenido era y es en contra del sistema que se ha impuesto en el país. Esos movimientos sociales y políticos fueron: el desafuero el 7 de abril del 2005  en contra de López Obrador, entonces Jefe de gobierno del DF, el surgimiento el 11 de mayo del 2012 del movimiento estudiantil popular llamado Yo soy 132, el plantón Zócalo Reforma del 30 de julio de este mismo año que duró 48 días, el 9 de julio del 2014 surge como partido Político el Movimiento Regeneración Nacional, Morena. Se dan las grandes acciones de masas  convocadas por los maestros de la CNTE del 20 de agosto del 2013 al 20 de junio del 2016. En este mismo mes y año, AMLO convocó a una concentración de apoyo al magisterio que llenó Reforma desde la puerta de los leones en Chapultepec hasta el monumento a Cristóbal Colón
En todos estos movimientos extra institucionales han participado millones de personas  con la bandera contra las políticas antipopulares, excluyentes y reaccionarias de los gobiernos de la burguesía. Los gobiernos del PRI y del PAN aplican políticas públicas que conviene a sus intereses. Se apoyan en la represión laboral, en el desempleo, en la pobreza, la violencia, la desaparición forzada, los crímenes de lesa humanidad en el entreguismo del gobierno federal. El Estado perdió el consenso social y el mito de que el gobierno y las instituciones servían a los intereses del pueblo, quedaron sepultadas bajo montañas de escombros. El Estado quedó totalmente rebasado y mostró de manera fehaciente, la debilidad del gobierno y el hartazgo del pueblo, especialmente de la juventud
La manifestación expresa de esta inconformidad social, es el prólogo que advierte la llegada de un renacimiento de la lucha política, del surgimiento de las condiciones subjetivas para que los sectores que participaron en el reciente temblor se conviertan de inmediato en la fuerza popular capaz de tomar en sus manos la iniciativa y la conducción de la lucha por derrocar a la clase que está en el poder. Construir una dirección revolucionaria que garantice la participación del pueblo y la transición a la democracia. Si logramos que estos temblores sociales sigan sacudiendo la conciencia de los ciudadanos, si impedimos que el poder desagregue la creciente unidad del pueblo y las resistencias, si dejamos de creer en los que por ochenta años nos han venido engañando, empobreciendo y asesinando; el epílogo de estas luchas por la transformación nacional podrá ser alcanzado sólo si el pueblo se organiza y se une. Si lo hace, es posible que alcance la victoria el 1º de julio del 2019 al lado de Morena. De lo contrario, a México y a su gente sólo les espera un nuevo socavón 


    

No hay comentarios.:

Publicar un comentario